jueves, 1 de mayo de 2014

Clarkia amoena, gradientes de rosa

Grupo de Clarkia amoena
Las plantas anuales son de las más divertidas y rentables a la hora de sembrar nuestros arreglos de flores. Se pueden encontrar semillas en cantidades razonables y muy económicas, y a su vez cada planta que obtengamos, si hacemos las cosas bien, nos dará tantas semillas que prácticamente no volveremos a usar las originales, además de permitirnos guardarlas para posibles intercambios con otros aficionados. En el caso de la planta que nos ocupa, me regalaron las semillas al comprar otras el año pasado.

La Clarkia amoena es una planta de origen norteamericano de la familia Onagraceae, esto es, relacionada con las Oenothera americanas y los Epilobium europeos. Tiene mayor parecido con las primeras, pues posee un porte vertical con tallos sin ramificar y grandes flores de cuatro pétalos agrupadas en el ápice de la planta.

Rosa claro con manchas vivas
Sembré estas plantas en un grupo tardío de anuales en macetas que hice allá por noviembre. Digo tardío porque aparentemente lo parecía por las fechas, pero por las condiciones meteorológicas fue como haberlo hecho a principios de otoño o finales de invierno. Fue el mismo momento en el que preparé las macetas de plantas que ya han aparecido por aquí este año, como la Agrostemma githago 'Milas' o la Limnanthes douglasii, que ya han dejado de florecer.

Realmente, casi todas las siembras en maceta de otoño las hice en noviembre, dado que por aquel entonces estaba comenzando a darme cuenta de lo inusual de la situación ambiental: en octubre no había llovido y por tanto, el contenedor de las flores seguía sin llenarse del todo de plantas, así que al margen de las especies que cultivaba exclusivamente en macetas puse también unas cuantas anuales "por si acaso". Al final acabó siendo la decisión que ha permitido ver en flor a algunas de estas especies, como la que protagoniza la entrada. Noviembre fue algo más benévolo ya que concentró la práctica totalidad de las insuficientes lluvias otoñales, pero ni por esas ayudó a que las Clarkia amoena hubieran estado también en el contenedor junto a otras anuales.

Rosa vivo con líneas claras
A la Clarkia amoena muchas veces la seguiremos encontrando como "Godetia", un género que ya no se usa. Incluso a veces aparecerá como "Godetia grandiflora". Lo cierto es que las plantas que tengo son, sin duda, plantas totalmente distintas a la especie silvestre original, y no sería raro incluso que estuviesen hibridadas con otra especie próxima. No he encontrado mucha información al respecto sobre este tema.

Se trata de una planta resistente que no me ha dado ningún problema estando expuesta a pleno sol, aguantando incluso la falta de humedad que tenemos este año en una pequeña maceta de 11x10 cm.. Un detalle curioso es que las flores pueden hacer que perdamos la paciencia, pues los capullos aparecen y empiezan a crecer hasta un punto que parece que vayan a abrirse en cualquier momento, pero nos harán esperar y esperar. De hecho, han sido las últimas en comenzar a florecer de todas aquellas anuales que mencionaba que sembré en noviembre, exceptuando a un Carthamus tinctorius que sigue sin mostrar signos de floración. Las plantas se han quedado en unos 30 cm. de alto, aunque pueden crecer algo más.

Rosa muy claro
Las flores son bastante grandes, no tan desproporcionadas con la planta como ocurre con la Oenothera speciosa pero sí bastante llamativas. Al menos tienen la particularidad de durar unos días -contrariamente a su pariente, que abre una cada día- y el viento de estos días no parece afectarles, pues me las encontré abiertas el sábado y aguantaron perfectamente hasta el miércoles, y seguramente duren unos días más. Suelen permanecer con forma de copa la mayor parte del día, aunque cuando les da el sol van abriéndose en mayor o menor proporción. La combinación de colores que se ve en la primera foto ha sido totalmente aleatoria y se trata de la única maceta que tengo con la especie, con el curioso resultado de haberse juntado tres plantas con distintas tonalidades y combinaciones de rosa.

Es pues la Clarkia amoena otra planta a tener en cuenta para futuras combinaciones de anuales y herbáceas, donde seguro que formará una perfecta asociación con otras flores de otros tamaños y colores con las que el contraste alegrará la vista enormemente.

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