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Scilla siberica |
Aún acabamos de estrenar la segunda mitad de febrero, pero parece que la primavera se vaya a adelantar todo un mes. El pasado viernes vimos subir los termómetros hasta los 27ºC, y las mínimas no parecen querer bajar ya ni siquiera de los 10ºC algunas noches. Hoy llueve, pero como siempre, poco y durante poco rato. Las temperaturas y lo bien que reflejan las plantas este buen ambiente nos abstraen de esa realidad en la que, por ejemplo, la casi total ausencia de lluvias abundantes durante el invierno están haciendo que tenga que utilizar casi cien litros de agua por semana, y eso que todavía estamos en invierno.
Esta semana ha supuesto un pequeño parón de novedades, si bien algunas flores se han abierto por primera vez en la temporada y, casi sin darme cuenta, nada menos que 21 especies distintas de plantas se preparan para florecer. Algunas, todavía formando botones, no sé cuándo empezarán a mostrarse, pero otras estarán listas durante la semana próxima. Espero que no haya ningún problema y todas ellas cumplan con su cometido para comenzar a mostrarlas aquí tan pronto como estén luciendo sus mejores galas.
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Tropaeolum majus |
Esta semana ha florecido la primera bulbosa del año, una adelantada
Scilla siberica que lleva ya emitidas tres varas de sus irregulares pero bellas flores azules. Hasta ahora me florecían sobre mediados de marzo, y lo raro es que sólo lo ha hecho una de las diez que planté, de las cuales casi tampoco asoman siquiera, pues sólo hay dos puntas más sobre la tierra. Otros años las compraba en Schlecker, pero desgraciadamente dejaron de traer bulbos. Estas son de Eurobulb.nl y de momento parecen más enégicas; el problema que tenía con las anteriores es que florecían poco y mal, y los bulbos, aunque todavía encontraba alguno en verano, se ablandaban y acababan podridos.
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Rúcula |
También ha florecido de manera bastante temprana una planta que asociaba a días más cálidos y que sin embargo sembré en noviembre y ha crecido sin problema durante el invierno: una capuchina (
Tropaeloum majus) que ha dado flores amarillas y ha quedado curiosamente "enanizada". Sólo sembré una semilla, en noviembre, por la impaciencia de verla crecer pero a la vez con la prudencia de que quizá el invierno no le iba a gustar. Al final, esta estación no ha sido óbice, y podría haber sembrado incluso otras plantas tropicales y subtropicales de las más adaptables con nuestro clima. Una de ellas, la trepadora
Cobaea scandens, la sembré en agosto y ya ha crecido casi dos metros. No quiero imaginar lo que alcanzará cuando haga calor de verdad.
Otra de las floraciones nuevas para esta semana la han dado las
rúculas, que se produce una semana más tarde que
el año pasado. Las plantas son pequeñas, fueron sembradas a mediados de otoño, a diferencia de la planta de 2013, que llevaba creciendo desde el mes de junio anterior (tenía 8 meses al florecer). Otras plantas que se han retrasado un poco respecto al año pasado han sido las
Kalanchoe, que justo comienzan ahora a abrir su flores, aunque los capullos podían verse desde hace semanas.
Así pues, este año la espera primaveral se hará más llevadera, plantando cosas nuevas rodeado de flores de otras tantas nuevas especies. También en el ambiente se nota la llegada del buen tiempo, pues el roquero solitario (
Monticola solitarius), un pájaro azul residente todo el año en Cullera, comienza a defender su territorio cantando desde las azoteas de los edificios más altos cercanos a la terraza.
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