Jacinto y muscaris, marzo 2012 |
En otoño de 2011 compré varios bulbos en ALDI, LIDL y Schlecker, tiendas que traen una selección limitada repartida en dos ocasiones en el caso de los dos primeros (unos "exclusivos" o "premium" y otros regulares, con apenas 0,50 € de diferencia entre ellos) pero muy interesante por la variedad de algunas plantas -que no se encuentran así como así en cualquier tienda de jardinería- y su ajustado precio. Me llevé un buen montón, aunque no tanto como en 2012, y las repartí como pude en macetas y grandes recipientes. Uno de los mayores problemas fue la desacertada decisión a la hora de elegir el sustrato: en lugar de comprar cualquier saco de sustrato universal económico para llenar todos los recipientes, opté simplemente por ir a una zona removida y llevarme varios capazos de tierra arcillosa pensando que los bulbos se adaptarían como si estuviesen plantados en una huerta. En uno de los recipientes usé arena con cierta cantidad de restos vegetales (proveniente de una huerta costera) y una capa de sustrato universal para retener la humedad, ya que quise sembrar alguna semilla por encima para acompañar a los bulbos, básicamente amapolas que acabaron comidas por los gorriones.
Fritillaria uva-vulpis, marzo 2012 |
Hubo, no obstante, bulbosas a las que no les afectó demasiado esta premisa. Los muscaris (Muscari armeniacum) florecieron prácticamente todos y con total normalidad, incluso algunos pequeños bulbillos que venían pegados a los grandes, que planté separados pensando que necesitarían engordar, me sorprendieron con sus arracimadas flores azuladas durante la primavera. Los jacintos (Hyacinthus orientalis), diez en total, florecieron abundantemente aunque algunos no llegaron a estirar del todo su pedúnculo, quedando las flores de delicado aroma algo atrapadas entre las hojas. Ambas especies se conservaron bien y actualmente son las que más avanzadas se encuentran en su nueva ubicación.
Crocus vernus, febrero 2012 |
Otras especies con éxito irregular fueron los crocus y las Fritillaria uva-vulpis. Los primeros, de 50 cormos, tuvieron poca presencia en cuanto a flores y apenas fueron rescatados 5 ejemplares tras desmontar toda la parafernalia. Las segundas cuentan con el honor de ser de las pocas especies que florecieron, pero varios ejemplares tuvieron dificultades para emerger y se secaron al poco tiempo. No obstante, los bulbos fueron encontrados en perfecto estado y fueron conservados y resembrados este año, aunque todavía no han llegado a romper la tierra. El año pasado lo hicieron en marzo, con lo cual debe tratarse de una especie más tardía.
Salvo las especies mencionadas, más un tulipán 'Queen of Night', el cual floreció (uno de siete) cuando me encontraba sin cámara, y las anémonas, ninguna otra especie mostró flores. Las Scilla siberica consiguieron florecer pero no emerger, con las plantas atrapadas en el agujero del suelo por donde brotaron. Todas se pudrieron en el suelo y unas pocas tras sacarlas y guardarlas. Lo mismo ocurrió con los Allium moly, brotados bajo el suelo y con el crecimiento suspendido, pudriéndose todos en verano sin haber mostrado ni una sola hoja. También tres Camassia cusickii corrieron la misma suerte, pudriéndose en verano tras mostrar sólo una discreta roseta de hojas sin acabar de desplegar.
Gladiolo enano, junio 2012 |
Dejo de lado a las anémonas y ranúnculos puesto que, a pesar de venderse como bulbos, prefiero englobarlas en el apartado de las plantas vivaces. No obstante, entre las Anemone coronaria 'De Caen' y 'St. Brigid' y los ranúnculos apenas vi cuatro flores de las primeras y una de las segundas; los ranúnculos fracasaron en sus intentos. Todas ellas están rebrotando ahora mismo y están acompañadas de nuevas plantas adquiridas en otoño de 2012.
Muscari armeniacum, febrero 2012 |
Otras cuestiones básicas son enterrar los bulbos a la profundidad correcta (al menos el doble de su altura) y no excederse con los riegos. Con un sustrato universal con buen drenaje, y especialmente si cuenta con una buena adición de perlita, muchas veces bastará con el agua de las lluvias otoñales e invernales para que las plantas encuentren toda la humedad necesaria. Por último, un buen abonado es importante para que las plantas recarguen energías, algo particularmente importante al encontrarse éstas en gran número en espacios limitados. Por suerte, he conseguido unos sacos de abono que me durarán bastante tiempo y me servirán para comparar resultados.
Poco a poco los bulbos se van desperezando y pasarán su primera prueba, que es la de florecer en su primer año de estancia a en la terraza y sobrevivir. Todavía parece que se resisten a florecer estos bulbos primaverales, cuando ya nos encontramos pensando en qué bulbos estivales y otoñales añadiremos a nuestras colecciones. Sin embargo, no dejo de lado lo emocionante que puede ser este año al ver florecer el montón de especies distintas que se esconden bajo la tierra y que pueden dar una bienvenida a la primavera espectacular.
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