sábado, 10 de octubre de 2015

A plazos

Plectranthus scutellarioides
El cambio de verano a otoño es, al menos en esta zona, menos directo que de primavera a verano. Eso de olvidarse de la manga corta y taparse para dormir no es algo que ocurra de un día para otro. Además, en los últimos años, octubre no siempre representa el mes de mayores cambios y al calor le cuesta irse del todo al menos hasta principios de noviembre.

Así está siendo también este año, aunque el ambiente se haya suavizado bastante durante el ciclo que va del 15 de agosto hasta hoy. No obstante, para que las mínimas sean realmente bajas tiene que haber pasado primero una tormenta que refresque, volviendo a subir en días posteriores. Para encontrar noches frescas, por debajo de 15ºC, nos tenemos que ir a campo abierto, pues en Cullera entre el efecto suavizante del mar y la propia isla de calor de la ciudad las temperaturas más bajas siguen por encima de los 17-18ºC. Respecto a las precipitaciones, van yendo y viniendo, con lo que las oportunidades de que las plantas se mantengan en un ambiente húmedo sin necesidad de riegos continuos han aumentado respecto a mediados de septiembre. Los pasados días 7 y 8 se mantuvo de nuevo el aviso naranja activado, aunque en esta ocasión las lluvias fueron menos cuantiosas que las de finales de septiembre, con 16,3 mm acumulados entre ambos días. Para la semana que viene, alrededor del martes en adelante, las predicciones vuelven a hablar de agua.

Oxalis triangularis
En la terraza he ido avanzando un poco y dejado a punto algunas de las cosas más complejas de cara a la preparación de las plantaciones otoñales. Ayer instalé el sistema de riego por tubo exudante en el contenedor, aunque todavía hay que fijar bien el depósito que permita la aportación de agua por gravedad sin más esfuerzo que abrir una llave, asunto que no he dejado terminado por el leve contratiempo de la falta de flexibilidad del tubo de polietileno que conduce el agua hasta el entramado de tubos exudantes. Éstos funcionan estupendamente y a poco que reciben agua se llenan por completo y el agua empieza a fluir de los finos poros. No sé si habré hecho bien enterrándolos tan poco - unos 10 cm.- ya que cada vez que se hinchan agrietan la tierra, aunque creo que podré solventar este tema esperando a regar con ellos a que las plantas que tienen encima hayan crecido lo suficiente y las raíces sobrepasen la profundidad a la que están los tubos. Hasta entonces, se puede regar sólo superficialmente con el pulverizador.

Solenostemon scutellarioides
Las lluvias y noches frescas están ayudando mucho a que las visitas a la terraza puedan ser aprovechadas sólo para tareas de preparación, aunque los contratiempos puntuales echan al traste muchas ideas. Por ejemplo, este año las rejas que disuaden a los gorriones no sirven frente a los caracoles -abundantísimos estos días-, que entran igualmente en las macetas cubiertas y rompen plántulas bien al comérselas o bien al excavar para poner huevos. Algunas siembras que habían ido razonablemente bien habrá que repetirlas, Los gorriones, o quienes hayan sido, tambien se empeñan en frustrar planes. Estos días han desaparecido sin dejar rastro dos girasoles apenas con su primer par de hojas asomando y unas tres Cosmos sulphureus bastante crecidas, las últimas sacadas cuidadosamente de una maceta que comparten con caléndulas. No es la primera vez este año en el que alguna criatura ha sacado plantas enteras incluso de entre agrupaciones de varios ejemplares.

Dianthus plumarius
La mayoría de floraciones actualmente se encuentran en la zona de semisombra, donde los Oxalis bowiei, articulata y triangularis se imponen. También florece un coleo (Solenostemon scutellarioides) que compré a principios de septiembre a la vez que la Portulaca umbraticola. Son plantas muy tradicionales, fáciles de cuidar y asequibles que a poco que las atendamos proporcionan color durante todo el año. A pleno sol siguen en flor las mismas plantas que llevan haciéndolo desde agosto, como los Dianthus plumarius o las gazanias, que parecen animadas este otoño.

Oxalis bowiei
La sucesión de lluvias y bajada de temperaturas resultarán esenciales en los próximos días para poder aprovechar al máximo el espacio dedicado a la siembra de plantas semilleras, las cuales prosperan mejor con temperaturas todavía inferiores a las que tenemos actualmente. Para la mayoría, 15-20ºC son suficientes, más si esa temperatura se alcanza a pleno sol. De momento todavía toca esperar aunque no hay que perder tiempo, pues en las semanas en que tarde en suavizarse el ambiente se pueden preparar montones de semilleros que den plantas listas para colocar en su sitio definitivo tan pronto como el tiempo ayude.

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