domingo, 27 de marzo de 2016

Maravillas de Sudáfrica II

Felicia heterophylla
Marzo continúa siendo el escenario perfecto para las plantas sudafricanas. Con el otoño ya lejano y suficientemente desarrolladas, tanto las especies anuales como las bulbosas, así como algunas perennes, comienzan a engalanarse. Algunas ya empezaron el mes pasado, siendo de las primeras plantas de este año nuevo en florecer, mientras que otras han ido mostrando sus mejores bazas durante este mes y parecen tener la intención de continuar durante un tiempo más. Conozcamos pues aquellas que han destacado más durante estas últimas semanas previas a la llegada de la primavera:

Freesia laxa
Freesia laxa. La planta se encuentra en su segundo año en la terraza y, como el año pasado, no ha defraudado. De hecho, se ha adelantado un mes respecto a la temporada anterior y sus flores rojas han empezado a destacar desde principios de marzo. La planta brota desde un cormo y, aparentemente y debido a la diferencia entre la posición que ocupaban el año pasado y la de este, parece ser que el cormo que ha crecido un año desaparece tras formar cormos nuevos que llegarán a la siguiente temporada con el tamaño adecuado para volver a florecer.

Grupo de Nemesia strumosa 'Carnival'
Nemesia strumosa 'Carnival'. Floreciendo de manera espectacular desde febrero, algunos ejemplares han dado todo de sí durante este mes y comienzan a vislumbrarse las primeras cápsulas repletas de semillas, que parece ser que cuentan con un ala transparente cuando están frescas -las semillas originales que planté no las tenían. Al año que viene la idea es no plantarlas en el contenedor junto al resto de especies, sino en una maceta para ellas solas, dado que lucirán mejor al aislarlas. Crecen de golpe en un corto periodo de tiempo y lo que parece que van a ser unas plantas de escaso porte acaba siendo una mata de plantas de 60 cm. de alto llenas de flores en su cumbre. Los colores de éstas, por cierto, apenas se han movido entre el blanco y el anaranjado, cambiado de intensidad y tono según maduran. Por ejemplo, unas se abren blancas y acaban siendo amarillo pálido, mientras que otras comienzan de color rosado, pero el tono va oscureciendo y retirándose dejando a la vista un color anaranjado. No hay ejemplares blancos, rosados o rojos verdaderamente puros.

Felicia heterophylla
Felicia heterophylla 'The Blues'. Especie anual de Felicia que ofrece un aspecto distinto al de su pariente perenne F. amelloides. con un azul más cercano a los tonos violáceos -similar al de los muscaris- que al nítido celeste de su congénere. Además, el disco de flores es purpúreo en lugar de amarillo. Con la especie tenía una cuenta pendiente ya que, a lo visto, las primeras semillas que adquirí estaban en mal estado y jamás vi una germinar. Este otoño pasado me animé a pedir unas nuevas en otra tienda y quedó claro que las anteriores estaban pasadas. Germinan de manera tremendamente sencilla una vez expuestas a la humedad. Como anuales que son, en lugar de formar un pequeño arbusto se conforman con una pequeña mata tierna que no deja de emitir flores regularmente. A pesar de que las flores que aparecen en las fotos ya empiezan a deteriorarse, las plantas parece que seguirán formando unas cuantas más. Quizá el único pero que les puedo achacar es que cuesta encontrar un capítulo "perfecto", algo que la amelloides hace regularmente. Como ella, las lígulas de los capítulos se enroscan mirando hacia abajo cuando el sol se retira. El nombre de 'The Blues' aparece siempre que buscamos la especie en tiendas (que, dicho sea de paso, no es demasiado difícil de encontrar) pero la planta no tiene nada de diferente de la forma original silvestre que, evidentemente, es de este mismo color azul. Sí hay, sin embargo, cultivares con las flores rosadas, menos atractivas en mi opinión.

Arctotis híbrida
Arctotis híbrida. Es una planta bastante conocida desde hace bastante tiempo, pero parece, al menos aquí, algo menos popular que otras margaritas perennes africanas como puedan ser las gazanias, gerberas o dimorfotecas, o las Euryops incluso, que últimamente veo en la mayoría de jardines urbanos. Esta Arctotis es un híbrido creado en cultivo hace ya bastante tiempo, cruzando Arctotis (Venidium) fastuosa con Arctotis stoechadifolia. Ocasionalmente se la conoce como x Venidio-arctotis, aunque desconozco la validez de tal denominación al ser un híbrido artificial. Visto lo visto, es capaz de dar semillas fértiles, pues así fue como la obtuve. Eso sí, tuvo que ser al segundo intento, en otoño de 2015, después de fracasar el otoño anterior. El resultado ha sido una planta que florece con regularidad aunque cada capítulo dura bastante poco y cuesta encontrarlos totalmente abiertos al sol. El color, bueno, de tantas opciones llamativas que existen, acabó saliendo una tonalidad blanquecina con un tinte dorado. Se trata de una planta perenne y es probable que, de ir bien, la acabe pasando a una maceta para ella sola dado que se encuentra en una maceta grande donde mezclé diferentes especies, muchas de ellas anuales.

Freesia híbrida blanca
Freesia híbrida. Una vieja conocida del mundo de la jardinería y una de las bulbosas más fáciles y representativas para un clima como el nuestro. Fue, sin embargo, una especie que no me llamó mucho la atención hasta que el año pasado me apareció un ejemplar superviviente al que le había perdido totalmente la pista -sólo compré estas plantas una vez, en marzo de 2012- y me convenció su sencillez de cultivo, belleza y, lo mejor, su estupendo perfume. Así pues, el año pasado volví a comprar otro paquete de cormos. Debido quizá al cambio que tienen que asimilar desde los cultivos holandeses a nuestra mediterránea Cullera, el primer año hay que tener paciencia ya que sólo sacan hojas que se van deteriorando de cara al otoño. Es entonces cuando ya se sitúan y comienzan su ciclo en serio, volviendo a crecer y floreciendo bastante pronto, en febrero-marzo (aunque son capaces de empezar antes). El origen de la planta, también artificial, se remonta a una serie de cruces entre las especies Freesia alba/refracta, F. leichtlinii y F. corymbosa, todas bastante parecidas entre sí.

Felicia amelloides
Felicia amelloides. Otra planta relativamente conocida en los viveros, donde todavía se la conoce como "Agathea coelestis". Esta especie ya estuvo en la terraza en el invierno-primavera de 2014 tras ser adquirida en mayo de 2013, pero el ejemplar empeoró de manera significativa después, con lo que la estupenda floración celeste no se dejó ver en el invierno de 2015. A finales de ese año adquirí otro ejemplar no sin reservas, pues sólo quedaba uno en la tienda, muy pequeño y amarillento. Quién me iba a decir que sólo tres meses después estaría disfrutando de una planta que no tiene nada que envidiar a la que tuve antes. Todavía de una talla contenida, el espectáculo de flores azules lleva en marcha sin parar desde principios de mes. Me gustaría, eso sí, saber si me puedo adelantar a ese declive que sufren (parece ser una perenne que no vive muchos años), bien sea a base de esquejes o bien sea por semillas, las cuales la planta al parecer sí produce pero nunca he visto que germinen, ni siquiera las que pierde, que suelen ser la mayoría.

Nemesia strumosa con un colorido similar a un huevo frito


Freesia híbrida de color rosa
¿Qué esperar los próximos meses de las plantas sudafricanas? Bien, las anuales siguen a pleno rendimiento y, si todas son tan prolificas como la Dimorphotheca sinuata, que es capaz de pasarse varios meses floreciendo sin parar, las expectativas son buenas. De hecho, y aunque no han aparecido en esta entrada, las Arctotis fastuosas siguen produciendo sus grandes capítulos con regularidad. Del mismo modo, la Osteospermum continúa adelante con su floración mientras que la Gazania que esta temporada se ha dedicado a florecer durante el invierno parece haberse cansado ya. Respecto a las bulbosas, numerosas especies plantadas en temporadas anteriores o durante este mes aguardan bajo tierra y es todavía una incógnita saber si funcionarán o no. También hay crasas, aunque es presumible que estas no se manifiesten hasta bien entrada la primavera. Sea como fuere, estas pequeñas muestras de belleza sudafricana todavía tienen bastante que ofrecer.

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