jueves, 27 de febrero de 2014

Explosión de margaritas

Ismelia carinata
En esta suave segunda mitad de invierno, en la que no ha faltado el calor pero sí la lluvia, la mayoría de plantas comienzan a despuntar como si ya hiciese semanas que comenzó la primavera. Las compuestas, que tantas entradas protagonizaron el año pasado, toman la delantera aventajadas por su abundancia en número, como viene siendo habitual.

Hay muchísimas especies en la familia Asteraceae, pero la subfamilia Asteroideae es la que se lleva la palma con sus aproximadamente 16.000 especies. En esta subfamilia encontramos a la inmensa mayoría de las especies con el clásico aspecto de margarita, crisantemo, girasol o caléndula, esto es, con el disco central de flores tubulares y pétalos rodeándolos, imitando el aspecto una flor actinomorfa típica. Muchas veces los pétalos están ausentes y en algunas especies incluso las flores son de lo más inusual, como en las Xanthium americanas que se han asilvestrado en nuestros campos. Las flores de tipo margarita ganan por mayoría y además en cultivo tenemos formas mutantes, con varias líneas de pétalos (dobles y semidobles), con lo cual la oferta es inabarcable. Hay una pequeña excepción, y es que en la subfamilia de las achicorias, dientes de león y similares (Cichorioideae) también hay unas pocas especies con aspecto de margarita al uso, como las Arctotis y las Gazania.

Argyranthemum frutescens
Son precisamente las especies africanas las que más representación tienen en este momento en la terraza. Hace poco hablé sobre lo bien que estaba la Felicia amelloides, grande y cargada de flores al fin, y los presagios se han cumplido ahora con su compañera la Osteospermum fruticosum. Al mismo tiempo que la Felicia ya había abierto decenas de capítulos azules, la matacabras o caléndula de El Cabo empezaba a cubrirse de los futuros capítulos. Todo apuntaba a que se iba a convertir en una "bola" de flores y así ha sido. La planta ha triplicado su tamaño desde su adquisición hace casi un año y por fin ha comenzado a ir bien, coincidiendo con una ampliación de maceta que le hice a ella y a varias de sus compañeras hace poco. A pesar de ser una planta resistente, lo cierto es que con el calor y una maceta demasiado pequeña se resiente a menudo. Espero que con el cambio consiga estar espléndida incluso en los meses más calurosos.

Mata de Osteospermum
Una de las primeras novedades ha sido la floración de los crisantemos tricolor (Ismelia carinata), sembrados desde julio y septiembre en una maceta y en el contenedor, respectivamente. Esta planta, también conocida por nombres ya obsoletos como Chrysanthemum carinatum, Glebionis carinata o Ismelia versicolor, es originaria del norte de África, incluyendo la Macaronesia. Es una especie fácil de cultivar que no ha tenido problema en crecer durante el otoño-invierno, alcanzando los ejemplares más grandes del contenedor unos 40 cm. y algo más de la mitad los que tengo en una maceta relativamente pequeña. Tienen hojas muy divididas y capítulos grandes de colores variados, siendo el disco rojo-amarillo del centro, o en ocasiones sólo el amarillo, común a todos los ejemplares. A mí me han salido blancos (los del contenedor) y rosados. La planta grande del contenedor floreció la primera hace semanas, pero los pétalos salieron arrugados y marrones. La flor actual tampoco ha salido perfecta, pero está algo mejor. En 2013 tuve a la especie y todas las flores salían deformadas, creciendo bastante mal y secándose después de sacar unos tres capítulos. Es de esas plantas que se ha hecho de rogar (los capítulos han tardado unos dos meses desde su aparición hasta abrirse) y me gustaría tener muchas más combinando con otras de sus parientes.

Calendula officinalis
En el contenedor ésta ha sido la primera compuesta nueva del año desde la resiembra otoñal. Siguen en ella las dos caléndulas que dejé, con la de flores naranja cargadísima como siempre, y parece que se va soltando y animando una de las Mauranthemum paludosum. Hay otra especie de la familia cerca de florecer, que ya revelaré cuando lo haga. Mientras, la mayoría están dentro de la tónica general del contenedor, esto es, creciendo todavía o siendo muy pequeñas dado que ha costado establecerlas después de varias siembras. Si todo funciona, el número de miembros de la familia en este punto de la terraza todavía está por multiplicarse exponencialmente.

Cosmos blanca
De las mencionadas Mauranthemum paludosum poco más que decir salvo que se han convertido ya en una de esas plantas que aparece por cualquier lado en la terraza y soy incapaz de quitar voluntariamente por lo poco que ocupan y lo bonitas que son. Eso sí, algunos ejemplares han salido en macetas inadecuadas y quizá aproveche las plantaciones y organización que tengo pendientes estos días para trasladarlas a macetas grandes "comunitarias" donde tengo planeado combinar varias compuestas de las que tengo actualmente en semilleros. Además parece que no haya dos flores iguales y tienen la particularidad de ir bien tanto en sol como en sombra. Precisamente, el ejemplar que tengo en el rincón de semisombra es el más pequeño, pero el que da los capítulos de mayor tamaño.

Bellis perennis
La más reciente de las especies, que ha llegado hoy, es la margarita Argyranthemum frutescens. Se trata de una planta de origen canario frecuente en los comercios, siendo una de las margaritas más populares, de la que existen multitud de variedades con colores variados (casi siempre entre amarillo, rosado y el blanco original) e incluso con formas dobles. Era una planta que siempre había tenido en mente por ser de esas margaritas recargadas, perennes y de talla mediana, pero buscaba la mejor oportunidad para traerla a casa. O, dicho de otra manera: un ejemplar grande, sano y no muy caro. El de las fotos ha costado un euro y medio en la floristería cercana a casa -de donde también vinieron las Mauranthemum y las Gazania- y está espléndido. Había blancas y éstas, de un rosado intenso con una banda blanca en la base de los pétalos, colorido que me ha parecido mucho más llamativo y el cual, a pesar de haber tantas especies, faltaba entre las margaritas de la terraza. No tardaré demasiado en ampliarle la maceta para que se vaya expandiendo a gusto.

Otro crisantemo tricolor
Entre las especies obtenidas de semilla en los últimos meses, las primeras en florecer han sido una Cosmos blanca y una Bellis perennis doble de tipo 'Pomponette'. La primera la recibí como presente en un intercambio de semillas y la puse en una pequeña maceta por curiosidad, donde ha crecido sin demasiadas atenciones -es una planta estupenda para nuestro otoño-invierno pero que sufre en verano- y acabó floreciendo hace unos días. Las Bellis perennis son el segundo intento seguido y el enésimo de 2013. Las semillas las adquirí allá por febrero y todas las siembras que hice desde entonces se me malograron al aumentar las temperaturas (se cocieron, literalmente, bajo el plástico protector). En verano saqué más plantas en el patio, pero para otoño estaban llenas de manchas y deformidades, así que las arranqué y volví a sembrar, ocasión en la que por fin han ido mejor. Todavía son muy pequeñas y la flor que ha salido tiene pinta de haberlo hecho forzada por el calor, siendo también diminuta. Es una planta frecuente en las tiendas y podría haber tenido alguna al mismo precio que las Mauranthemum, pero eso lo supe después de tener las semillas en casa y prefería probar. Aunque las flores de la planta son margaritas "estándar", de pétalos planos y blancos con el centro amarillo, es más frecuente encontrarlas como la que tengo, dobles con pétalos tubulares que crecen muy apretados en una extensión variable, algo similar a las Zinnia 'flor de dalia'.

Mata de Mauranthemum paludosum
¿Qué más queda? Están las Gaillardia, que ya no sé de dónde sacan fuerzas para seguir floreciendo, pues las plantas están totalmente secas y ya casi no sacan hojas; las futuras dalias, que espero acertar con ellas después de la decepción del año pasado -de la cual quizá tengo más culpa de lo que pensaba- y con dos frentes abiertos, pues he plantado también de semilla. Tengo también un par de girasoles rojos mexicanos (Tithonia rotundifolia) que sembré en septiembre y han ido relativamente mal, quedándose muy pequeños, amarillentos y con la mitad de hojas secas por un ataque de hongos en otoño. Una de ellas está floreciendo de manera pobre, con un capítulo pequeño que apenas ha conseguido abrirse. He pregerminado otra semilla que seguramente enterraré en la misma maceta cortando antes los otros ejemplares. Es una anual de crecimiento rápido, muy grande, pero que seguro que será más feliz con más sol y temperatura. Esto pasa con algunas plantas, como las Zinnia, que no tienen inconveniente en germinar en nuestro otoño-invierno pero funcionan muy mal en esas fechas.

Argyranthemum
Como comentaba, a pesar de la gran cantidad de margaritas, crisantemos y caléndulas que pueblan estos días la terraza, hay que tener en cuenta que todavía falta un mes para la primavera, con todo lo que ello supone, y que sigo atendiendo a otras tantas especies que están creciendo o son candidatas para ser sembradas, como los próximos girasoles para esta temporada. Y, por supuesto, hay más tipos de compuestas a punto de ganar protagonismo: en este momento hay seis especies distintas de Centaurea creciendo en la terraza. Dos de ellas están teniendo problemas con la araña roja, que espero eliminar antes de que sea demasiado tarde. Otras, las viejas conocidas Centaurea cyanus, empiezan a desarrollar el tallo con el que florecerán, pero si todo va bien no serán la primera especie del género que lo haga este año.

Así pues, 2014 apunta a ser un año en el cual la mayor familia de angiospermas volverá a ser también la de mayor riqueza y variedad en la terraza, siempre dispuestas a sorprender con su belleza y colorido.

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