jueves, 27 de marzo de 2014

Y los antirrinos se cruzaron

Antirrino de mata baja con un nuevo color
Los antirrinos son unas de las herbáceas perennes -de vida corta- que más tiempo llevan en la terraza desde que empecé a montar todo el tinglado actual: 2011. Los primeros procedían de semillas de una planta que tenía mi tía y posteriormente sembré más con unas semillas del LIDL.

Como he contado otras veces, tengo dos formas de la misma especie, Antirrhinum majus: una es de porte bajo, de como mucho 20 cm. de altura, con las flores agrupadas en cimas dispuestas radialmente en un sólo nivel; es la forma que suele usarse para macetas colgantes. La otra forma, la más típica, produce espigas desde el ápice de los tallos donde las flores crecen unas sobre otras de manera piramidal. Siempre es más alta, hasta unos 45 cm. En mi caso, además, la gama de colores es más amplia en esta última forma dado que la obtuve de semillas comerciales en lugar de partir de una sola planta.

En la terraza, los antirrinos no han vuelto a ser sembrados desde 2012 salvo algunas semillas esparcidas en el contenedor de las anuales donde faltaban al remover la tierra. Ellos mismos dejan caer sus pequeñas semillas, que producen a cientos, y más de una vez acaban en otras macetas, donde suelo dejarlos si no molestan mucho. Lo que no había ocurrido hasta ahora había sido que se produjese polinización cruzada entre las dos formas; de la forma baja sólo obtengo plantas de color rosado claro con el centro amarillo o bien lo mismo pero sustituyendo el rosa por el blanco; en las de mata alta la gama de colores es mucho más extensa y los hay tanto monocromos como con la mancha central, siempre amarilla aunque también en distintos tonos.

La planta de la foto es una buena prueba de que los insectos hicieron su trabajo: a las abejas más robustas les encanta abrir la "trampilla" que forman los pétalos de estas flores en busca de polen. El resultado ha sido que en la maceta donde estaban los antirrinos de mata baja y donde han florecido ya plantas de ambos colores "primigenios" ha aparecido este ejemplar: color fucsia intenso, sin más matices, y hojas con un tono purpúreo. Es idéntica en tonalidad a algunos de los que tengo o he tenido de mata alta, pero conserva la disposición de las flores de los de mata baja, la cual es de suponer que ha sido la planta "madre". Esto no es más que el punto de partida para que ambas variedades empiecen a manifestarse en formas intermedias, haciendo que las próximas plantas que surjan de la autosiembra tengan un aspecto imprevisible.

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