jueves, 12 de diciembre de 2013

Girasoles y abejas en diciembre

Helianthus debilis con abejas
En la entrada anterior hablaba de los efectos negativos que producían unos animales, los gorriones, en las plantas de la terraza. La de hoy será justo para lo contrario, para alabar el trabajo de otros animales, más pequeños.

Las flores de la terraza son visitadas por muchos insectos, la mayoría himenópteros tipo abeja y avispa y dípteros como moscas y moscas de las flores. Echo en falta que vengan más mariposas, pues es difícil ver a las especies más habituales de los prados libando en las flores que generosamente ofrecen su néctar para todo el que quiera. Curiosamente, las protagonistas de hoy, las abejas de la miel (Apis mellifera) no son tan frecuentes como me gustaría, presentándose sobre todo en otoño. La ocasión que más abejas atrajo a la terraza fue la floración de 2012 del áster, con casi una abeja en cada capítulo. De hecho, la foto que ilustraba la primera entrada de este blog correspondía a esos días.

Durante estos días casi siempre ha habido al menos una abeja buscando entre las flores, pero ha sido producirse la floración de este girasol con múltiples capítulos simultáneamente y las abejas se han multiplicado. A pesar de que el tiempo se mantiene fresco desde hace casi un mes, las abejas parecen no retirarse del todo durante esta época y cualquier flor es como un regalo. Todas las abejas llevaban las patas llenas de polen y además aprovechaban para pasarse por otras flores grandes que encontraban, como las gallardias y las gazanias. Al girasol le viene muy bien tener abejas sobre él ya que ayudan en la polinización y futura producción de frutos, las pipas.

Abeja de la miel en las flores
Pero ¿qué girasol es este? No lo sé muy bien. En el sobre de semillas ponía Helianthus debilis. Esta especie originaria del sur de los Estados Unidos tiene multitud de subespecies tan distintas entre sí que podemos encontrar desde plantas rastreras que crecen en las dunas costeras hasta girasoles ramificados como el llamado cucumberleaf sunflower, el girasol con hojas de pepino (Helianthus debilis ssp. cucumerifolius) que suele ser la subespecie más típica en jardinería y el cual esperaba que me saliese a mí, aunque tengo mis dudas.

Mi planta tiene hojas anchas, acorazonadas, con menos pilosidad que los girasoles comunes (H. annuus). Sin embargo, en lugar de crecer como una planta ramificada, el girasol ha crecido hasta ahora como un girasol común, con un tallo único en el cual primero se abrió un capítulo grande (el que aparece ya con los pétalos arrugados en las fotos) pero acompañado de un montón de capítulos más apelotonados en la parte superior. Además, en cada una de las axilas de las hojas apareció una ramificación que ya venía mostrando un capítulo nuevo. Esperaba a estas alturas que esas ramificaciones hubieran convertido al girasol en algo más parecido a un pequeño arbusto, pero al parecer se llenará de capítulos más pequeños más o menos cercanos al tallo.

Obtuve las semillas en una venta "de saldo" muy curiosa, y es que un aficionado de Bilbao había conseguido un lote de semillas de una marca holandesa que al parecer había quedado sin vender y ya tenían unos años. Concretamente, estos girasoles llevaban inscrita la recomendación de plantarse antes de 2008. En septiembre puse a germinar cuatro y dos no salieron, pero los dos que sí germinaron lo hicieron con la facilidad de unas semillas frescas, en menos de dos días. Las plantas crecían muy bien y actualmente sigo teniendo los dos, pero uno de ellos muy a mi pesar tendré que destruirlo, ya que el oidio se fue extendiendo por toda la planta y a pesar de que no ha conseguido matarla, sigue presente en todas y cada una de sus hojas y la planta no ha conseguido florecer.

El girasol el pasado domingo
¿Qué es entonces este girasol? En principio lo etiquetaré como Helianthus debilis haciendo caso al nombre que venía en el sobre. A mí se me ocurre incluso que fuese un híbrido de esta especie con Helianthus annuus, pues no he sido capaz de encontrar fotos de ejemplares que cuadren con la primera y su porte, como digo, es similar a la segunda. Se parece también a muchos girasoles ramificados ornamentales, como el famoso 'Autumn Beauty', el cual desconozco si también proviene del cruce de distintas especies, o el 'Italian White', del cual no me queda claro si es un H. annuus, un H. debilis o un cruce que los implique.

Sus flores parecen ser distintas a las de otros girasoles que he tenido este año. Los capítulos son más pequeños (salvo el primero que abrió), con el centro oscuro y los pétalos algo más largos. Este aspecto es más de mi agrado que el típico girasol común con pétalos cortos y centro pardo-amarillento. Como sólo ha florecido este ejemplar no cuento con suficiente material como para poder comparar la variabilidad de estos especímenes. En primavera sembraré algunos más para ver qué sale.

A pesar de que estemos prácticamente en invierno, parece que a la planta no le afecta la temperatura dado que allí en Cullera difícilmente se baja de los 4ºC, y mucho menos llega a helar. No sólo tengo estos girasoles, pues en el contenedor consiguió prosperar uno que sembré seguramente a mediados de octubre y que ya muestra el botón de su primer capítulo. Curiosamente, a pesar de todo el sitio que tiene, ha salido un girasol llamativamente pequeño, de unos 25 cm. de altura y hojas (y futuro capítulo) de tamaño igualmente reducido. Veremos cómo progresan éste y el de esta entrada durante el invierno, pero sin duda se agradecerá la presencia de sus grandes flores en una época con algo menos de colorido.

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