domingo, 10 de mayo de 2015

Oscularia deltoides, africana sinuosa

Oscularia deltoides
Entre las plantas crasas existen multitud de especies que llaman mi atención, pero tengo claro que uno de los motivos por los cuales no tengo más es su crecimiento: suelen ser grandes matas perennes que se van expandiendo con los años y no dejan de quitar sitio, floreciendo tan poco tiempo como lo haría una bulbosa. Lo mismo se podría aplicar a los cactus, los cuales van llegando a la terraza con cuentagotas aunque no he dejado de lado mi intención de conseguir más ejemplares de floración llamativa. Pero cuando una especie llega prácticamente sola a la terraza y además es bonita, hago lo posible por mantenerla hasta que dé lo mejor de sí.

Vista general de la planta
La Oscularia deltoides que tengo apareció sin más el año pasado en una maceta, brotando seguramente de una semilla, y casi seguro que alguien no muy lejos de la terraza tiene una de ellas en su balcón. Su forma me llamó la atención y quería saber en qué se convertiría si la seguía cuidando, cosa que hice con esmero en la maceta donde originalmente apareció hasta que la acabé trasplantando a una más grande. Otras aizoáceas han aparecido de manera espontáea por la terraza, como la Mesembryanthemum nodiflorum, especie mediterránea que acabé eliminando por lo rápido que crece y se expande por semillas, además de su poco valor ornamental; eso sí, me gustaría saber si crece de manera autóctona en el término municipal de la localidad para incluirla en mi registro de especies de Cullera.

Flores
Oscularia deltoides es una especie originaria de Sudáfrica. Su aspecto es inconfundible: las hojas opuestas, suculentas, tienen una sección triangular y el borde recubierto de pequeños dientes de color rojizo, que no son córneos ni punzantes al tacto, sino que son tan blandos como las hojas. Los tallos son rojizos y las hojas de color verde grisáceo. Tiene un porte rastrero aunque firme, y su tasa de crecimiento es bastante moderada, a pesar de que puede alcanzar el tamaño de un pequeño arbusto. La floración empezó a producirse a principios de este mes y consiste en las típicas flores con multitud de pétalos finos propias de esta familia, de color rosado con estambres blancos. Su tamaño es bastante pequeño: aproximadamente 1,5 cm. de diámetro.

Con mi predisposición a dejarme sorprender, intento no arrancar de buenas a primeras las especies desconocidas que aparecen en las macetas de vez en cuando, pues en alguna ocasión vale la pena dejar crecer lo que ha llegado sin invitación a la terraza por si se diera la casualidad de que se trata de algo interesante, como es el caso de esta Oscularia.

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