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Flor a mediados de octubre |
El alquejenje o alquequenje, también llamado aguaymanto, uchuva y multitud de nombres más (
Physalis peruviana) es un arbustillo perenne pariente de los tomates, pimientos, patatas, berenjenas y tabaco -familia de las solanáceas- originario de zonas tropicales de montaña del Perú, Ecuador y Colombia, que es cultivado por sus frutos en diversas zonas de clima tropical de todo el mundo. Éstos tienen el tamaño y forma aproximado de un tomate cherry, de color anaranjado, y crecen ocultos por el cáliz dándole un aspecto semejante a un farolillo cuando cuelgan de la planta. Al comenzar la fructificación, los pétalos se caen y es el cáliz el que crece con el fruto dentro, cubriéndolo por completo. Ocasionalmente suelen traerlos a nuestros comercios como una mera curiosidad exótica -envasados en cajas con pocas unidades, casi siempre-: fue simplemente gracias a esto que pude obtener simiente para probar a cultivar esta especie.
Los frutos tienen un sabor ácido y refrescante, y su textura no dista demasiado de la de un tomate: incluso encontramos sus pequeñas semillas en el núcleo central rodeadas de pulpa. De este sencillo modo, conservé una buena cantidad de semillas de un sólo fruto, dejándolas secar, y el resto me los comí. Y bien ricos que estaban.
Era verano, y tan pronto como vi que las semillas estaban secas, puse unas pocas en papel de cocina húmedo para ver si había éxito en la germinación. Tardaron un poco, pero finalmente vi asomar algunas raicillas y enterré unas pocas semillas brotadas en una maceta. Salieron dos plantas, una más grande que la otra, las que empezaron a crecer y sigo teniendo hoy. Debido a las diferencias de desarrollo y al tamaño que puede alcanzar la planta, es probable que cuando empiece a alargar y suavizarse el día las ponga en macetas más grandes y separadas a fin de que alcancen un tamaño óptimo.
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Fructificación en noviembre |
Pero lo realmente curioso es que la planta se dio una prisa en crecer más digna de una anual que de un arbusto perenne. Sembrada en verano, al alcanzar unos 20 cm. de altura ya comenzó a florecer. Y esto en pleno mes de octubre, con poca luz y temperaturas bajas, condiciones en principio poco adecuadas para una planta de origen tropical como esta. El caso es que muchas flores llegaron incluso a madurar, aunque con dificultades seguramente causadas por la escasa talla de la planta, las pocas horas de luz y las temperaturas frescas. A día de hoy siguen colgados algunos frutos con las brácteas verdes, y eso que todos aparecieron prácticamente al mismo tiempo allá por noviembre. Hace unos días probé uno de los frutos, no mayor que un arándano, y parecía que se había desarrollado bien.
A mediados-finales de otoño la planta perdió bastantes hojas, posiblemente por el tiempo y por falta de nutrientes. Actualmente se encuentra bastante estable y no se ven cambios a peor en su estado, con lo que sólo queda esperar a la primavera para comprobar si es capaz de alcanzar una talla óptima y se llena de frutos de un calibre más similar al de los que originaron las plantas. Así siempre puedo tener a mano unos pocos para probar alguna receta con ellos.
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