domingo, 28 de febrero de 2016

Bulbos desorientados

Narciso trompeta
Con este otoño-invierno en el que apenas hemos sentido los rigores de la estación en unas pocas ocasiones aisladas, el metabolismo de unas plantas que necesitan pasar por un periodo de descanso y otro de crecimiento por fases se puede haber visto afectado de manera impredecible. Las bulbosas cuya floración abarca desde el final del invierno hasta mediados de primavera deben ser plantadas, o al menos dejadas a su aire, durante el final del verano, otoño o, en casos en que se pueda permitir, poco antes de que llegue el invierno, aunque esto último debería ser sólo excepcional. Sin embargo, y como dice el refrán, "consejos vendo pues para mí no tengo", puesto que siempre acabo plantando los últimos bulbos en pleno invierno al quedar la terraza desorganizada por toda la plantación de bulbosas y semilleros que voy realizando durante el otoño. No obstante, la mayoría de veces esto lo hago con bulbos nuevos, de calibre máximo, por lo que acaban creciendo y floreciendo como si llevasen meses plantados, pero no dejo de decirme a mí mismo que será la última vez que lo haga así, tan a última hora.

Crocus tommasinianus
Independientemente de lo pronto o tarde que se plantasen los bulbos, la temporada 2015-2016 está siendo dispar en floraciones de estas plantas, puesto que muchas de ellas se han adelantado un mes o más respecto a lo normal, mientras que otras, por el contrario, parece que se estén retrasando. Especies que el año pasado ya había comenzado a observar en estas fechas no están ni siquiera asomando sus flores. Otras lo han hecho en el último momento, pero un gran número de especies, efectivamente, han florecido ya durante este extraño mes de febrero en el que hemos tenido temperaturas de más de 20ºC al principio y la llegada de frío, aunque moderada, se ha producido en dos ocasiones a partir de los dos últimos fines de semana del mes, no consiguiendo bajar los termómetros de los 6ºC. Con ello y con el buen tiempo del que disfrutan las plantas durante las horas en las que pueden ver el sol, el invierno a la inversa que han vivido durante febrero no les ha afectado en absoluto.

Ipheion uniflorum
Los primeros en florecer fueron los Muscari armeniacum, que además lo han hecho en orden cronológico según la antigüedad de los bulbos, prueba de la capacidad de reajuste que poseen estas plantas. A mediados de enero ya aparecían las primeras flores de los bulbos que descienden de la primera vez que compré esta especie, en otoño de 2011; posteriormente han ido apareciendo flores de los bulbos que conservo del año pasado, que son bastantes. Finalmente, ya en esta segunda mitad de febrero han aparecido las flores de los bulbos adquiridos en 2015, y al igual que el orden ha respetado la antigüedad de los bulbos en casa, también el tamaño ha ido en relación con su fecha de adquisición, esto es, que los ejemplares más nuevos son también los más grandes debido al trato que se les da en los viveros de producción, que imagino consistirá en buenos abonados y evitar la floración durante unos años para que los bulbos engorden lo máximo posible. Son esos los que comienzan a florecer ahora en un espectacular despliegue de flores perfumadas.

Narciso 'Carlton'
Continuando en enero, los siguientes fueron los Ipheion uniflorum, que este año he repartido en dos ubicaciones y están teniendo un considerable éxito, pues llevan un mes floreciedo y todavía continúan produciendo flores, las cuales parecen despertar el interés de las abejas y algunas mariposas. Las flores al sol son más claras y con pedúnculos más cortos, con un porte que se equipara al de los Crocus. También otro Muscari, el macrocarpum, comenzó a florecer en enero y a día de hoy sigue produciendo nuevas espigas florales, aunque es presumible que le quede menos tiempo de florecer que a sus parientes azulados. Finalmente, un jacinto despistado que también sigue emitiendo nuevas varas florales, aunque a cada cual peor, cerró el conjunto de floraciones de bulbosas en enero.

Muscari armeniacum
Durante la primera quincena de febrero aparecieron nuevas variedades de bulbos aunque comenzó a notarse ese leve descenso en el ritmo que habían empezado a tomar este tipo de plantas. Aparecieron los primeros narcisos, unos ejemplares de trompetas amarillas grandes, posiblemente 'Dutch Master', de los cuales han florecido tres a lo largo del mes. Les acompañaron los bellos Iris 'Katharine Hodgkin', lirios de escasísima altura que lo tuvieron complicado para destacar entre las marañas de hojas y que, tras estar presentes un par de semanas, un día desaparecieron todos los que quedaban devorados por un caracol al que le debió gustar el sabor de sus pétalos. También florecieron, casi sin aviso previo, los primeros Crocus chrysanthus, puntuales a pesar de tratarse de plantas de nueva adquisición. Su floración ha sido muy breve y a día de hoy ya prácticamente no queda ninguno a la vista.

Durante el tramo final del mes apareció el segundo de los narcisos, dos ejemplares de los de flor de trompeta amarilla, menor a los anteriormente mencionados, identificados tentativamente como 'Carlton'. Se trata de los mismos ejemplares del año pasado aunque cambiados de ubicación; han conseguido adelantarse un mes respecto a la pasada temporada, pero se han marchitado en muy pocos días, apenas poco más de una semana. Se adelantan también en un mes los Allium triquetrum, con un ejemplar ya abriendo flores y otros más mostrándolas, y muy cerca de ellos han quedado los Allium neapolitanum, con varios ejemplares que comenzarán su floración ya en marzo: el año pasado no vi sus flores hasta la segunda quincena de abril.

Allium triquetrum
Casi sin aviso previo, los Crocus tommasinianus han llegado a su cita como crocus tempranos que son. En el último fin de semana del mes se han abierto varios ejemplares con sus pequeñas flores malva, alegrando un poco el desangelado contenedor de los crocus, en el que hasta ahora sólo quedaban los Ipheion. También un tulipán cosigue la increíble hazaña de florecer en febrero: se trata del Tulipa bakeri 'Lilac Wonder', especie que de momento puedo decir que ha sido el tulipán más efectivo que he tenido, creciendo deprisa y floreciendo sin mayor problema, aunque por ahora no acierto a encontrar un ejemplar que tenga las flores del todo abiertas y hay riesgo de que se pase la floración de todos los ejemplares -dos ya se han marchitado- sin poder encontrar uno decente. De momento tengo puestas las esperanzas en los dos únicos ejemplares que hay a pleno sol. Finalmente, otros bulbos que ya tienen la floración en marcha o a punto de abrir son las Freesia, tanto las híbridas como las laxa, de las que hablaré en una entrada futura.

A pesar de los altibajos meteorológicos que han puesto a los bulbos en un brete, de momento la floración parece estar cumpliendo con las expectativas y los bulbos este año van encaminados a dar resulatados al menos tan buenos como el anterior. Aún quedan, sin embargo, un par de cosas por ver: la floración en masa de aquellas especies que se plantaron en números elevados y la aparición de especies que son nuevas para esta temporada o bien no consiguieron florecer en temporadas anteriores. Ambas cosas no se harán de rogar, pues sus compañeras las anuales ya comienzan a tomar la delantera en el camino hacia la primavera.

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