Anémona 'De Caen' roja |
Tengo, como digo, al menos un par de tubérculos que sobrevivieron de otoño de 2011 y que florecieron a principios de 2012. Ese año adquirí en primavera unos pocos ranúnculos y unas Anemone coronaria 'St. Brigid' de un supermercado Schlecker, cadena alemana que parece que se va a pique y que de momento esta primavera ya no ha traído ni bulbos ni plantas, cuando tiene algunas especies interesantes (aunque quizá más en otoño). Estas plantas de primavera tuvieron hojas hasta mediados de verano y su máximo logro fue una flor blanca de una anémona, la cual debe ser alguna de las que han florecido en ese color esta semana.
Anémona 'St. Brigid' violeta |
Como digo, las Anemone blanda protagonizaron una de las decepciones más sonadas. No entiendo qué pudo pasar, pues las traté igual que al resto de parientes: un remojón previo al plantado, y enterrar. Sus tubérculos son igualmente secos y arrugados como piedrecillas, pero negros y ovalados en lugar de marrones e irregulares. También fracasaron unos Eranthis hyemalis, pero luego me informé que estas plantas suelen perder efectividad si no se plantan de inmediato (estuvieron 3 meses almacenados). Quizá vuelva a probar este año, pues no salieron muy caros (lo mismo que los ranúnculos de Alcampo).
Ranúnculo naranja brillante |
Fue a partir de finales de marzo cuando comenzó a desarrollarse la floración conjunta. Algunas anémonas ya habían florecido antes, pero los ranúnculos salieron por delante de las anémonas más nuevas. Se trataba de unos ejemplares que el verano pasado no consiguieron abrir ni una flor de las que brotaron y que hasta ahora han abierto todas, aunque sólo han salido dos amarillas y el resto anaranjadas. No sé si quieren más sol, pero los tallos salen muy alargados y las flores se doblan por su peso. Precisamente los retiré del sol para evitar secamientos y quemaduras, aunque quizá habrá que buscarles mayor exposición.
Anémona 'St. Brigid' blanca |
Finalmente, las últimas en comenzar a florecer han sido las anémonas 'St. Brigid'. Se diferencian de las 'De Caen', de su misma especie, en que son de pétalos dobles. Este año han salido primero unas de color violeta con pétalos delgados y muy apretados, grandes y perfectamente circulares, y finalmente han aparecido de nuevo las blancas, con pétalos más anchos e irregulares. Además, los ejemplares de este año parecen totalmente faltos de pigmento, con el centro verde y los estambres amarillo pálido; el del año pasado tenía el centro azul con estambres amarillentos, como las flores normales. Sólo faltaría por aparecer en la combinación algún ejemplar puramente rosado.
Ranúnculo anaranjado |
En casi todos los lados se apunta a que hay que sumergir en agua tanto a anémonas como ranúnculos durante 24 horas antes de plantar. Considero que, una vez más, en Internet la gente se dedica a copiar de un lado y de otro sin pararse a probar o pensar. Si tenemos "buceando" durante un día entero a estas plantas en las épocas frescas en las que se plantan, más el agua para asentar la tierra, más lo que pueda llover... posiblemente estemos abriendo una puerta bien grande a la pudrición, los hongos y demás desgracias. Tanto yo como mucha otra gente coincidimos en que basta con remojarlas apenas unos minutos antes de enterrarlas o incluso plantarlas secas y simplemente que se mojen con el primer riego para asentar la tierra. Así me han funcionado todas las veces, incluso con aquellos tubérculos adquiridos en verano en Leroy Merlin que, atendiendo a la época que suelen traerlas (sobre febrero), debieron pasar casi un año entero en una bolsa.
Anémona 'De Caen' azulada |
Este año las he colocado en una ubicación con menos horas de sol -aunque de aquí a verano aumentará algo más la exposición- junto con sus parientes las aguileñas y los distintos Oxalis, así como algunas margaritas. La idea es prolongar al máximo su floración, aprovechando que este año van bien y que esta primavera está teniendo episodios de bajadas de temperaturas que suavizan el ambiente de vez en cuando. Lo normal sería que desaparecieran a mediados de verano y volvieran tras las lluvias de otoño.
Tenemos pues unas plantas fáciles de conseguir y propagar y que con un mínimo esfuerzo darán un vibrante toque de color a cualquier rincón e incluso nos darán una pequeña tregua cuando se encuentren en letargo, volviendo no muy tarde para ser de las primeras del año en iluminar nuestras colecciones.
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