miércoles, 28 de mayo de 2014

Espigas azuladas

Delphinium elatum con otras flores
Ya queda menos de un mes para que llegue el verano y las plantas de la terraza siguen con sus distintos ciclos vegetativos muy influenciados este año por el calor y la sequía. Por ejemplo, muchas de las anuales que el año pasado comenzaban ahora a estar en su mejor momento, van empeorando o desapareciendo; las vivaces y perennes, en cambio, se unifican juntándose especies que empezaron en marzo-abril con las que poco a poco lo van haciendo ahora. En los últimos diez días han ido revelándose dos plantas que, si bien son muy diferentes, tienen el denominador común de desarrollar espectaculares columnas de flores azuladas. ¡Ah! Y que también fueron adquiridas el mismo día en el mismo formato, siendo además de la misma marca (Rocalba): rizomas para plantar.

Por un lado tenemos a la Veronica longifolia 'Blauriesin'. Las Veronica son, del mismo modo que las dedaleras y antirrinos, miembros de la familia de las Plantaginaceae, en la que se clasificaron tras ser escindidas de la familia Scrophulariaceae. Son bastante distintas eso sí de sus parientes presentes en la terraza, en tanto que las flores son planas aunque quizá no se las pueda considerar actinomorfas ya que no todos los pétalos son iguales. Las flores suelen tener el mismo diseño en la mayoría de especies aunque se distribuyan de manera distinta: de hecho, en Cullera y localidades aledañas son frecuentes pequeñas plantas de este género, como Veronica polita o Veronica persica, de porte postrado y diminutas flores terminales. Veronica longifolia luce en cambio un esplendoroso porte erecto con grandes hojas y espigas puntiagudas de flores rodeadas de otras espiguillas menores.

Veronica 'Blauriesin' en detalle
Las fotos de la planta que aparecen en la entrada fueron tomadas en días distintos. En la foto tomada de cerca vemos un buen montón de flores abiertas y frescas, pero en la vista más general observamos que la mayoría de las flores de la base de la espiga ya se han marchitado. Supongo que el calor acelera el proceso, pues parece que si me hubiera esperado más a hacer la foto global de la planta hubiera salido todavía peor. Como se ve, media espiga principal está marchitándose cuando las espiguillas "satélites" ni siquiera han comenzado a abrirse.

Las plantas, pues en realidad hay dos y por suerte ambas crecieron, llegan a unos 30 cm. de alto. Sus pequeñas flores de cuatro pétalos tienen larguísimos estambres como pequeñas antenas de insecto que sobresalen hacia todos los lados orladas por sus anteras blancuzcas. No será, espero, la única especie de verónica en la terraza, pues obtuve desde semilla la muy similar Veronica spicata, de las cuales una ya presenta una inflorescencia en desarrollo que puede que esté lista en unas semanas.

Veronica longifolia 'Blauriesin'
La segunda de las especies de flores morado-azuladas en espigas es más grande y pertenece a otra familia bien representada en la terraza. Se trata de Delphinium elatum, el delfinio o también llamado espuela de caballero, al igual que la Consolida ajacis. Como ésta, es una ranunculácea. Lo de si es un D. elatum "auténtico" o no queda en duda, pues venía identificado sólo como "Delphinium", aunque la inmensa mayoría de plantas que se venden bajo este nombre son variantes y selecciones obtenidas de dicha especie.

Con esta planta temía que fuese más complicado mantenerla al sol y, si bien llegó a casa a finales de febrero, de las tres raíces que venían brotaron todas pero una ya sucumbió. De las dos restantes, parece que una haya sabido aprovechar mejor las circunstancias y es la que más ha crecido y llegado a florecer, mientras que la segunda se sigue manteniendo a sus pies, pequeña pero sana. La planta tiene una roseta de hojas grandes y palmadas -a diferencia de las finas hojas de Consolida- , de color verde oscuro, y bajo tierra unas raíces gruesas similares a las de las aguileñas, no siendo por tanto comparable con sus parientes las anémonas y ranúnculos que toleran la sequedad absoluta una vez pierden la parte aérea.

Detalle de flor de Delphinium
Dado que la marca las vende en pack de mezcla de colores, al tener sólo un ejemplar listo para florecer las opciones de que saliese un color que no hiciese justicia al de su especie eran razonables. Mis preferencias eran este que ha aparecido o el azul claro, así que estoy satisfecho. Además las flores son simples y la inflorescencia bastante laxa, con lo cual ha quedado con un atractivo aspecto asilvestrado. Las flores tienen unos llamativos nectarios centrales con formas angulosas y unos pelos amarillo brillante. Una curiosidad, supongo que por proceder de selecciones cultivadas, es que las flores tienen cinco pétalos pero todas ellas tienen una especie de pétalos a medio salir relegados al centro de la flor, si bien he observado que en algunas flores sí han crecido y la planta tiene seis grandes. Como la Consolida y las aguileñas, tiene la "espuela" en la parte posterior de las flores que le da su nombre común.

Delphinium elatum
Lo que sin duda ha quedado espectacular es la combinación lograda a pleno sol, donde ubiqué a la planta con la condición de mantener el drenaje de la maceta encajado en un platillo para evitar desecamiento. El Delphinium crece rodeado -aunque demasiado "acorralado" quizá- de las rosadas flores de Monarda citriodora y Rehmannia elata y los capítulos rojigualdos de Ratibida columnifera; todavía puede coincidir con el Carthamus tinctorius que está a punto de florecer, aunque quizá ya no con la Kniphofia que ni siquiera se ve en la foto porque no sobrepasa los 15 cm. de altura. La estampa que forman es espectacular y prácticamente suple a lo que debería haber sido el contenedor de las anuales, con sitio de sobra para aglutinar combinaciones de este tipo.

Con estas dos bellísimas plantas queda pues satisfecha una parte importante de mi gusto por las especies de flores agrupadas en altas y apretadas espigas. Aún así, no serán las únicas especies con esta configuración que florecerán aquí, en este muro expuesto al poderoso sol primaveral, pues dentro de poco seguirán abriéndose especies con otra tendencia: el rosado. A ver si no tardan mucho en protagonizar una entrada como esta por aquí.

2 comentarios :

  1. Me ha gustado mucho la flor de Delphinium en esta entrada. El otro día me dio por pensar que deberíamos pedir (casi exigir) que las plantas estén bien identificadas cuando las adquirimos. Con el tema de los cactus y suculentas, cuando son de colección si suelen venir, pero si no te vienen... te tiras horas y horas tratando de dar con su nombre. Es entretenido pero cuando compras algo, no te resulta extraño que no sepas que estás comprando exactamente?? Buen comienzo de junio.

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    1. Curiosamente el Delphinium es de una marca española. En cualquier tienda/marca extranjera miran mucho lo de identificar correctamente a las plantas.

      Lo que comentas con los cactus y crasas bien cierto es, y es algo desesperante, porque son plantas de esas que encuentras una variedad enorme casi en cualquier tienda, pero como no acudas a alguien que entienda es difícil saber qué estás comprando. Yo creo que es posible que ni en los viveros donde los propagan y venden sepan el nombre de lo que cultivan.

      Saludos ;)

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