sábado, 25 de enero de 2014

Un tercio de invierno suave y poco lluvioso

Linum usitatissimum
Volvemos con la relación de amor-odio que tienen la meteorología y la jardinería. Hace algo más de un mes que comenzó el invierno y la aparente impresión de que estábamos viviendo un "otoño desplazado" parece estar esfumándose. Hace fresco (que no frío), la humedad cala los huesos y las nubes aparecen sin falta todas las semanas, con alguna precipitación incluso, pero la realidad es que éstas muchas veces no llegan ni al medio milímetro. Las últimas lluvias que pueden tenerse en cuenta fueron las que iniciaron la segunda quincena de noviembre, y en diciembre llovió de manera decente dos días justo antes del solsticio invernal, acumulando ya en este mes una cantidad que, habitualmente, es lo que cae en un sólo día de otoño cuando vienen las nubes bien cargadas.

Las lluvias y el frío que duraron de mitad a mitad de los meses de noviembre y diciembre trajeron un periodo de bonanza a la terraza, humedeciendo la tierra y manteniéndose gracias a las temperaturas bajas, permitiéndome ahorrar agua al usar la que recogí. Pero como era de esperar, viendo la tendencia estos años, cuando comienza el invierno suele iniciarse un periodo algo más cálido, interrumpido por entradas frías ocasionales en enero o febrero, pero que conforman la tónica de nuestros inviernos: fresco de noche, suave de día. Y eso al final la tierra de las macetas lo acaba reflejando: se acabó el regar poco otra vez.

Physalis peruviana
El primer sitio donde se aprecia es el contenedor de las herbáceas: los parches de tierra con plantones poco frondosos ya no muestran la tierra oscura cargada de humedad. Al final corté las dos caléndulas más grandes porque era insostenible dejar que quitasen tanto sitio donde todavía he de resembrar otras plantas. En el hueco que han dejado he tirado alguna semilla, pero se seca en apenas dos días y ya poco hace el pulverizador, así que he de usar la regadera con cuidado de no remover mucho la tierra. Todavía cortaré una caléndula más, una de flores naranja dobles, que proporcionará un hueco extra, pero pequeño. La etapa otoñal está más que terminada y ya me hago una idea de las plantas que han ido bien y las que no. Tras este percance, resembraré ahora las plantas menos exigentes con la temperatura y en primavera las que reclaman más calor, basándome en la temporada anterior que no fue nada mal. Ahora ya lo tengo claro: nada de plantas de hojas anchas y ramosas, mejor poner plantas altas y delgadas, del estilo del lino común (Linum usitatissimum) que encabeza esta entrada.

Antirrhinum de mata baja
Pero todo no va a ser malo: la buena temperatura está ayudando bastante a las plantas que sembré cuando ya comenzó el frío, en noviembre, incluso más tarde. Casi seguro que con los primeros calores de marzo coincidan en floración con las primeras bulbosas y perennes tempranas, propiciando un magnífico espectáculo. Este es de los mejores momentos para sembrar todas esas plantas que se conforman con temperaturas inferiores a 20ºC para germinar: macetas en cajas transparentes herméticas o cubiertas con plástico, puestas donde más sol da, y a ver plántulas en poco tiempo. Esto mismo si se hace en marzo, que parece tan cercano ya, acaba resultando en un montón de plántulas achicharradas, decepción y vuelta a empezar. Así pues, hay que aprovechar este excelente momento para preparar a todas esas especies que cubrirán el hueco entre febrero y abril.

Felicia amelloides
Nada que decir de las perennes y algunas anuales en flor de las que ya hablé en la entrada anterior: están magníficas y cada vez mejor. A la Felicia amelloides no me canso de verla tan cargada de flores, y la Mauranthemum paludosum me está sorprendiendo con la duración de sus capítulos, que casi rivalizan con la también anual Consolida ajacis. Los antirrinos altos están reverdeciendo y cada vez aparecen más colores, mientras que el solitario antirrino bajo de flores rosadas aguarda a sus compañeros de maceta, quizá blancos, que no tardarán en acompañarle. El Oxalis latifolia sigue floreciendo en el mismo pedúnculo, pero tengo la mala suerte de ir siempre el día que el sol está cubierto o a la hora que ya no está en lo más alto, con lo cual la foto de rigor tendrá que esperar. El alquejenje, con un aspecto poco agraciado, ha tenido en este otoño-invierno su periodo de mayor esplendor floreciendo y dando frutos. Quizá lo pode antes de que éstos maduren y aproveche para pasarlo a una maceta mayor, a fin de ver si consigue formar una mata más compacta.

Pero, ¿qué otra cosa interesante para el jardín empieza ahora? Exacto, estamos bordeando la época en la que salen los bulbos y vivaces de primavera-verano. Aunque todavía tardarán en llegar a los comercios unas 4-5 semanas, algunos han tomado la delantera. En una tienda "de toda la vida" de mi ciudad me encontré ya cajas de bulbos a granel y me llevé un Lilium regale, una especie por la que sentía una enorme curiosidad, y pronto llegarán de Holanda un puñado de especies más. La cosa no irá mucho más allá de ir plantando y buscándoles sitio de momento, pero saber que de abril a julio -incluso más allá- serán tantas las nuevas especies, junto con las que llegaron en otoño, constituye un aliciente perfecto para estos días de suave invierno.

3 comentarios :

  1. Nombraste que ahora es un buen momento para sembrar plantas que germinan con <20ºC ¿Cuáles son esas plantas?

    ¿Los Antirrhinum los siembras en febrero o en marzo?

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    1. Pues un montón: caléndulas, amapolas, linos, leguminosas, cariofiláceas, crucíferas... la mayoría de anuales y perennes de vida corta de climas templados, vaya. Por ejemplo, las que darían problemas por estas fechas quizá serían las zinnias, que quieren algo más de luz y calor.

      Los Antirrhinum en mi caso les da absolutamente igual las fechas, son de esas plantas que ya se me han establecido y se autosiembran con buenos resultados, igual da a finales de verano, que en otoño o que a mediados de primavera.

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    2. ¡Ah! Me dejaba la más importante: las margaritas de Livingstone en esta época llevo dos años seguidos comprobando lo bien que les va. Salen ahora, se ponen frondosas y de abril a junio no paran de florecer.

      Eso sí, hay que tener en cuenta que aquí la temperatura será inferior a 20ºC (estos días no, hemos tenido una subida) pero no muy inferior... nada que ver con un invierno de la meseta o del norte.

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