Fritillaria meleagris |
Situémonos un poco. Las Fritillaria son liliáceas, como los tulipanes, azucenas y Tricyrtis. Tienen tamaños variables y brotan de bulbos con un aspecto curioso puesto que aparecen como partidos, visualizándose el punto de brote de los tallos en el interior de una cavidad. Un detalle muy importante es que la mayoría de ellos son delicados ante el desecamiento y si no son plantados cuanto antes podemos perderlos, en contra de lo que sucede con otros bulbos, que pueden estar meses en una caja a la espera de ser enterrados. Curiosamente, esta tolerancia al almacenamiento en seco sí vale para la Fritillaria uva-vulpis aquí expuesta.
En 2011 me llevé a casa sendos paquetes de Fritillaria uva-vulpis y Fritillaria meleagris. Los primeros de LIDL, los segundos de ALDI, muy baratos y en bastante cantidad. Los planté todos en octubre -habiéndolos adquirido a principios de septiembre- en tierra de poca calidad, arcillosa, excepto unas pocas F. uva-vulpis que estuvieron en una mezcla de arena y materia orgánica.
Las plantas de por sí tardan en brotar. No son de esos bulbos que al cabo de uno o dos meses, en pleno otoño, ya dan señales de emerger como los iris y muscaris. Para aquella primavera, las Fritillaria uva-vulpis emergieron prácticamente todas, con un aspecto saludable, pero sólo unas pocas de las plantadas en arcilla florecieron; las otras desarrollaron unos tallos más o menos normales que amarillearon enseguida, pero los bulbos salieron de la arena impecables. De la Fritillaria meleagris no hubo ni rastro, ni siquiera restos de los bulbos cuando desmonté todo.
Fritillaria uva-vulpis |
¿Qué pasó con las Fritillaria meleagris? Que fueron a la basura otra vez. Pero, en esta ocasión, al fin encontré la explicación en un libro: los bulbos de esta especie han de plantarse pronto y mantenerse en tierra siempre húmeda. Esto lo descubrí cuando tenía los míos guardados dos meses en una caja, que todavía enterré por si acaso, pero que simplemente se fueron pudriendo bajo tierra. Lejos de olvidarme de la especie por su dificultad, al contrario, esperé pacientemente hasta ese septiembre para poner en práctica los conocimientos adquiridos.
Bulbos de Fritillaria meleagris |
El logro se empezaba a dar por consumado cuando, tras unos meses, aparecían hojas en diversos puntos de la maceta. Al menos ya era la primera vez que conseguía verlos brotar así que, floreciesen o no, ya había verificado que el sistema era bueno. Mientras, también crecían las hojas de las Fritillaria uva-vulpis, que tengo como "especie en recuperación" debido a los pocos ejemplares que me quedan y el hecho de no haber podido adquirir más hasta el momento.
El resto de historia ya se puede deducir de las fotos. Durante toda la segunda mitad de marzo han estado floreciendo dos Fritillaria uva-vulpis y a finales de mes se abrían paso entre las hojas algunos capullos en las Fritillaria meleagris. Casi en perfecto orden, al terminar la primera ha comenzado a florecer la segunda. La de la foto es la primera Fritillaria meleagris, la flor del tablero de damas, la ajedrezada, que consigue aparecer en tres años. Un claro caso de "a la tercera va la vencida". Y uno de esos casos donde la perseverancia del cultivador se ve gratamente compensada.
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