jueves, 3 de octubre de 2013

Oxalis bowiei, una belleza casi olvidada

Oxalis bowiei en floración
Hay muchas plantas ornamentales que han quedado relegadas al olvido y es prácticamente imposible encontrarlas en el comercio. El único recuerdo que tenemos de ellas son los ejemplares que siguen creciendo en macetas o jardines donde no han necesitado muchos cuidados para mantenerse. En muchos otros casos, estas plantas las encontramos establecidas en pleno campo, siempre cerca de zonas rurales y edificaciones, escapadas de alguna casa rural o del margen de alguna huerta donde otrora se plantaron como ornamentales.

Algunas de estas plantas siguen creciendo hoy en día integradas con la flora autóctona: en las orillas de las acequias de casi toda l'Albufera aparecen ocasionalmente Narcissus tazetta, y en el Cap de Cullera en marzo algunas pendientes se llenan de las blancas flores de las africanas Freesia refracta. Hay veces que estas plantas no escaparon de macetas sino que seguramente vinieron como polizontes en algunos intercambios agrícolas, como los Nothoscordum, bulbillos sudamericanos relacionados con los ajos que se reproducen con frenesí, o los Oxalis pes-caprae sudafricanos que tapizan muchas huertas.

El caso que nos ocupa se acercaría a lo primero. El Oxalis bowiei es una especie sudafricana de grandes hojas carnosas y flores de un rosa intenso. Al igual que otros Oxalis, como O. articulata u O. debilis, esta planta ornamental sigue creciendo en algunas casas, pero es prácticamente imposible de encontrar en los comercios. Mis ejemplares salieron del margen de un camino entre arrozales de Sueca, prácticamente en medio de la nada -aunque quizá llegasen de alguna caseta de campo cercana- donde hace casi un año su gran mata de flores de vivo colorido hicieron que me detuviese a curiosear.

No les hice ninguna foto, porque me pareció que tenían un aspecto tan inconfundible que al llegar a casa y consultar en Internet lo encontraría enseguida, y así fue. A la semana siguiente, me llevé una pequeña azada y cavé con mucho cuidado de no hacer un agujero demasiado grande, pero dejé intacta la mayor parte de la mata, limitándome a encontrar algún bulbillo suelto en su perímetro. Previamente había buscado en la red el aspecto de sus órganos subterráneos para saber qué debía buscar, y no parecía muy complicado: los tubérculos tienen forma de gota muy alargada, como si hubieramos estirado uno de Oxalis pes-caprae (podéis verlos en esta entrada, cuando los saqué para replantar hace algo más de un mes). Eso es lo que encontré al excavar, muy pequeños, pero me llevé cinco o seis.

Aspecto de las hojas
Tras un tiempo plantados en dos macetas pequeñas, en ambas comenzaron a salir tímidamente las pequeñas hojas de tres folíolos. Los tuve que poner bajo protección ya que los gorriones se volvían locos con ellos, cortando trozos de hoja y llegándolas a segar del todo. En aquella misma época me habían enviado los Oxalis triangularis en un intercambio y a éstos no los tenía protegidos porque los gorriones se iban directo a por los O. bowiei, de color más vivo. Al final, como ya he contado, acabaron picando a ambos, así que tuvieron que crecer bajo jaulas hasta la primavera, cuando los pájaros por fin los dejaron tranquilos.

La planta es eminentemente vivaz, pasando bastante tiempo sin hojas, recluida en sus órganos de reserva. Así, a finales de primavera las hojas comenzaron con su deterioro natural y dejé de regarlos. Los tenía en un sustrato muy arenoso y drenante, que parece irles de maravilla. Como conté en la entrada que mencionaba antes, al escarbar en sus macetas acabaron apareciendo más de 15 tubérculos, no demasiado grandes. Dado que había tantos, decidí ponerlos en una maceta específica para ellos de un modelo del cual tengo unas cuantas, cuadradas con unos dos litros de capacidad. Si por mí fuera, todas las macetas que tuviese serían con esta forma o rectangulares, ya que son más fáciles de organizar y vienen estupendamente para tener por separado plantas pequeñas de tubérculo, bulbo o raíces carnosas.

Lo que pasó después me dejó algo sorprendido. De aquellos tubérculos tan pequeños que habían dado hojas de talla discreta, empezaron a emerger en las siguientes semanas tras enterrarlos montones de hojas cada vez más grandes. Al final hemos llegado a octubre y las hojas más grandes lo son casi tanto como recuerdo que lo eran las plantas que encontré en aquel camino, mayores incluso que las del Oxalis tetraphylla. Estas hojas tienen la particularidad de no ser articuladas, es decir, que permanecen inmóviles ante los cambios de luz en lugar de plegarse y desplegarse como muchos de sus parientes.

Flor en detalle
Mi alegría terminaba de culminar al ver asomar de entre la mata de hojas una vara floral, seguida de otra, y otra, hasta cuatro que tiene ahora. Recuerdo que las flores me llamaron poderosamente la atención cuando las vi en aquel camino del marjal, y no era para menos. Con el aspecto de todos los Oxalis, las flores de cinco pétalos son bastante grandes, un poco más que las de los O. pes-caprae, y de un rosa muy intenso. Además he notado que la flor va moviéndose poco a poco, apuntando hacia varias direcciones en poco tiempo, pero desconozco totalmente a qué se debe y qué función puede tener. De momento sólo hay una, y espero que la planta abra varias a la vez, lo cual le dará un aspecto magnífico.

A diferencia de algunos Oxalis, que aparecen y desaparecen varias veces a lo largo del año -generalmente faltando sus hojas cuando hace mucho calor, el Oxalis bowiei tiene un ciclo de crecimiento estacional restringido a las épocas menos cálidas del año. Desconozco cuánto tiempo estará floreciendo, pero imagino que serán unas cuantas semanas de otoño y posteriormente pasará a tener sólo hojas hasta finales de primavera, como ya hizo. Tiene, por tanto, un ciclo similar a Oxalis pes-caprae, aunque la floración de éste suele extenderse bastante tiempo.

De esta manera tan simple llegó a la terraza una planta que, aunque muchos ya han olvidado, tiene una belleza especial que no desmerece en ninguna colección de plantas. Ahora toca disfrutar de su intenso colorido, pues es gratamente bienvenida en esta época en la que la presencia de flores va disminuyendo progresivamente.

4 comentarios :

  1. Muy interesante. Pensaba q era el variavilis grand. Hace años que lo busco...desde el 2008...y nada. Vivo en la Gomera y aqui no existe y he preguntado en viveros y tmpoco tengo suerte. Me podrias ayudar a conseguirlo?.. Gracias!

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    1. Hola Adrián. Oxalis variabilis parece ser lo mismo (un sinónimo en desuso, vaya) que Oxalis purpurea, otra especie sudafricana con cierta presencia en jardinería "de toda la vida", pero no lo he visto nunca. Creo que al poner en Google "Oxalis variabilis" sale de todo y muchas fotos sí corresponden a este bowiei de la entrada, pero nada que ver.

      No tengo idea de dónde conseguirlo, ya me gustaría encontrar nuevos Oxalis sin que sean especies que te clavan 4 euros por cada tubérculo o así :-/

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    2. Tienes razón. Estuve buscando en Internet y por un bulbin de un oxalis versicolor mas pequeño que una moneda de 5 centimos ... 3,50€!!... gracias por responder. ;-)

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    3. El Oxalis versicolor es el paradigma de todo aquel que busca Oxalis más allá de estas especies típicas que todos tenemos, hasta que ve el precio :D Donde más baratos se ven es en algunas tiendas inglesas y aún así cuestan más de 12 euros el pack de 10 tubérculos. Desconozco el motivo de tal precio, muchas veces tiendo a pensar que es que se reproduce poco y lento, pero viendo el ejemplo de algunas semillas que hacen lo mismo (te ponen sólo 5 a un euro y pico, luego consigues la planta y resulta que las da en cantidades aceptables) posiblemente sólo se deba a exclusividad.

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