lunes, 30 de noviembre de 2015

Penúltimo capítulo

Rehmannia elata
Acaba noviembre y con él el otoño llega a un punto de inflexión. Con la lluvia caída el primer lunes del mes terminó la racha de precipitaciones recurrentes que inauguró el inicio del otoño, y se estableció una situación anticiclónica que todavía dura hoy. Cielos muy despejados y días soleados que, con la entrada de aire frío hace algo más de una semana, hacen que se experimenten notables diferencias térmicas en las pocas horas que van del amanecer hasta el mediodía, a veces de hasta 10ºC. En Cullera esto se nota menos por la proximidad del mar, con pocos días todavía por debajo de los 10ºC, pero en la vecina Sueca ya hemos llegado a tener varios días con mínimas inferiores a los 7ºC, valores ya propios del invierno.

Eso sí, no todo es frío: el mismo fin de semana que llegaba la masa helada del norte de Europa, el viento hacía de las suyas y el poniente hacía que el día 20 se superasen los 25ºC. Ningún efecto dramático para las plantas salvo una racha tremenda que levantó la caja de plástico más grande donde sigo cultivando los semilleros y la volteó del revés, lanzando a perder unas cuantas especies y sacando de la tierra a otras que afortunadamente pude identificar y pasar ya a maceta. Suerte que esto ocurre ahora, y no hace un mes, con los semilleros a rebosar. Ahora la mayoría de plantas ya se encuentran en la seguridad del contenedor de las anuales, con tierra para crecer, humedad constante y protección de las criaturas que quieren comérselos. De momento son ya tres semanas de paz y muchas plantas comienzan a crecer aunque, con la experiencia de otros años, el crecimiento verdadero se verá a partir de finales de enero.

Calendula officinalis
Esta tarea de ir dejando el contenedor listo ha empezado a dejar más tiempo para organizar el resto de la terraza. Voy plantando también algunas especies en combinaciones en macetas, uno de los grandes objetivos de este año -especialmente para sacarle partido a los centenares de semillas que he ido acumulando- que espero hagan de la próxima primavera una de las más coloridas en años. Eso sí, no dejo de tener la sensación de que se ha perdido muchísimo tiempo centrándome en la reposición de plantas a medida que iba teniendo problemas con los caracoles. En el peor de los casos, tan sólo atrasaría la floración al año que viene y habría que ver si las temperaturas no dan problemas hasta por lo menos la llegada del verano.

Oxalis pes-caprae
Aún quedan bulbos por plantar, aunque no da la impresión de ser muy tarde dado que todavía es ahora cuando la mayoría de narcisos empiezan a despuntar y, por ejemplo, de los crocus todavía no se ve nada. De todos modos, no habría que perder más tiempo ya: tan sólo me queda llenar una de las cajas de porexpán con narcisos del año pasado y otros bulbos mientras que los ejemplares que cuentan con poca cantidad van a ir en macetas individualizadas para tenerlos más controlados. Algunos, incluso, estarán allí con el mero fin de tener una temporada de crecimiento dado que perdieron mucha masa el año pasado y no es de esperar que florezcan; algunas de esas especies, muy económicas, no pude conseguirlas nuevas debido a que las tiendas habituales dejaron de traerlas y por tanto la renovación con ejemplares de buen calibre me ha sido imposible.

Rehmannia elata
Entre las perennes y vivaces todo sigue igual, salvo que el riego se vuelve a hacer necesario debido a la pérdida de humedad que los secos vientos de componente oeste y norte provocaron. Unido a que al fin he agotado las reservas de agua de lluvia, vuelvo a la rutina de rellenar garrafas. De todos modos, a poco que el viento deje de soplar, las bajas temperaturas mantienen la tierra húmeda y sólo suele ser importante el riego de los recipientes que contengan plántulas jóvenes. Hay plantas que no he vuelto a regar desde finales de septiembre, como los cactus -con el Mammillaria nejapensis aún floreciendo y el M. hahniana formando flores ya- o los bulbos en semisombra, estos últimos en especial por temor a provocar pudriciones. La Lobelia cardinalis, reducida a su roseta invernal y arrinconada bajo hojas grandes tampoco ha necesitado riego en estos dos meses debido a que la bandeja que tiene debajo tardó semanas en quedarse sin agua. Con esta planta, al contrario que con los bulbos, el exceso de agua no supone problema dado que es capaz de vivir incluso sumergida.

Cyclamen persicum
Con floraciones repartidas y alternas, la terraza presenta aún pocas pero vistosas flores. Son ya dos las caléndulas en flor y no parece que vayan a ser más viendo el aspecto débil del resto de plantas; sí parece que en unas semanas se unirán a ellas sus parientes las Dimorphotheca. La que se ha apuntado de manera totalmente inesperada es la Rehmannia elata, planta que hasta ahora sólo florecía en una ocasión al año a partir de abril, cosa que lleva haciendo dos temporadas: desconozco qué ha llevado a la planta a florecer ahora, pues hemos tenido un otoño más suave que los anteriores. Es una de las perennes de semilla que mejor me ha ido, con una presencia en la terraza que se prolonga desde otoño de 2013 y una resistencia notable a los rigores del verano aún cuando le falte agua.

Algunas plantas que parecían ir lanzadas a cubrirse de flores han ido disminuyendo esta pauta, como el Erodium x variabile, mientras que otras continúan en racha, como el Cyclamen persicum. Entre los Oxalis, el articulata parece que hará una pausa de flores mientras mantiene una mata de hojas bien llena; el debilis de flores rosa se ha puesto también a florecer, cosa que nunca había hecho en otoño, aunque no es extraño para esta especie. Los de flores amarillas empiezan a tomar el relevo y los pes-caprae se llenan ya de sus sulfúreas flores, al igual que un pequeño corniculata adventicio que abre sus flores de un día en una maceta colgante.

La llegada de diciembre supondrá la vuelta a un mes tranquilo en el que se seguirán plantando cosas, trasplantando a las plantas que así lo necesitasen y, por qué no, buscando nuevas especies de perennes que llenen el vacío que fueron dejando durante el verano, intentando una vez más encontrar la clave para que duren. Ya hay ganas de que llegue el solsticio de invierno y los días vuelvan a alargarse de nuevo, pero todo a su debido tiempo.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Una de cambios

Pentas lanceolata
Noviembre continúa con esta situación de estabilidad anticiclónica, dejando atrás aquella periodicidad de las lluvias que tuvimos desde finales de septiembre hasta primeros de mes. No parece que vaya a llover mucho más al menos en los próximos días, existiendo previsiones que señalan que alguna gota caerá a principios de la semana que viene. Lo más reseñable es la combinación de fenómenos que llegan este fin de semana, con vientos de oeste-noroeste que seguro subirán las temperaturas y dejarán la humedad muy resentida: acto seguido, ya hacia la noche del sábado, se prevé la llegada de una masa de aire frío del norte que, de nuevo acompañada de fuertes vientos, hará que bajen las temperaturas bruscamente, aunque sin sobrepasar los valores habituales para las fechas en que estamos. Por el momento, esta semana destacan las grandes diferencias amanecer-mediodía, que en Cullera son de unos 6ºC (14 de mínima, 20 de máxima) pero en Sueca son casi el doble, con amaneceres a unos 11-12ºC que pasan a 20-22 en las horas centrales del día.

Trigonospila transvittata
En la terraza sigo manos a la obra. Como medida de contención masiva contra los caracoles que iban destruyendo poco a poco las plántulas del contenedor opté por construir un armazón que cubre toda la superficie, con 30 cm. de altura y todo ello forrado de malla mosquitera, a modo de jaula. Aunque no sella del todo el espacio debido a la irregularidad de éste, los caracoles de momento parece que han dejado de investigar cómo entrar. Los huecos que quedan son mínimos y deben buscarlos, encontrándose la mayoría de veces con regueros de azufre espolvoreado. Sigo en observación, no obstante, puesto que la medida lleva puesta menos de una semana y hasta ahora el único dato positivo es que no desaparecen las plantas en uno-dos días desde que las repico como venía sucediendo. Habrá que ver si no son capaces de encontrar algún hueco en los próximos días. Aprovechando la seguridad imperante, he plantado ya un buen montón de las especies que tenía a punto, quedando ya poco trabajo que hacer aparte de regar y verlas crecer.

Cyclamen persicum
Por otra parte, el resto de plántulas siguen amenazadas por los caracoles. Aunque hay ejemplares que no los han tocado en casi un mes, ocasionalmente los detectan y acaban con ellos. Un ejemplo claro son los girasoles o las dalias, que no pueden estar al descubierto ni 12 horas. Una sola noche basta para que acaben destrozados. El intento actual con ambas especies (que debe ser ya el cuarto desde septiembre) se está desarrollando bajo plástico dado que no puedo hacer mucho más. En plantas donde no hay más remedio seguiré usando el espolvoreo de azufre hasta que tengan un tamaño mayor o los ataques de los caracoles cesen. Ya va haciendo tiempo para mover muchas de esas macetas con pequeñas plantas semilleras a pleno sol, para que continúen su desarrollo con el suave calor otoñal. El contenedor no obstante, que está en una posición fija, sólo recibe unas 4 horas diarias de sol directo.

Crocus speciosus ssp. speciosus
Las floraciones, como es habitual, pertenecen casi todas a plantas que vinieron florecidas a casa desde el verano. Así, las plantas más cargadas de flores actualmente, con permiso de los Oxalis, son las Pentas lanceolata. El ejemplar nuevo de color rojo va abriendo flores que amplían sus llamativos ramilletes, mientras que el adquirido este verano saca flores por todos los ápices que tiene disponibles, teniendo un aspecto incluso demasiado compacto. A finales de verano le hice una poda ligera para eliminar tallos secos e inflorescencias ya consumidas, pero simplemente ha vuelto a florecer sobre la marcha. De seguir así será interesante que sirvan de punto de atención para los primeros polinizadores que comiencen a masificarse a partir de marzo. Ahora mismo ni siquiera las abejas aparecen por la terraza; hubiera sido interesante ver qué hubiera ocurrido de no haber perdido los primeros girasoles que sembré, que podrían estar floreciendo ya por estas fechas.

Colirrojo tizón
La fauna que visita la terraza estos días es escasa pero no menos interesante. Durante esta semana observé a la mosca Trigonospila transvittata, que me llamó la atención por su diseño rayado. Al parecer se trata de una especie que se desarrolla como parasitoide de algunas especies de gorgojos; no la había visto nunca antes. Suelo dar por hecho que todas las moscas que aparecen ahora en la terraza vienen -o salen- por el compost, y no por las plantas. En la compostera, sin embargo, pueden llevarse una sorpresa desagradable. El colirrojo tizón, como todos los años, se ha alojado en las azoteas cercanas y le viene de maravilla tener a mano un aporte de proteínas. Estos días lo he visto bajar en distintas ocasiones desde el techo hacia el compostador sin alterarse demasiado si no hago movimientos bruscos. Es un ejemplar tipo primer invierno/hembra y llevo al menos tres o cuatro otoños observando uno con el mismo plumaje, aunque ignoro si siempre es el mismo pájaro. Podrían haber simplemente sucesiones de ejemplares jóvenes todos los años que acaban yendo a parar al mismo sitio, algo típico entre las aves. No es una especie reproductora en Cullera, y su presencia allí suele abarcar los meses de octubre a marzo, excepcionalmente abril.

Gazania rigens
En el rincón trasero las floraciones vienen y van. Los Oxalis bowiei parecen estar empezando a dar por finalizada su floración, abriendo las flores que les quedan sin desarrollar nuevas; lo mismo ha hecho también el Oxalis triangularis, el cual no suele ser de por sí una especie de floración prolífica aunque probablemente producirá otra floración en primavera que su pariente no tendrá. El O. articulata continúa a su ritmo, mientras los distintos Oxalis pes-caprae ya tienen varios pedúnculos con flores listas para abrir. Asimismo, he encontrado flores brotando en el Oxalis debilis, el cual hasta ahora nunca había florecido en otoño. Cerca de ellos, al Cyclamen persicum también parecen estar terminándosele las flores, aunque sigue con su bella cubierta rosada. Dadas las fechas y el buen estado del ejemplar, no descarto que simplemente reflorezca de manera progresiva durante más semanas.


Crocus speciosus ssp. speciosus
Los que sí se despiden ya hasta el año que viene son los Crocus speciosus. Las últimas flores se han abierto esta semana dando como resultado un balance positivo: los diez ejemplares adquiridos han dado al menos una flor. Ahora es de esperar que crezcan hojas que se mantengan hasta primavera, mientras sus partientes de floración primaveral siguen creciendo: apenas despunta alguno de los muchos que hay plantados desde hace casi dos meses. En general, las bulbosas siguen a su ritmo, muy similar al del año pasado teniendo en cuenta que en aquella ocasión los enterré el 1 de noviembre. Los narcisos, por ejemplo, a pesar de llevar plantados desde el 30 de septiembre están asomando ahora, igual que el año pasado. Todas estas plantaciones suponen un trabajo ya hecho que me quito de encima, y además hasta el momento no he tenido ni que regarlos ya que siguen reteniendo humedad de las continuas lluvias que han ido sucediéndose.

Dianthus plumarius
Veteranas de distintas edades, como las Gazania, Erodium o los distintos claveles se unen también a las tímidas floraciones otoñales. Las Mauranthemum han adelantado en cantidad de flores a las caléndulas a pesar de la desventaja que llevaban, si bien es cierto que hay un ejemplar de caléndula enorme, que fui dejando crecer en una de las macetas más grandes que quedaron vacías, que puede ser espectacular cuando esté totalmente cargado de flores. Ocupa casi toda la maceta y, por una parte, me arrepiento un poco de no haber tomado medidas antes, pero ahora sería incapaz de quitarla de allí, especialmente porque no tengo más sitio para ponerla y la maceta no iba a ser ocupada de inmediato. Veré si puede aprovecharse para poner más plantas en los escasos huecos que quedan, aunque no deja mucho sitio para combinar dando que la caléndula está en el centro y forma una mata de hojas piramidal.

Crocus speciosus ssp. speciosus
Encarando ya el último mes de otoño, se espera que la tranquilidad impere y el buen hacer empiece a dar resultados para comenzar el invierno con las nuevas protagonistas de la temporada a pleno rendimiento. Con los semilleros, que no tienen por qué terminar aquí sino que continuarán teniendo protagonismo al menos hasta abril, espero ir pasando poco a poco todo lo que queda a tierra y que este año sean muchísimas más las especies que ofrezcan sus flores a partir de la primavera; los bulbos, que en principio dan menos trabajo ya que sólo necesitan un espacio donde colocarlos y esperar, son los cómplices ideales para llenar un año más la terraza de color. Eso sí, todavía queda bastante -una estación entera- para que lleguen esos días en que las flores comienzan a abrirse tímidamente. Una espera, eso sí, que se hace más amena si no se dejan de preparar cosas a cada visita y seguir probando con aquellas especies que no dieron resultados satisfactorios en ocasiones anteriores.

jueves, 12 de noviembre de 2015

El agitado inicio de noviembre

Leptothes piritous en la Portulaca umbraticola
Noviembre llegó y, tras casi una mitad de mes concluida, las diferencias respecto a octubre se han hecho de notar. El mes comenzaba con la llegada de una gran tormenta que fue recorriendo el este peninsular entrando desde el suroeste y que dejó en apenas unas horas 56,4 mm. la mañana del lunes día 2, igualando prácticamente al día más lluvioso de este otoño -y del año-, el 30 de septiembre, aunque en mucho menos tiempo. Además la tormenta vino acompañada de un temporal de levante que causó algunos pequeños desastres. Apenas unos días después llegaba un potente anticiclón, atípico para el otoño, que todavía persiste hoy. Al principio las temperaturas subieron notablemente, con días durante la misma semana que comenzó con lluvias que alcanzaron los 25ºC. Con el paso de los días, la temperatura se ha ido suavizando: las madrugadas son más frescas y a mediodía el ambiente es agradable, casi como a principios de primavera. La elevada presión ambiental mantiene a raya las nubes y el rocío que dejan las neblinas es muy patente durante las primeras horas de la mañana.

Crocus speciosus
La principal preocupación en la terraza estos días son los caracoles. Sigo enfrascado con la siembra de semilleros y plantación de los que están ya crecidos y cada día los caracoles frustran un poco más este cometido. Si bien los ataques a las plántulas no son generales y algunas de ellas llevan bastantes días ya en tierra, cada poco tiempo descubro con disgusto que han devorado algún ejemplar de las especies que por un motivo u otro han costado más de obtener: semillas que han tenido poco éxito germinando y el porcentaje de ejemplares obtenidos es bajo respecto a las semillas empleadas; ejemplares obtenidos en bajo número debido a que no sembré más de los presumiblemente necesarios, con la consiguiente pérdida de días para obtenerlos de nuevo: o, simplemente, plantas que ya llevaban días plantadas y dejé de preocuparme en sembrar más. Ni siquiera espolvorear las plantas con azufre parece estar haciendo efecto, con lo que el próximo paso será cubrir todo el contenedor con malla fina de mosquitera. A este paso, con el tiempo echándose encima, el contenedor con tanto esmero preparado puede terminar igual de mal que el de 2013-2014, con montones de especies lanzadas a perder por una mala planificiación.

Pentas lanceolata roja
En el resto de la terraza predomina el verde. El temporal de levante tuvo alguna consecuencia, la más destacada de ellas el vuelco de la maceta de la Buddleja davidii que, paradójicamente, debió pasar tanto rato tumbada y rodando que el viento acabó resecando su tierra justo el día de lluvia más intensa del año, además de troncharle varias ramas. Con esto, me he quedado abruptamente sin su floración aunque la planta sigue en perfecto estado y a base de regar con un recipiente debajo he rehidratado la maceta. Faltará ver si se recupera y puede estar de nuevo llena de flores en primavera. Aparte de este incidente, el viento descolgó parte de los tallos de una de las Clematis y ha dejado algo resentida a la colgante Nolana paradoxa. Eso sí, se han notado más los beneficios del agua, con plantas que a día de hoy siguen aguantando con poco o ningún riego desde hace ya más de un mes.

Martynia annua
El otoño sigue su curso habitual para muchas viejas conocidas en la terraza. El Erodium x variabile ha regenerado su verdor y no para de emitir florecillas rosadas continuamente. Las margaritas Mauranthemum, germinadas a principios de septiembre, se suman a sus primas las caléndulas comenzando a florecer ya. Como anual de última hora, empieza a florecer la Martynia annua, que a pesar de estar sus semillas enterradas desde poco antes del verano, no germinaron hasta las continuadas lluvias de principios de septiembre. En otras temporadas ha pasado lo mismo con otros miembros de su familia (Proboscidea, Ibicella) aunque lo normal era que, tras sembrarlas en primavera, tardasen en asomar hasta la llegada del verano y, a pesar de las condiciones poco propicias, crecieran bien y floreciesen hasta otoño. Nunca he conseguido forzar a las semillas a germinar cuando yo quiero y parece que sólo lo hagan cuando la tierra está húmeda y caliente. De un modo u otro, la presencia en la terraza de las anuales de esta familia ha sido contínua desde 2008.

Ceratitis capitata
La floración continúa, igual de laxa que siempre, entre los Dianthus plumarius, estando ahora mismo el Dianthus chinensis más cargado de flores que ellos. Al de flores blancas y rojas parece que le cueste más florecer, aunque ahora mismo los de flores rosa no tienen ninguna flor abierta, si bien sí siguen produciéndolas. Más extraño resulta el ejemplar que creció en otra maceta, que está tanto o más grande que los que están floreciendo desde verano y jamás ha dado signos de florecer. En la maceta de los primeros crecen tímidamente algunas plantas con aspecto de crisantemo, algunas arañuelas y una Cerinthe que como siempre ocurre, sufre los picotazos de los gorriones que no pueden resistir romperlas nada más las encuentran. Es otra especie que todavía no me he puesto a colocar en macetas aunque ya tengo dos semillas germinadas listas para poner en su ubicación definitiva. Dado lo rápido de su crecimiento, da tiempo de sobra todavía a que sean de las primeras en florecer al próximo año. Son varias las boragináceas que espero tener este año en flor en la terraza, algunas de ellas bastante grandes y propicias para que los insectos polinizadores se sientan atraídos.

Dianthus plumarius
Insectos ahora mismo se ven pocos. La mayoría son moscas, las que han ido naciendo del compost o incluso se han criado en los lixivados de éste producidos por las lluvias, como las Eristalis tenax. También he observado unas pocas Ceratitis capitata algo aturdidas. A pesar de sus llamativos colores, pocas son las simpatías que levanta esta mosca, temida y odiada por infestar los naranjos y otros frutales. También se ha dejado ver alguna que otra mariposa, entre ellas un par de ejemplares de Leptothes piritous, de alas azul metálico con el envés maculado y dos pequeñas manchas como ojos, y al menos una blanquita de la col. Hay que decir que, aunque en la foto aparezca la primera especie posada en una flor de la Portulaca umbraticola, no llegaron con intenciones aparentes de libar néctar. La blanquita prefirió pararse en las hojas de las bulbosas antes que probar, por ejemplo, las flores de la Pentas.

Erodium x variabile
De las Pentas, como se deja ver en la foto, he añadido otro ejemplar, esta vez de flores rojas. Me gustaban tanto los de flor roja como los de flor rosada, pero en su momento cuando encontré el primero que adquirí, el rosado, no había otro en la tienda. Recientemente vi que las tenían en una cadena de supermercados donde solemos ir, y al encontrar en el de mi ciudad una planta de flores rojas en estado excelente y a 0,99€, no me pude resistir. Viendo los buenos resultados del ejemplar que ya tengo, que no ha parado de producir flores en estos cinco meses aunque el aspecto general de la planta ha quedado algo más desordenado, será interesante tener de dos colores y ver qué sucede en primavera, cuando coincidan -espero- con las borrajas y otras especies que atraen abejas. Visto está que las Pentas también pueden ser del gusto de los himenópteros, a juzgar por las visitas de varios de ellos durante el verano.

Mauranthemum paludosum
En el rincón trasero de la terraza parece que las historias de las plantas sean distintas al resto del emplazamiento. Asoman algunas bulbosas más y entre ellas reconozco algunas hojas de Allium neapolitanum, que junto a los Allium triquetrum son los únicos ajos que han conseguido florecer el primer año que se plantaron y sobrevivir a la siguiente temporada. Los Oxalis en flor comienzan a decaer muy despacio, y probablemente los pes-caprae comiencen a hacerlo lo suficientemente tarde como para no coincidir con sus parientes de flores rosadas. Los Crocus speciosus inician la recta final de su floración con un último grupo en el que se puede comprobar que todos, los diez cormos plantados, han producido al menos una flor. Es de esperar que pronto crezcan las hojas que durarán hasta la primavera. Pocas flores más se pueden ver en el rincón, como las del Cyclamen persicum, dado que las Clematis dieron por terminado su espontánea floración otoñal.