Sobres de semillas variadas |
Lo único que me quedaba por hacer era despejar el contenedor "hecho en casa" que este año quería dedicar íntegramente a semillas. Se trata de una estantería metálica de 150x75x35 cm. a la que dejé dos baldas, una arriba y una abajo, y la tumbé cubriendo con malla metálica todos los lados menos uno. Recubrí el interior con una sábana vieja y sobre ésta, una lámina de plástico negro del que se suele utilizar para cubrir las huertas, resistente al sol (cuyos efectos suelen quebrar cualquier otro plástico expuesto en pocos años).
En este contenedor el año pasado puse de todo un poco, y creo que me precipité. Metí tanto plantas vivaces como bulbos y anuales. No pude cubrir con plástico el conjunto dado que algunas plantas no soportaban el calor (los lupinos de raíz, por ejemplo), así que comenzó el mes de marzo con raíces, rizomas, bulbos y tubérculos enterrados y semillas esparcidas a la espera de que germinasen a su suerte. Las plantas se desarrollaron bastante bien a pesar de todo, con pocas bajas, y las anuales de semilla que lograron brotar tuvieron vidas bastante fructíferas.
De este contenedor he ido sacando tubérculos de Liatris spicata, Anemone coronaria 'St. Brigid' y 'De Caen' y Ranunculus asiaticus; cormos de gladiolos enanos, Freesia x hybrida y Sparaxis tricolor, así como la mata de Symphyotrichum novi-belgii. Asimismo, saqué todavía algunas plantas obtenidas de semillas el año pasado que actualmente tienen buena talla, incluso están floreciendo sin parar a pesar de que estemos en invierno. Se trata de un agerato (Ageratum houstonianum) que ha resultado ser perenne (el resto de plantas obtenidas del mismo sobre murieron tras dar semillas) y unas bocas de dragón (Antirrhinum majus) de semillas obtenidas de una planta que tuvo mi tía. También rescaté en otoño algunas plantas de clavel del poeta (Dianthus barbatus), que al tratarse de bienales no han florecido todavía, pero han crecido de manera óptima. Todos ellos han sido plantados en nuevos contenedores.
Además, para terminar de clarear, tuve que arrancar una gran mata de milenrama (Achillea millefolium) que se expandía a todo trapo. No la he tirado todavía, puede que conserve algún estolón para replantarlo y mantener al especimen; cuento también con otra mata obtenida de las mismas semillas hace más de un año que, sin embargo, nunca se ha desarrollado igual de bien. A la vez, removí la tierra enterrando muchas plántulas que se habían auto-sembrado: zinnias, más ageratos y probablemente algún pensamiento y Lobelia erinus. He resembrado estas especies con tal de reorganizar su distribución y con la intención de que se autosiembren a partir de este año, dejándolos el tiempo que haga falta allí.
He sembrado un poco de todo, pero mayormente especies de talla media y crecimiento sencillo. La idea es que las perennes crezcan el tiempo que necesiten y las anuales crezcan año tras año a partir de las semillas caídas de las plantas una vez completen su ciclo. Como digo, muchas de las sembradas el año pasado estaban volviendo a crecer de su propia semilla, y de no haber tenido que remodelar el contenedor, dichas plantas estarían crecidas y florecientes esta primavera.
Me hubiera gustado plantar antes, por lo menos en octubre, pero entre unas cosas y otras no ha podido ser. De todas formas, la mayoría de plantas que he sembrado ya las conozco y son muy rápidas creciendo. El año pasado planté muchas en marzo-abril y aún así dieron buen resultado, así que este año me gano dos meses de ventaja. Hace bastante calor desde media mañana hasta la tarde (en torno a los 14-19ºC) y además he cubierto el contenedor con plástico transparente, a fin de retener la humedad y el calor. Éste se quedará allí hasta que las plantas más grandes lleguen a tocarlo.
Aparte del contenedor he preparado algunas macetas con otras especies que prefiero tener separadas. A éstas también las cubro, sea con una lámina de plástico o con cualquier envase alimentario de este material que pueda hacer de tapa o "mini-invernadero", evitando también el secamiento y posibles visitas de los gorriones, muy aficionados a picotear los brotes jóvenes.
Ahora sólo queda esperar. Generalmente, el buen tiempo empieza a notarse ya desde los primeros días de marzo: si para entonces han brotado casi todas las plantas, su crecimiento a base de calor y luz naturales está asegurado y las floraciones se irán sucediendo desde finales de primavera hasta prácticamente el invierno que viene.
No hay comentarios :
Publicar un comentario