lunes, 1 de abril de 2013

Rectificar a tiempo

Plántulas en crecimiento
Hace unas cuantas semanas hablé en una entrada de lo mal que había ido el primer intento de siembra "a voleo" de semillas en el contenedor de 150x75 cm., que se hizo extensivo a algunas macetas sueltas. A día de hoy parece que la cosa poco a poco va mejorando y es de suponer que. si no hay ningún contratiempo, para verano haya un montón de especies nacidas de semilla creciendo y floreciendo.

Como se puede apreciar en la foto, la parte despejada del contenedor comienza a llenarse de pequeñas plántulas. A ello contribuyó, aparte de una repetición de la siembra (la tercera desde enero, nada menos) de las especies que había seleccionado al principio, la adición de un buen puñado de semillas nuevas con mayor variedad procedentes de sendas mezclas de semillas adquiridas en ALDI. Se trata de unos botes de 100 g. con diversas especies de anuales y vivaces pensados para sembrar superficies amplias de jardín. Por poco precio (2,49 € cada bote) he echado una cantidad de semillas más que suficiente para asegurarme de que, aunque brotaran una cuarta parte, el contenedor se llenará de plantas. Y es que es muy distinto sembrar unas pocas semillas de sobre, que vienen en cantidades pequeñas, a llenarse la palma de la mano de semillas y sembrar a voleo como si de un cultivo de cereal se tratase. Aún así no habré usado ni un 10% del contenido de los botes.

Entre las plántulas, distingo unas pocas especies cuyas hojas son fácilmente reconocibles. Veo Cosmos, que tanto podrían ser bipinnatus (cuya presencia reforcé sembrando semillas de mi producción del año pasado, que han demostrado ser muy efectivas) como sulphureus, una especie muy similar que venía en las mezclas que adquirí. También veo una malvácea, cuya identidad está entre Lavatera trimestris y Malope trifida; no me queda otra que esperar a verla florecer para saberlo. Una zinnia empieza a despuntar entre el resto y, como sorpresa que se veía venir, han aparecido varias plantas de agerato, que yo no sembré voluntariamente, pero era fácil que en la tierra hubiese semillas bien de las plantas que el año pasado crecieron allí y las derramaron en gran cantidad, o bien llevadas por el viento, los pájaros o yo mismo desde las plantas adultas que todavía conservo.

Gilia tricolor germinando
Como ya comenté en la entrada pasada, en la parte frontal del contenedor las cosas fueron mucho mejor y las margaritas de Livingstone (Dorotheanthus bellidiformis) se han adueñado de toda esta zona. El problema es que ya tocan la reja que cubre el contenedor, aunque por suerte parece que no van a crecer más, pues no hay ninguna doblada, sino que son las hojas más altas las que han quedado apretadas contra la malla metálica. Para sorpresa, he visto hoy que varias de ellas tienen botones florales y además se adivinan los colores y hay buena variedad; para mí una alegría, pues hace un mes comenzó a florecer una planta que tenía de la especie que había brotado en otoño, y que, como anual estricta que es, se secó y murió después de abrir su última flor, hace apenas unos días. Ahora tengo más y en menos tiempo, lo cual además compensa con creces el fracaso del año pasado, ya que sembré la especie en primavera y no salió ninguna adelante hasta el mencionado ejemplar solitario que brotó tardíamente en otoño.

Aparte de esta siembra masiva, estoy ampliando posibilidades pre-germinando algunas semillas con papel húmedo, a fin de conseguir que arraiguen con ventaja sobre las demás, dado que hay especies de semilla dura que parecen tener alguna dificultad, seguramente condicionadas por la mala permeabilidad de la superficie del sustrato del contenedor, que se seca muy rápido. No obstante, también he hecho lo posible por subsanar este aspecto y hace una semana, viendo la oportunidad, adquirí un pulverizador a presión de 5 l. en la sección de jardinería de LIDL. Como se suele decir, no sé cómo he podido estar sin uno de estos aparatos todo este tiempo: hasta ahora utilizaba pulverizadores pequeños que siempre acababan rompiéndose a los pocos usos. Con este nuevo, basta con accionar el émbolo hasta alcanzar 1-2 bares de presión para conseguir un buen rato de chorro ininterrumpido con gotas finísimas, ideal para humedecer semilleros sin miedo a desplazar semillas o doblar plántulas por el peso de las gotas. Doy una pasada todas las veces que acudo a la terraza para dar a  las plántulas su ración de humedad, y parece que está siendo de gran ayuda.

Espuela de caballero entre antirrinos
Dejando a un lado el contenedor, también estoy empezando a repetir los semilleros fallidos que hice en macetas, aprovechando además para introducir nuevas semillas. En enero sembré unas Ratibida columnifera pulcherrima, una compuesta norteamericana, y no brotó ni una. Repetí la siembra pero esta vez pre-germinando las semillas en papel de cocina húmedo, depositándolas en la misma maceta cuando asomaba la raíz. Ahora sí veo plantulas, aunque parece que crecen algo lentas. Es cuestión de paciencia.

Entre las nuevas especies que he sembrado junto a las que he repetido siembra, se encuentra la Gilia tricolor. Estas semillas me las regalaron al comprar otras (aunque en las mezclas en bote que he mencionado antes también viene esta especie) en una tienda francesa que conocí en eBay, que por lo que veo tienen la bonita costumbre de regalar una o varias especies de su elección en cada pedido, según el volumen de éste. Para mayor satisfacción, hoy me he encontrado que las semillas, sembradas el jueves, están casi todas brotadas.

Por lo demás, hay que señalar que muchos otros semilleros sí han sido un éxito y se encuentran creciendo a buen ritmo. He querido destacar, para cerrar ya esta entrada, una maceta donde sembré semillas en otoño. La cubrí un tiempo con plástico y éste acabó destapándose con el viento, pero sorprendentemente la maceta se llenó de plántulas que prosperaron perfectamente, sobreviviendo a la meteorología y a los pájaros. No recuerdo exactamente qué sembré allí, pero por el aspecto de las plantas que mayor presencia tienen, diría que son antirrinos de colores mixtos y, entre ellos, una espuela de caballero (Consolida ajacis) crece escondida. Supongo que mientras no falte humedad en la tierra, conseguirán desarrollarse aún estando tan apretadas.

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