martes, 4 de marzo de 2014

El bajo rendimiento de las bulbosas

Ipheion uniflorum
Algo malo tenía que tener este inicio de temporada. Mientras las demás plantas han encontrado un ritmo de crecimiento y floración estupendo para la época en la que estamos, los bulbos, grandes protagonistas de la terraza -no en vano ocupan un espacio de 2,8x1 metros ellos solos, más los que hay en macetas- están funcionando de manera discreta e incluso en algunos casos la cosa apunta hacia lo preocupante.

La plantación esta temporada se hizo lo mejor que se pudo. Hacia finales de octubre ya tenía en casa todos los bulbos que había que plantar y todos ocuparon su lugar desde ese mismo momento (algunos bastante antes), dejados a su suerte según los cuidados que requieren, que en el caso de algunos son bastante pocos. El otoño no estuvo mal en cuanto a que el calor inusual terminó a mediados de noviembre y los bulbos pudieron disfrutar de una temporada de temperaturas frescas al natural. Comparado con la temporada anterior, en la cual enterré casi todos los bulbos a correprisas a principios de enero, parecía que podía sacar algo de provecho de esa ventaja. Nada más lejos, parece que les fue mucho mejor a algunos bulbos que el año pasado estuvieron cuatro meses o más dentro de una caja guardados que los que este año han permanecido en tierra desde entonces.

Iris reticulata
Lo primero que llama la atención es la ausencia de Crocus. Casi ninguno, ni los que guardé de la temporada anterior (en esta entrada se ve cuántos había y lo sanos que estaban) ni los llegados este otoño, han florecido todavía, y un gran número ni han sacado sus hojas. Si escarbo un poco la tierra éstas están brotando, pero ello no es garantía de que vayan a salir, pues muchos bulbos se quedan parados en esta fase y se secan. El año pasado, en esta misma primera semana de marzo, los Crocus chrysanthus y los Crocus tommasinianus 'Barr's Purple' daban el pistoletazo de salida y eran inmediatamente seguidos por los Crocus vernus de colores y el cultivar 'Jeanne d'Arc'. Este año sólo un par de Crocus vernus morados han florecido hasta ahora, tras un Crocus sieberi ssp. sublimis cuya flor se secó tan rápido que ni tan siquiera la vi desplegada del todo. Esta especie es nueva este año y hay más a punto de florecer, pero desde luego el comienzo ha sido frustrante.

Scilla siberica
La misma suerte han ido sufriendo los Iris reticulata. El primero en abrirse fue uno del cultivar 'Rhapsody' que encontré abriéndose y dos días después, en la siguiente visita, ya se estaba secando. Al menos volví a encontrar otro, el de la foto, que ha tenido una duración breve pero sin secado prematuro. Los Iris reticulata corrientes, entre los cuales hay ejemplares nuevos y otros del año pasado, van por un camino similar. Las flores duran unos días pero la mayoría no consiguen salir bien de entre las brácteas que las envainan.

Uno de los que aparentemente mejor está funcionando en el contenedor es Ipheion uniflorum, un pariente cercano de los ajos procedente de Argentina y bastante popular en Europa, siendo de las pocas bulbosas "clásicas" que encontramos por aquí en algunos jardines. Sus flores en forma de estrella con un suave tono celeste se han desarrollado bastante bien y son de las pocas especies que cuentan con buenas rosetas de hojas en el contenedor. Es el primer año que están en la terraza.

Crocus vernus
Por un lado tenemos también que los iris holandeses cuentan con una buena cantidad de hojas y es de esperar que florezcan más adelante; sin embargo, no se puede decir lo mismo de los narcisos. Siendo probablemente el género del cual más bulbos enterré después de los Crocus, ni todos han emergido ni los que tienen hojas muestran signos de floración, salvo los 'Tête-à-tête', que se han adelantado respecto al año pasado pero están sacando decepcionantes varas florales con una sola flor en el extremo y tan mal desarrolladas que algunas flores casi tocan el suelo.

Tan mal va la cosa este año que hasta los jacintos se han quedado bloqueados y no sé que será de ellos. Floreció uno, atrapado sin poder emerger de entre las hojas, y las flores se han secado ya. Del resto sólo asoman las hojas desde hace casi un mes y de ahí no han conseguido pasar. El primer año florecieron desde febrero casi todos a la vez; el segundo, incluso enterrados ya brotados, florecieron para las mismas fechas y tuvieron un crecimiento vegetativo espectacular. Si este año no funcionan, me temo que entrarán en la lista de plantas que saldrán del contenedor.

Iris reticulata 'Rhapsody'
Entre los bulbos más veteranos, los que llegaron en 2011, hay un curioso contraste. Los Muscari armeniacum no crecen demasiado y las floraciones son muy escasas, habiéndolo hecho sólo unos ejemplares medianos que dejé en una maceta. Los bulbos originales cada año van a peor y es casi seguro se deba al mal trato que les he dado: el primer año (2012) los saqué con hojas y todo porque me urgía reconfigurar el sitio donde estaban; después (2013) crecieron sin casi florecer tras haber estado almacenados algunos ejemplares casi nueve meses sin plantar. Quizá si quiero volverlos a ver en su esplendor debería hacerme con ejemplares nuevos a partir de septiembre. Es una especie muy agradecida que siempre va a más si se la deja plantada. Mejores noticias parecen traer las Fritillaria uva-vulpis: florecieron unas pocas en 2012 y en 2013 no lo hizo ninguna. Me propuse "aislar" a los bulbos en macetas y los tengo en el rincón de semisombra. Hoy he comprobado que entre las hojas de dos ejemplares vienen de camino unos botones florales.

En el rincón de semisombra, las pocas especies de bulbos que separé en macetas van relativamente bien, mejor que las del contenedor si hacemos un cómputo global. Sin embargo, tenemos el extraño caso de las Scilla siberica, de las cuales sólo un ejemplar ha florecido y lleva ya cuatro varas florales consecutivas, mientras que las otras siguen a medio brotar. También habría que mencionar a los Lilium, posiblemente las bulbosas de gran tamaño más exitosas de la terraza. Están brotando todos los ejemplares que ya hubo el año pasado y también algunas de las especies nuevas de esta temporada.

¿Habrá que tener paciencia? Para nuestro clima, es extraño que los bulbos sufran estos atrasos de manera natural. Si no han salido ya hay que empezar a investigar, y si en abril la cosa siguiese igual, entonces habría que tomar medidas. Esperemos que todavía se salve algo y que las especies de floración estival no lo tengan tan difícil como estas.

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