jueves, 5 de febrero de 2015

Impacto invernal

Leucanthemum x superbum
Estos últimos días que enlazan el final de enero con el inicio de febrero hemos tenido de todo un poco en cuanto a condiciones atmosféricas, más lo que nos queda por presenciar. Como explicaba en la última entrada hace exactamente una semana, el viento de poniente iba a ser el primero de los protagonistas y dejó registros de récord, con fuertes rachas de hasta 80 km/h. el pasado viernes que se fue prolongando hasta al menos el día de ayer. Sólo hoy y el lunes las ráfagas han quedado por debajo de los 40 km/h. Hubo lluvia de por medio, pero tan sólo 4 mm. el sábado y 0,5 el miércoles, algo anecdótico que ha servido de poco a la hora de aliviar la resta de humedad provocada por el viento, que a pesar de todo ha sido menos acusada que en diciembre, con los vientos de tramontana que dejaron algunos días la humedad incluso por debajo del 25%. Finalmente, lo que nos ha llegado ahora ha sido una masa de aire frío continental que está dejando nieve muy cerca, pero que aquí va entrando a trompicones. Ayer mismo esperaba ver nieve en las sierras cercanas y no la hubo, puesto que las mínimas todavía quedaron por encima de los 4ºC. Hoy han sido 2,8ºC en Sueca - y 4 en Cullera- pero curiosamente las máximas han estado un grado por encima de los 12 de ayer. Parece ser que el punto álgido se dará entre mañana y el sábado, con una cota de nieve situada tan baja (200 msnm) que si lloviese con suficiente abundancia, hasta la montaña de Cullera se cubriría de blanco. La verdad, lo veo difícil.

Leucanthemum y Mauranthemum
En la terraza las plantas parecen ajenas a todos estos cambios y siguen aprovechando el alargamiento del día y el calor que reciben durante la mañana para apresurarse en florecer. Van tan lanzadas ya que todo apunta a que varias herbáceas de la siembra otoñal, anuales o no, florecerán antes que muchos bulbos, los cuales en teoría cuentan con la ventaja de ser plantas adultas aletargadas que tan sólo deben despertar y crecer.

En febrero además, como todos los años, comienzan a aparecer en las tiendas las plantas, bulbos, rizomas y otros que pueden adquirirse para contar con ellas de inmediato o tras una breve espera. Ya he repuesto algunas especies que perdí el año pasado y otras están de camino, pero siempre acabo tentado por algún ejemplar que no había podido encontrar hasta ahora y me llama la atención. Es el caso del enorme margaritón de la foto, una Leucanthemum x superbum que he encontrado en un vivero de Cullera. La planta parece en este estado una versión gigantesca de una Bellis, con roseta abajo y un capítulo enorme de más de 10 cm. de diámetro sobre un pedúnculo con hojas sésiles (sin peciolo), pero en realidad puede crecer hasta casi un metro de altura. Es un híbrido muy popular y tradicional en jardinería, resultado del cruce de Leucanthemum maximum y L. lacustre. En la terraza cuenta con sus parientes Mauranthemum paludosum y, si todo funciona según lo previsto, la más contenida Leucanthemum vulgare, de la que hay plantas todavía muy pequeñas en el contenedor. La idea es colocar a esta gran compuesta junto a otras grandes margaritas, como puedan ser dalias o equináceas, para que den color durante la primavera-verano.

Habrá que ver pues cómo prosigue este inicio de la segunda mitad de invierno que se presenta interesante desde el punto de vista meteorológico, que pese a todo no debería resultar demasiado preocupante dado que la tendencia habitual cuando ocurren estos episodios de frío es que remitan en pocos días y el camino hacia la primavera continúe con total normalidad. Es difícil, aunque no imposible, que el agua se congele en la terraza aunque sea unos minutos.

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