martes, 18 de marzo de 2014

Oxalis articulata y debilis, secundarios clásicos

Oxalis articulata
En otoño os hablé del Oxalis bowiei, una especie sudafricana a la que encuentro un interesante valor ornamental que entraba en esa categoría no reconocida de plantas que han dejado de aparecer en los comercios y que sobreviven, todavía en números bastante altos, en jardines "de toda la vida", desde donde en ocasiones escapan y van a parar a manos de otros cultivadores, voluntariamente o no, o incluso quedan asilvestrados en entornos antropizados. Los Oxalis protagonistas de hoy son quizá un ejemplo mayor todavía y precisamente los obtuve de esa manera, en intercambios con gente que reserva un rincón de su jardín a estas plantas.

Empezaremos por el Oxalis articulata, que ha sido el último en florecer, pero lo ha hecho con muchas ganas. Es una especie procedente de la mitad sur de Sudamérica, donde se le conoce como macachín rosa. Surge de rizomas leñosos articulados, de donde toma su nombre, y se distingue fácilmente de otros Oxalis de flores rosa por la textura de sus hojas. La forma de éstas es la más frecuente en la familia, esto es, dividas en tres folíolos acorazonados que en este caso cuentan con una hendidura visible en la separación entre los dos lóbulos. Los pecíolos son largos y dan al conjunto un porte postrado en lugar de erecto. El color es verde pálido, y lo más importante: son tomentosas, cubiertas de pelos cortos en toda su superficie. Hasta ahora no lo había visto plegar sus hojas pero conforme ha ido avanzando el tiempo, el sol ya incide durante unas pocas horas en su rincón y los folíolos se pliegan contra el pecíolo al tiempo que las flores se abren al máximo, como hacen sus parientes Oxalis tetraphylla y Oxalis triangularis.

Oxalis debilis var. corymbosa
La floración del Oxalis articulata ha tardado un poco en aparecer pero lo cierto es que ahora mismo es la especie con mejor aspecto tras la magnífica etapa que tuvo el Oxalis bowiei, el cual ahora sigue con hojas verdes pero es de esperar que las pierda a mediados de primavera para su descanso estival. Cierto es que el Oxalis triangularis se encuentra ahora mismo en flor, pero su aspecto debe mejorar (sólo tiene hojas viejas); también mostré hace poco el mexicano Oxalis latifolia pero, como la especie anterior, parece haberse tomado una pausa y ha dejado de florecer y sacar hojas nuevas, conservando las que sacó en el breve plazo en el que creció desde finales de octubre. Algo similar ha ocurrido con la especie de la que hablaremos unos párrafos más adelante.

Volviendo a las flores del Oxalis articulata, éstas son muy típicas, quizá de las más clásicas dentro de los Oxalis de flor rosa. Tienen cinco pétalos en forma de turbina o ventilador, de un color rosa intenso en el que destaca el tono púrpura del interior, que se expande hacia afuera a través de finas nervaduras. Los estambres son amarillo pálido como en la mayoría de especies. A partir de aquí es donde enlazamos con la siguiente especie, pues muchas veces se confunden a simple vista y son, en realidad, muy fáciles de diferenciar tan sólo observando sus hojas, sin necesidad de que florezcan.

Oxalis debilis var. corymbosa es la variedad de una especie originaria también de Sudamérica que más se ha extendido por el mundo, creciendo asilvestrada en muchas regiones. De porte algo más bajo que la anterior, brota de tubérculos redondeados que se asemejan a bulbos o cormos, de manera similar al Oxalis tetraphylla. Las hojas crecen más cerca del suelo debido a sus pecíolos más cortos, y los folíolos también son tres, con la misma forma acorazonada pero en esta ocasión glabros, sin pelo, aunque son ciliadas: tienen pelos cortos en los bordes. El resto es liso y con unas nervaduras bien marcadas, asurcadas, en ocasiones oscurecidas respecto al verde de la hoja. También se pliegan y son más pequeñas, como podemos observar tomando por referencia las fotos que he puesto en las que sujeto las hojas de ambas plantas con los dedos.

Hoja de Oxalis articulata
Las flores son bastante similares a las de la especie anterior. Posee también cinco pétalos dispuestos como aspas, ligeramente más estrechos y de un rosa más pálido. A pesar de que desde el centro también radian nervaduras purpúreas, el interior de la flor es en este caso blanquecino, con un tono verdoso en lo más profundo, caracter que ayuda a diferenciarlo de Oxalis articulata por ser justo lo opuesto.

Como mencionaba antes, este ejemplar floreció durante un corto periodo de tiempo y de momento no presenta más flores a la vista, aunque la roseta de hojas no ha dejado de crecer y se presenta bastante densa. Es probable que más adelante florezca a mejor ritmo y se cubra de flores como suelen hacer todos los miembros de este género. De todos los Oxalis que hay en casa, este es el único del cual partí con un sólo tubérculo de buen tamaño, que imagino no tendrá problemas en reproducirse vegetativamente.

Ambos ejemplares toleran bien una ubicación de semisombra que reciba sol durante las primeras horas del día. En estas condiciones, ni siquiera en invierno crecen alargados, aunque si florecen antes de los días del año en que comienzan a recibir mayor exposición solar las flores se pasan mucho tiempo sin abrirse. Ahora mismo ya se comportan como la mayoría de Oxalis, plegando las hojas con el sol y expandiéndolas con la sombra, con las flores haciendo lo contrario aunque en el lapso que transcurre hasta que quedan del todo cerradas llegan a coincidir hojas y flores desplegadas. Ambas especies, además, toleran bastante bien la humedad y puedo regarlas cada dos días sin que presenten problemas.

Hoja de Oxalis debilis var. corymbosa
El principal problema que tenían todos los Oxalis, y posteriormente también las Commelina, es que los gorriones se sienten muy atraídos por sus hojas, que devastan a picotazos a la mínima que tienen ocasión. Lo hicieron el año pasado con los O. triangularis tan pronto como los descubrieron, y a finales de año dejaban al O. articulata que aparece en esta entrada bastante perjudicado. Al poco tiempo se cansaron y he de decir que este invierno han estado menos incisivos que otras veces, pues no han vuelto a tocar ni a las Commelina, que las volví a sacar sin protección. Por si acaso, en la zona de semisombra cubrí la parte superior con una malla antipájaros que venden en algunos supermercados cuando ponen una sección de "todo a un euro". No cubre todo el rincón siquiera, pero debido a que corta la ruta que utilizan los pájaros para entrar (posándose en el borde del techo y lanzándose desde allí), se debieron llevar un susto al tropezar y no han vuelto. Antes de adoptar esta medida ya se veían pocos indicios de que visitaran la zona, así que de momento se puede considerar que he conseguido disuadirlos con un método totalmente inocuo.

Tenemos de nuevo otras de esas plantas que quizá han pasado desapercibidas para la mayoría, pero que quienes las seguimos cuidando apreciamos su sencillez y lo agradecido de su respuesta, floreciendo con garantías a poco que las tratemos bien.

2 comentarios :

  1. Perdone, ¿en qué se diferencia la oxalis debilis debilis y la oxalis debilis var. corymbosa?
    Muchas gracias de antemano

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    1. No fui capaz de encontrar información (apenas la hay incluso en referencia al hábitat original de la especie), parto sólo de la idea de que todas las plantas en cultivo o asilvestradas alrededor del mundo son clasificadas como la variedad corymbosa. Es probable que la variedad debilis no circule en cultivo.

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