domingo, 2 de marzo de 2014

Cuenta atrás para la primavera

Cerinthe major 'Purpurascens'
Acabó un mes de febrero tan loco como lo fue el octubre pasado, con temperaturas fuera de lugar y precipitaciones casi anecdóticas, aunque desde luego no tan exagerado en calor por el simple hecho de que, al fin y al cabo, aún es invierno. Bueno, eso dicen, porque en más de la mitad de días del mes las mínimas han sido superiores a los 10ºC, y los 20ºC se han rebasado en siete ocasiones.  Es casi seguro que este febrero haya batido algún récord de altas temperaturas, a pesar de que ha dado las mínimas más bajas del año y del invierno casi por los pelos. Sin ir más lejos, el otoño pasado tuvo días de más frío que en lo que va de invierno.

Anemone blanda
Por este mismo motivo, que la primavera vaya a llegar no es más que una fecha en el calendario, pues las plantas de la terraza la están viviendo desde mediados de enero. Si no hay más plantas en flor es porque durante estos meses o bien han crecido despacio o bien todavía han sido sembradas recientemente aprovechando el calor, aparte de las que han llegado hace nada en forma de raíz, rizoma, tubérculo o bulbo. Por lo demás, la terraza está cargadísima de colores y eso bien lo agradecen los insectos, pues han encontrado en ella un "restaurante" de polen toda clase de himenópteros, moscas de las flores y hasta escarabajos, entre los que se incluye ya alguna mariquita que ha sido más que bienvenida debido a la enorme cantidad de pulgones que han pasado el invierno pegados a muchas plantas.

Rincón florido del contenedor
Una de las plantas más efectivas que a día de hoy está floreciendo sin parar es la Cerinthe major 'Purpurascens'. Este cultivar de la comúnmente llamada ceriflor o hierba palomera es una anual muy popular en los jardines extranjeros, y que cuando tuve la oportunidad de introducir, en un intercambio de semillas, no me lo pensé dos veces. La planta surge de unas semillas bastante grandes para tratarse de una anual de talla media y su crecimiento, seguramente ayudado por mi clima, ha sido endiablado: sembrada en noviembre y abriendo su primera flor en febrero. Se trata de una curiosa planta ramificada con tallos inclinados llenos de hojas glaucas redondeadas con la particularidad de repeler el agua. En el extremo de los tallos aparecen, mirando hacia abajo, flores en forma de tubo, totalmente cilíndricas, de un intenso color morado. Este tono suele teñir también las partes de la planta cercanas a las flores, aunque en mi ejemplar no aparece de manera particularmente intensa. Es una boraginácea, como las borrajas, las nomeolvides o las viboreras.

Anemone coronaria 'Sylphide'
Se abren también estos días las primeras anémonas, este año con las dos especies más típicas, Anemone coronaria y Anemone blanda. A la primera ya la conocía del año pasado y el anterior, y la segunda florece por primera vez en la terraza. Éstas fueron adquiridas en septiembre de 2013, aunque ya lo había intentado el año anterior y no hubo éxito. Sin embargo, y no me explico cómo, los tubérculos de la temporada anterior desaparecieron por completo y nunca brotaron, pero ahora resulta que en macetas donde reutilicé el sustrato del año pasado de las anémonas (que me pareció que retenía demasiado la humedad) aparecen algunas de estas Anemone blanda. Son tan encantadoras que no he sido capaz de retirarlas, además de que resulta complicado ya que podría dañar a las plantas inquilinas de dichas macetas.

Linaria reticulata 'Flamenco'
Las anémonas grandes que están en flor son las 'De Caen', sin que todavía sepa si ha sobrevivido alguna de las dobles, las 'St. Brigid'. Sólo han salido tres colores: las moradas-azuladas, que tienen algún tipo de problema por el cual salen con el botón central incompleto (al principio creí que sería algún insecto que se las comía, pero sólo les pasa a esas); la de color malva, la más grande de momento; por último, una con nombre propio, adquirida aparte: la 'Sylphide', de flores rosado intenso y que habitualmente no suele venir en las mezclas. Las Anemone blanda, por su parte, de momento sólo han aparecido en color azulado, aunque emergen capullos que apuntan ser de otros colores. También están cerca de florecer los ranúnculos.

Armeria maritima
En el contenedor todavía faltan plantas para la gran explosión primaveral, aunque ya van asomando tímidamente (y no tan tímidamente) los primeros ejemplares pertenecientes a esta parte de la temporada. Los linos rojos cargan de escarlata el lado izquierdo del contenedor, aunque sólo se trata de dos plantas muy ramificadas y altas. Es complicadísimo encontrar una flor "perfecta" que pueda ser fotografiada, pues el calor o el viento siempre las deforman, o bien no logran abrirse del todo como sus parientes los linos comunes, que se exhiben desplegados durante toda la mañana. En el lado derecho, todavía resentido por aquellas grandes caléndulas que hubo que quitar, sólo la Linaria reticulata 'Flamenco' florece, aunque de manera algo tímida. Esta planta, como todas las del género, posee flores muy similares a las de sus parientes los antirrinos, aunque de menor tamaño y con un espolón en la parte inferior. Es asimismo más grácil que sus primos, con hojas muy finas y flores aglomeradas en el extremo de unos tallos delgadísimos. Al ejemplar de la foto le ha costado un poco sacar flores sin marcas ni arrugas, aunque como se puede apreciar los espolones no acaban de desarrollarse bien del todo. No es la única del lugar, así que seguro que habrá tiempo para ver flores mejor desarrolladas que estas.

Como en la temporada anterior, a principios de año las Kalanchoe x houghtonii y blossfeldiana se llenan de flores rojas. A la primera todavía le quedan varias por abrir después de semanas haciéndolo, mientras que la segunda comenzó algo más tarde y ya le ha sacado la delantera. Son quizá las plantas que menos trabajo dan de toda la terraza, pues apenas necesitan agua -podrían sobrevivir sólamente con la de la lluvia- y sólo las he movido de sitio cuando he hecho "reformas". Si además, por unas semanas al año, ofrecen ese despliegue de rojos, siempre tendrán su rincón en la terraza.

Kalanchoe blossfeldiana
Siendo también esta la época en la que empiezan a llegar a los viveros las plantas perennes para la primavera, además de las que vienen empaquetadas, era de esperar que alguna especie más me tentase y se viniera para casa, con sus flores listas para deslumbrar. Las últimas han sido una Armeria maritima, una elegante planta costera con hojas similares a césped y flores agrupadas sobre largos y finos tallos, y una Saxifraga x arendsii, un híbrido popular en los jardines de rocalla, tremendamente florífero y con hojas pequeñas y similares a musgo. La primera ya tiene algunas flores abiertas aunque sobre tallos muy cortos, cosa que espero se deba a su producción "forzada" en invernadero y que con el sol consiga hacerse más alta; de la segunda elegí un ejemplar sano pero todavía sin flores, aunque tiene tantos capullos que seguro que no pasa más de una semana sin que vea flores abiertas.


Anemone coronaria 'De Caen'
Esta temporada febrero ha sido, desde luego, más prolífico que el del año anterior. Si por aquel entonces florecían tímidamente unas pocas plantas y empezaban a aparecer algunas bulbosas a la par que iban llegando las novedades, en esta no ha habido ni un sólo día en el que hayan faltado las floraciones abundantes de todas las especies que se han visto beneficidas por el otoño-invierno o directamente han llegado a casa cargadas de flores y no han dejado de sacar más. Además, con este buen tiempo, las siembras planificadas para primavera se han podido adelantar casi dos meses, con lo cual se pueden evitar casos como el del contenedor que, el año pasado, seguía prácticamente pelado a principios de abril. Actualmente ya quedan menos perennes y bulbosas por plantar y he dejado terminado un sitio para las trepadoras, plantas en las que no había profundizado demasiado por la falta de infraestructura adecuada y a lo que he puesto solución con unas pocas cañas. Esta primavera desde luego promete.

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