martes, 22 de diciembre de 2015

Solsticio soleado

Abeja en una caléndula
Llegó el invierno. Esta madrugada daba comienzo la estación de los días más cortos y fríos, aunque el ambiente actual haga pensar otra cosa. Las mínimas siguen bastante por encima de los 10ºC en Cullera y al sol radiante sólo lo interrumpen de vez en cuando las nieblas matinales, que en ocasiones como la mañana del pasado sábado fueron particularmente intensas. Además, para lo que queda de mes y año, se anuncia la llegada de nuevo de un anticiclón que seguirá manteniendo estas condiciones estables. Sólo la poca luz natural disponible nos recuerda que el invierno justo acaba de comenzar. Con él, claro, vuelven a crecer los días: hoy el sol se dejará ver durante 9 horas y 23 minutos, y para dentro de un mes, habrá crecido 29 minutos; un mes más y el día será una hora y media más largo que hoy. Lo que viene ahora, no obstante, es un periodo de calma para las plantas y hasta febrero no se empezarán a apreciar verdaderamente los primeros impulsos de la venidera estación primaveral.

Las buenas temperaturas, falta de insolación y elevada humedad ambiental hacen que, como cada año por estas fechas, los cuidados de las plantas sean mínimos. Las plantas semilleras van cubriendo espacio sin que casi me dé cuenta aunque, no obstante, las especies que tuvieron que ser sembradas más tarde por fallos en la germinación o los problemas con los caracoles se desarrollan muy despacio. Sin embargo, las sensaciones son mejores que hace un mes, cuando parecía que quizá me había demorado demasiado en hacer algunas siembras. Aunque es cierto que todavía tengo muchas cosas pendientes de ver crecer o incluso sembrar, las plantas de espacios grandes como el contenedor y algunas macetas ya van lanzadas a un buen ritmo y lo más seguro es que dentro de dos meses empiecen a alcanzar la talla para la floración.

Aparte de los pájaros como gorriones y el siempre simpático colirrojo, poca vida más se puede observar en la terraza. A pesar de que hay unas pocas flores disponibles, los insectos no parecen estar demasiado interesados en la terraza. Durante esta última semana las abejas han descubierto las flores de la caléndula y se han decidido a buscar néctar en cada uno de sus flósculos. De no haber tenido problemas, primero con los pájaros y después con los caracoles, quizá ahora estarían disfrutando de unas flores de girasol. Habrá que esperar también a la primavera para que los compañeros de las flores, los insectos, comiencen a trabajar en equipo con las plantas. Por ahora, a esperar pacientemente y disfrutar de las fiestas que vienen.

No hay comentarios :

Publicar un comentario