lunes, 5 de septiembre de 2016

El verano golpea al final

Portulaca umbraticola
Que el verano no termina hasta finales de septiembre es algo que cada año tengo presente, especialmente para no tener que arrepentirme por empezar demasiado pronto con los preparativos para la temporada siguiente. Siempre cabe la posibilidad de que haya días calurosos en septiembre, hasta en octubre o incluso noviembre, pero cuanto más tarde se producen más anecdóticos resultan, pues suelen ser jornadas aisladas en las que el sol calienta toda la península y el viento del oeste se encarga de hacer un trueque en nuestra contra: humedad ambiental por calor. De manera inusual, en todo 2016 no habíamos tenido todavía ningún episodio de poniente importante más allá de aquellos días de enero de temperaturas primaverales. Sin embargo, ayer se repitió una situación muy parecida a la de aquel 14 de mayo de 2015, en el que llegó una masa de aire cálido del sureste que estuvo azotándonos todo el día y que, para terminar de rizar el rizo, viró a poniente volviendo a pasarnos por encima todo el calor acumulado en el interior.

Ha habido unas cuantas diferencias respecto aquella ocasión, aunque mínimas. Por la mañana los 30ºC se superaron pronto: aunque cueste de creer, no habíamos rebasado ese valor en todo el mes de agosto, que ha resultado ser bastante benevolente. El tope de ayer se había quedado en 34,1ºC por la tarde, pero con el giro del viento a poniente, el arrastre de calor ha conseguido sobrepasarlos ya con el sol escondido: 36,6ºC a las 21:20, la temperatura más alta en Cullera en 2016. En Sueca hemos llegado a los 39, y todavía me sorprende que no se hayan rebasado, aunque fuese por poco, los 40.

Hoy de nuevo nos queda por delante una jornada calurosa, quizá más que cualquier día del pasado agosto, y parece que parte del resto de semana será así. Las plantas, por suerte, ni se han inmutado gracias al riego adecuado que reciben cada dos días. Aunque no deje de ser una curiosidad y quizá en unas semanas nos hayamos olvidado, es hasta frustrante pensar que el verano ha esperado escondido para dar su mayor golpe a pocas semanas de su fin. A largo plazo, es todavía más decepcionante comparar lo irregular que se ha vuelto septiembre, con años recientes en que todavía se recogían más de 200  mm. de lluvia en todo el mes y refrescaba por la noche, hasta volverse ocasionalmente en una exagerada prolongación del verano meteorológico. Es más, incluso el año pasado, con todo un mes de julio tan agobiante como el día de ayer, a finales de agosto el tiempo dio una tregua y para estas fechas tuvimos las precipitaciones más importantes del año. Precipitaciones que ahora estamos esperando con impaciencia.

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