martes, 17 de enero de 2017

Cosas de invierno

Linaria maroccana
El presente invierno no está desviándose demasiado de lo que uno espera de esta estación. Las temperaturas son las esperables para la época y los primeros movimientos meteorológicos han ido produciéndose estos días. Movimientos que, con el temporal de lluvia y viento ocurrido hace un mes, no dejan de ser meramente anecdóticos y totalmente típicos de esta estación. Y, como es lógico aunque no siempre ocurra así, las temperaturas son frescas y las plantas que más atrasadas iban en su crecimiento van a tener que esperar a que los días crezcan un poco. Las que estaban floreciendo o a punto de hacerlo, no obstante, prosiguen con total normalidad. Lo peor a lo que se han tenido que enfrentar estos días es al continuo viento de oeste-noroeste que, sumado a mis escasas visitas, han secado más de la cuenta algunas macetas. Y es que la mayoría todavía se encontraban con tal cantidad de agua retenida que a muchas de ellas no las había vuelto a regar si la tierra todavía se veía oscura y con aspecto húmedo.

Pelargonium x hortorum
Así pues, reforzando un poco con riegos abundantes y a un paso de volver a colocar todas las bandejas que retienen el agua en el drenaje, las plantas deberán esperar a que se cumpla la siguiente previsión, la de las lluvias, para recuperar ese suelo húmedo que las hace desarrollarse de la mejor de las maneras. En enero apenas han caído cuatro gotas, el sábado día 7 y hoy mismo, sin que ninguna de las dos ocasiones diese como para realizar cálculos -posiblemente menos de un cuarto de milímetro acumulado- pero se espera que a partir del jueves lleguen lluvias algo más cuantiosas. No suele fallar: siempre que unas lluvias permiten mantener a las plantas casi sin regar, vienen días de viento seco y echan al traste con los planes. Las macetas, una vez se resecan, cuestan bastante de empapar sin verter abundantes chorros de agua que acaban removiendo demasiado la tierra y afectando a las raíces de las plantas; por ello, una buena lluvia siempre es bienvenida por su capacidad de empapar la tierra de manera uniforme y suave.

Felicia amelloides
¿Y el frío? Desde hoy martes se prevé una bajada drástica de temperaturas, hasta el punto de que mañana día 17 la cota de nieve estará al nivel del mar durante la madrugada, esto es, que si llega a llover un poco como ha ocurrido hoy veremos aguanieve, como ocurriera en ocasiones anteriores no demasiado lejanas (enero de 2006 y 2010, respectivamente). Quizá para nuestra región el periodo de permanencia de estas condiciones sea demasiado breve. ya que esta pasada madrugada todavía se ha visto influenciada por las buenas temperaturas del día anterior y la protección que han brindado las nubes. No obstante, estamos observando cómo la temperatura está siendo más baja a mediodía que al amanecer, y no será raro que veamos ya valores muy bajos a primeras horas de la noche. Dado que al jueves vuelven las nubes en mayor cantidad, las bajas temperaturas se suavizarán, volviendo a valores similares a los que hemos estado teniendo hasta ahora. A falta todavía de contemplar al menos los próximos días hasta dentro de un mes, de mantenerse con regularidad las temperaturas bajas quizá algunas plantas retrasen un poco su crecimiento, aunque nuestro clima sigue siendo benigno pese a estos episodios puntuales. Una vez el día vuelva a crecer también lo hará el ritmo de las plantas.

Lavandula dentata
A la espera de que varias especies florezcan, siendo algunas de ellas la primera vez que lo harán y por tanto creando las mejores expectativas, las que ya habían comenzado su camino siguen tal cual en él. Se abren, como siempre, las clásicas Mauranthemum y Calendula de todos los años, acompañadas de unas muy adelantadas linarias. Entre estas ya se encuentran al menos dos ejemplares de Linaria reticulata, con tallos muy finos y flores típicas, pero todas aquellas que entran dentro del patrón para Linaria maroccana siguen mostrando rasgos de la especie anterior. El año pasado, con las semillas originales, salieron hasta cuatro diseños distintos, sólo uno de ellos similar al de las flores de este año. Algunos de los actuales poseen incluso las nervaduras rojas que dibujan una red sobre el amarillo del centro, y siguen poseyendo los tres lóbulos que sobresalen de la parte inferior de la corola muy cortos, aunque no tanto como los de las reticulata originales. Quizá habrá que tener presente el volver a sembrar semillas del paquete original para recuperar la variedad. Todas las plantas que están floreciendo ahora tienen en común el hecho de que son autosembradas, pero existen unos cuantos ejemplares, todavía en desarrollo, que sembré voluntariamente a partir de las semillas producidas por las plantas de 2016 y que, visto lo visto, tienen muchas papeletas de salir con el mismo aspecto.

Linaria maroccana
Las perennes de invierno, por su parte, van a su particular ritmo. La Lavandula dentata ya llegó en flor y habitualmente nunca deja de hacerlo, a juzgar por los ejemplares que suelo ver en campos y jardines. Del mismo modo, la L. stoechas, también llegó y permanece floreciendo, quizá algo adelantada. La que se dio prisa de manera natural fue la Felicia amelloides, que suele florecer de enero a marzo y esta vez comenzó en noviembre, así como las irregulares Gazania, que florecen de manera aleatoria entre otoño y primavera. Poco a poco se irán sumando otras perennes sudafricanas, las más dadas a florecer desde el invierno: ya lo ha hecho la Osteospermum, por ejemplo. También se encuentra en plena floración un geranio zonal (Pelargonium x hortorum) que obtuve hace dos otoños sembrando unas semillas que me regalaron, una planta resistente como pocas aunque su aspecto no termina de parecerme del todo atractivo. Floreció también durante toda la primavera y hasta sirvió con sus pétalos como material para nido para las abejas Megachile.

Gazania rigens
Enero sigue siendo un mes en el que hay que reservar un poco de paciencia para el inicio de la temporada de flores, pues aunque ésta se encuentra a la vuelta de la esquina, estos días que quedan hasta más o menos el final de febrero se hacen un poco largos. Las plantas jóvenes parece que tarden una eternidad en crecer y los bulbos nos harán esperar un poco más para florecer, pero al final no será para tanto. Además siempre ocurre lo mismo, y es que ahora mismo nos invade la impaciencia por que comience todo, pero después, con la llegada del verano, nos gustaría que las plantas no se dieran tanta prisa a fin de que la floración se alargase casi hasta la llegada del otoño. Este año, a fin de cubrir toda clase de expectativas, he seleccionado distintas especies tanto anuales como perennes con la esperanza de que algunas continúen cuando las demás hayan terminado. Todavía es pronto para saberlo, así que lo mejor es relajarse y esperar.

[Actualización (19:00h)] Finalmente, la lluvia que ha llegado a Cullera se ha presentado en forma de aguanieve esta misma tarde, a pesar de estar a 6ºC de temperatura. No he podido presenciarlo por mí mismo, desafortunadamente, puesto que no contaba hoy con visitar la terraza dado que fui ayer.

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