Tagetes patula |
El tiempo por supuesto ha cambiado, y aunque todavía hace bastante calor, la impresión general es que ya parece una época más segura para empezar a plantar cosas sin miedo al verano, al que ya le queda poco. Las temperaturas máximas han disminuido ligeramente, aunque se superan los 30ºC casi a diario, pero el sol parece que "pica" menos; las mínimas sí han bajado de manera visible y ya se sitúan por debajo de los 20ºC todas las noches, lo que las hace inferiores incluso a las de los días lluviosos de la semana pasada. La situación es similar a la de mediados de junio, aunque en aquel entonces y debido a la inusualmente fresca primavera, las mínimas eran aún más bajas.
Las lluvias ocasionalmente pueden traer bajas, debido principalmente a un mal drenaje de la tierra, el taponado de los propios agujeros de la maceta y el consabido exceso de agua que llega de golpe. No parecen haber sido muchas en esta ocasión, y de hecho todavía no pueden constatarse del todo. El antirrino de flores rosa que tenía desde el verano pasado y el lupino superviviente de la siembra pre-primaveral se han quedado sin hojas y muy amarillentos, y es posible que no rebroten ya. El primero tiene multitud de plántulas a sus pies, procedentes de la caída de sus propias semillas, y el segundo ya tiene puestos a sus sustitutos en una nueva maceta donde crecen deprisa.
Plántulas de Martynia annua |
No ha habido suerte al esperar que rebrotase alguna de las plantas "declaradas oficialmente muertas" tras perder toda su parte aérea de manera definitiva el mes pasado, así que cosas como la Campanula glomerata o la Prunella habrá que reponerlas si vuelven a traerlas a las tiendas. No sé si hacer lo mismo de manera cautelar con los edelweiss, ya que ambas matas casi han quedado reducidas a compost tras la lluvia, partiendo ya de lo secas que estaban en verano. Como digo, este estado también lo adoptan en invierno con su habitual letargo, pero lo de verano ya no lo conozco. A lo sumo, en el mejor de los casos la reposición se saldaría con una planta de más para 2014.
En cambio, la que parece que volverá a resurgir es la mata de margaritas Mauranthemum paludosum, cuya maceta, después de quedar totalmente seca y empaparse a fondo con la lluvia, se está llenado de plántulas que espero que provengan de una autosiembra; esto ya ocurrió en abril, cuando la planta original, ya estropeada, murió con las lluvias de finales de ese mes y al mismo tiempo ya estaba siendo sustituida por nuevas plántulas. Me pasa un caso curioso con esta planta, y es que a pesar de que aparentemente da tantas semillas que germinan con facilidad e incluso en alguna ocasión han conseguido "saltar" a otra maceta, apenas he sido capaz de encontrarlas por mí mismo al desgranar alguna cabezuela seca, con la intención de introducirla en otros puntos para ampliar su cantidad, como en el contenedor mismo. Sea como fuere, si regresa ciclo tras ciclo al final conseguiré expandirla.
Cosmos sulphureus |
No hay demasiadas plantas aparte de las mencionadas que sigan con flores ocasionales. La Clematis 'Jackmanii' sigue sacando alguna de vez en cuando, y la Salvia farinacea parece que está más cargada ahora, aunque sigue peligrosamente vacía al quedarle sólo dos tallos y ninguna señal de rebrote desde el suelo. También la hierbabuena continúa con sus flores algo maltrechas ya y la Aquilegia alpina, que no ha dejado de crecer en todo el verano y no sé si llegará a comportarse como una vivaz, sigue sacando flores medio escondidas, pequeñas y no tan bien formadas como las de primavera. La Passiflora caerulea, que ha crecido muchísimo, también parece estar llena de capullos pero hace tiempo que no le veo flores nuevas.
El agua ha reactivado o incentivado a germinar o brotar a muchas pequeñas plantas. Las Digitalis purpurea han llegado a todas sus macetas vecinas, creando rápidamente parches de pequeñas plantas -véase en la foto del Eryngium planum- que desgraciadamente tendré que eliminar ya que lo han hecho en macetas ocupadas por otras plantas y las dedaleras crecen mucho. No obstante, es buena señal ya que puedo utilizar las semillas que guardé para preparar alguna maceta nueva, dado que no sé cuántos años más pueden durar las plantas originales.
Una pequeña seta |
Otra planta que hay que ir arrancando constantemente es la Kalanchoe x houghtonii. Como es sabido, esta planta produce propágulos en el margen de sus hojas, pequeños clones listos para desprenderse y enraizar. En verano cayeron algunos, pero con la lluvia han llegado a montones a distintas macetas. En los rincones donde hay acumulada algo de tierra hay plantas de tamaño bien visible que deben haber llegado allí durante el verano. Por suerte, se arrancan fácil y no dejan restos que puedan volver a rebrotar.
En el contenedor, finalmente me decidí por el método drástico y acabé arrancando todas las plantas que quedaban, salvando eso sí a la caléndula, que reside ahora en una maceta. Aquí también aparecen plántulas sin identificar por doquier, pertenecientes a las muchas especies que crecieron en el sitio. Tras arrancar las plantas, salvo unas rosetas bajas que no he conseguido identificar hasta ahora pero que parecen alguna especie de compuesta, removí totalmente la tierra eliminando algunas de estas plántulas y allanando la superficie totalmente. Un par de días después volvían a aparecer plántulas, que en esta ocasión ya no las tocaré salvo si en un futuro detecto que se trata de especies con ubicaciones comprometidas. Por ejemplo, un caso claro podría ser que apareciesen ageratos en el centro o fondo del contenedor, mala ubicación dado que en estos puntos quiero situar plantas medianas-altas y muchas de ellas son de semilla pequeña, y el agerato con su crecimiento rápido y anchas hojas acaba quitando sitio a las demás. En la parte frontal no supondrán ningún estorbo y además combinarían bien con otras especies, aunque no obstante prefiero limitar su número ya que producen demasiadas semillas y acaban ramificándose y creciendo demasiado, incluso durante el invierno.
Hojas nuevas en un Eryngium planum |
Como simple anécdota, en la maceta de la dicentra, aparte de plántulas de dedalera, ha aparecido una pequeña seta. Aquí no usé la tierra "maderera" de BricoDepot, sino el mismo sustrato de buena calidad que lleva el contenedor de los bulbos, formado por turba, fibra de coco, humus y perlita. Es probable, eso sí, que la seta llegase a través de esporas emitidas desde los hongos que crecieron en aquellas otras macetas. La presencia de estos hongos no molesta en absoluto, a diferencia de sus parientes los que dañan las hojas.
En fin, que esto es septiembre: mes de altibajos en los que el verano de vez en cuando nos recuerda que no ha terminado y las lluvias se encargan de anunciar la inminente llegada del otoño. Una época ideal para planificar la nueva temporada y empezar a colocar en su sitio a las nuevas plantas que nos acompañarán los próximos meses, algunias quizá incluso hasta el verano próximo o los siguientes años.
Corrección [12-09-2013]: Finalmente, las plántulas que aparecen en la foto han resultado ser Martynia annua y no Ibicella lutea. En esa misma maceta tuve una planta de M. annua el año pasado pero había asociado que, debido al tamaño de la maceta, había sembrado este año a esa especie en un tiesto mayor -donde el año pasado crecieron las Ibicella lutea y en 2013 no han germinado, aunque finalmente repetí macetas quizá para evitar mezclas de especies por si la temporada anterior había caído alguna semilla en sus respectivas macetas. ¡Ahora tengo varias plantas creciendo en una maceta diminuta para ellas!
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