jueves, 19 de noviembre de 2015

Una de cambios

Pentas lanceolata
Noviembre continúa con esta situación de estabilidad anticiclónica, dejando atrás aquella periodicidad de las lluvias que tuvimos desde finales de septiembre hasta primeros de mes. No parece que vaya a llover mucho más al menos en los próximos días, existiendo previsiones que señalan que alguna gota caerá a principios de la semana que viene. Lo más reseñable es la combinación de fenómenos que llegan este fin de semana, con vientos de oeste-noroeste que seguro subirán las temperaturas y dejarán la humedad muy resentida: acto seguido, ya hacia la noche del sábado, se prevé la llegada de una masa de aire frío del norte que, de nuevo acompañada de fuertes vientos, hará que bajen las temperaturas bruscamente, aunque sin sobrepasar los valores habituales para las fechas en que estamos. Por el momento, esta semana destacan las grandes diferencias amanecer-mediodía, que en Cullera son de unos 6ºC (14 de mínima, 20 de máxima) pero en Sueca son casi el doble, con amaneceres a unos 11-12ºC que pasan a 20-22 en las horas centrales del día.

Trigonospila transvittata
En la terraza sigo manos a la obra. Como medida de contención masiva contra los caracoles que iban destruyendo poco a poco las plántulas del contenedor opté por construir un armazón que cubre toda la superficie, con 30 cm. de altura y todo ello forrado de malla mosquitera, a modo de jaula. Aunque no sella del todo el espacio debido a la irregularidad de éste, los caracoles de momento parece que han dejado de investigar cómo entrar. Los huecos que quedan son mínimos y deben buscarlos, encontrándose la mayoría de veces con regueros de azufre espolvoreado. Sigo en observación, no obstante, puesto que la medida lleva puesta menos de una semana y hasta ahora el único dato positivo es que no desaparecen las plantas en uno-dos días desde que las repico como venía sucediendo. Habrá que ver si no son capaces de encontrar algún hueco en los próximos días. Aprovechando la seguridad imperante, he plantado ya un buen montón de las especies que tenía a punto, quedando ya poco trabajo que hacer aparte de regar y verlas crecer.

Cyclamen persicum
Por otra parte, el resto de plántulas siguen amenazadas por los caracoles. Aunque hay ejemplares que no los han tocado en casi un mes, ocasionalmente los detectan y acaban con ellos. Un ejemplo claro son los girasoles o las dalias, que no pueden estar al descubierto ni 12 horas. Una sola noche basta para que acaben destrozados. El intento actual con ambas especies (que debe ser ya el cuarto desde septiembre) se está desarrollando bajo plástico dado que no puedo hacer mucho más. En plantas donde no hay más remedio seguiré usando el espolvoreo de azufre hasta que tengan un tamaño mayor o los ataques de los caracoles cesen. Ya va haciendo tiempo para mover muchas de esas macetas con pequeñas plantas semilleras a pleno sol, para que continúen su desarrollo con el suave calor otoñal. El contenedor no obstante, que está en una posición fija, sólo recibe unas 4 horas diarias de sol directo.

Crocus speciosus ssp. speciosus
Las floraciones, como es habitual, pertenecen casi todas a plantas que vinieron florecidas a casa desde el verano. Así, las plantas más cargadas de flores actualmente, con permiso de los Oxalis, son las Pentas lanceolata. El ejemplar nuevo de color rojo va abriendo flores que amplían sus llamativos ramilletes, mientras que el adquirido este verano saca flores por todos los ápices que tiene disponibles, teniendo un aspecto incluso demasiado compacto. A finales de verano le hice una poda ligera para eliminar tallos secos e inflorescencias ya consumidas, pero simplemente ha vuelto a florecer sobre la marcha. De seguir así será interesante que sirvan de punto de atención para los primeros polinizadores que comiencen a masificarse a partir de marzo. Ahora mismo ni siquiera las abejas aparecen por la terraza; hubiera sido interesante ver qué hubiera ocurrido de no haber perdido los primeros girasoles que sembré, que podrían estar floreciendo ya por estas fechas.

Colirrojo tizón
La fauna que visita la terraza estos días es escasa pero no menos interesante. Durante esta semana observé a la mosca Trigonospila transvittata, que me llamó la atención por su diseño rayado. Al parecer se trata de una especie que se desarrolla como parasitoide de algunas especies de gorgojos; no la había visto nunca antes. Suelo dar por hecho que todas las moscas que aparecen ahora en la terraza vienen -o salen- por el compost, y no por las plantas. En la compostera, sin embargo, pueden llevarse una sorpresa desagradable. El colirrojo tizón, como todos los años, se ha alojado en las azoteas cercanas y le viene de maravilla tener a mano un aporte de proteínas. Estos días lo he visto bajar en distintas ocasiones desde el techo hacia el compostador sin alterarse demasiado si no hago movimientos bruscos. Es un ejemplar tipo primer invierno/hembra y llevo al menos tres o cuatro otoños observando uno con el mismo plumaje, aunque ignoro si siempre es el mismo pájaro. Podrían haber simplemente sucesiones de ejemplares jóvenes todos los años que acaban yendo a parar al mismo sitio, algo típico entre las aves. No es una especie reproductora en Cullera, y su presencia allí suele abarcar los meses de octubre a marzo, excepcionalmente abril.

Gazania rigens
En el rincón trasero las floraciones vienen y van. Los Oxalis bowiei parecen estar empezando a dar por finalizada su floración, abriendo las flores que les quedan sin desarrollar nuevas; lo mismo ha hecho también el Oxalis triangularis, el cual no suele ser de por sí una especie de floración prolífica aunque probablemente producirá otra floración en primavera que su pariente no tendrá. El O. articulata continúa a su ritmo, mientras los distintos Oxalis pes-caprae ya tienen varios pedúnculos con flores listas para abrir. Asimismo, he encontrado flores brotando en el Oxalis debilis, el cual hasta ahora nunca había florecido en otoño. Cerca de ellos, al Cyclamen persicum también parecen estar terminándosele las flores, aunque sigue con su bella cubierta rosada. Dadas las fechas y el buen estado del ejemplar, no descarto que simplemente reflorezca de manera progresiva durante más semanas.


Crocus speciosus ssp. speciosus
Los que sí se despiden ya hasta el año que viene son los Crocus speciosus. Las últimas flores se han abierto esta semana dando como resultado un balance positivo: los diez ejemplares adquiridos han dado al menos una flor. Ahora es de esperar que crezcan hojas que se mantengan hasta primavera, mientras sus partientes de floración primaveral siguen creciendo: apenas despunta alguno de los muchos que hay plantados desde hace casi dos meses. En general, las bulbosas siguen a su ritmo, muy similar al del año pasado teniendo en cuenta que en aquella ocasión los enterré el 1 de noviembre. Los narcisos, por ejemplo, a pesar de llevar plantados desde el 30 de septiembre están asomando ahora, igual que el año pasado. Todas estas plantaciones suponen un trabajo ya hecho que me quito de encima, y además hasta el momento no he tenido ni que regarlos ya que siguen reteniendo humedad de las continuas lluvias que han ido sucediéndose.

Dianthus plumarius
Veteranas de distintas edades, como las Gazania, Erodium o los distintos claveles se unen también a las tímidas floraciones otoñales. Las Mauranthemum han adelantado en cantidad de flores a las caléndulas a pesar de la desventaja que llevaban, si bien es cierto que hay un ejemplar de caléndula enorme, que fui dejando crecer en una de las macetas más grandes que quedaron vacías, que puede ser espectacular cuando esté totalmente cargado de flores. Ocupa casi toda la maceta y, por una parte, me arrepiento un poco de no haber tomado medidas antes, pero ahora sería incapaz de quitarla de allí, especialmente porque no tengo más sitio para ponerla y la maceta no iba a ser ocupada de inmediato. Veré si puede aprovecharse para poner más plantas en los escasos huecos que quedan, aunque no deja mucho sitio para combinar dando que la caléndula está en el centro y forma una mata de hojas piramidal.

Crocus speciosus ssp. speciosus
Encarando ya el último mes de otoño, se espera que la tranquilidad impere y el buen hacer empiece a dar resultados para comenzar el invierno con las nuevas protagonistas de la temporada a pleno rendimiento. Con los semilleros, que no tienen por qué terminar aquí sino que continuarán teniendo protagonismo al menos hasta abril, espero ir pasando poco a poco todo lo que queda a tierra y que este año sean muchísimas más las especies que ofrezcan sus flores a partir de la primavera; los bulbos, que en principio dan menos trabajo ya que sólo necesitan un espacio donde colocarlos y esperar, son los cómplices ideales para llenar un año más la terraza de color. Eso sí, todavía queda bastante -una estación entera- para que lleguen esos días en que las flores comienzan a abrirse tímidamente. Una espera, eso sí, que se hace más amena si no se dejan de preparar cosas a cada visita y seguir probando con aquellas especies que no dieron resultados satisfactorios en ocasiones anteriores.

No hay comentarios :

Publicar un comentario