martes, 21 de octubre de 2014

Un pequeño infierno en octubre

Mammillaria karwinskiana ssp. nejapensis
Como ya se adelantaba en la anterior entrada, octubre comenzó con un día de lluvia sobre Cullera que supuso la mayor precipitación registrada en un año entero, pero al marcharse las nubes el calor volvía a tomar el mando ayudado por el pertinaz viento de poniente. Hoy podemos hablar de otro récord, pero de temperaturas máximas: 34ºC un día 21 de octubre, con el otoño estrenado hace ya un mes. Uno de los días más calurosos del último año y en una época en la que se espera que las temperaturas vayan bajando. Son más de 10ºC de diferencia al alza si lo comparáramos con el 21 de octubre de 2013, año en el que este mes también fue atípicamente cálido.

Por suerte, las noches transcurridas entre el fin de semana pasado y hoy han tenido temperaturas agradables, inferiores a los 20ºC, y las plantas no han sufrido demasiado este golpe de calor repentino al contar todavía con humedad retenida en el sustrato, ni siquiera las más jóvenes. No ha sido el único meteoro curioso de estos últimos siete días: recién comenzada la madrugada del domingo se instaló sobre Cullera y Sueca una espesa niebla que no dejaba ver más que unos pocos metros al frente, disipándose cerca del amanecer. Debió aportar casi tanta humedad como una lluvia ligera al convertirse en rocío y resbalar hacia la tierra.

Nezara viridula
La imagen que encabeza la entrada, la del cactus Mammillaria karwinskiana ssp. nejapensis, no está puesta adrede para enfatizar la temática del calor inusual: lo cierto es que este pequeño cactus ha comenzado a florecer a mediados de este mes, tras el sofocante verano y las lluvias de inicios de otoño. El año pasado lo hizo tímidamente en mayo, se detuvo y volvió a comenzar en septiembre, llenándose de flores que se llevó a su "retiro" invernal, el patio de abajo, donde lo resguardo de la lluvia hasta primavera. Ha comenzado poco a poco pero se observan muchos botones florales, con lo que se quedará un tiempo más en la terraza.

Sobre su pariente el Opuntia monacantha se encontraba un insecto muy frecuente de la familia de los Pentatomidae, los chinches de aspecto poligonal y colores variados tan frecuentes entre las plantas: se trata de la Nezara viridula, el chinche verde o pudenta ("hedionda") como se la conoce en valenciano debido al desagradable olor que desprende si se la obliga a defenderse. Es un insecto que se alimenta de vegetales, succionando sus jugos con su aparato bucal. Parece que lo estaba intentando con el cactus, pero no debe haber tenido mucho éxito, pues ha abandonado poco después.

Este es el panorama que se presenta cuando noviembre se encuentra ya a la vuelta de la esquina. Una supuesta bajada de temperaturas sería lo esperable a partir de ahora y dentro de un mes deberíamos haber dejado ya esos mediodías a más de 25ºC, pero nunca se sabe. Más preocupante aún es que las lluvias han desaparecido totalmente del panorama y no se las espera en breve, y da que pensar si lo que ocurrió hace unas semanas será toda la lluvia que veremos este otoño, repitiéndose la pesadilla de la sequía.

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