jueves, 10 de marzo de 2016

Los colores de la Linaria maroccana

Linaria maroccana rosada
Hay un sinfín de plantas anuales que, aun manteniendo su morfología original apenas sin diferencias sustanciales con la variedad silvestre, salvo quizá formas más compactas, han llegado a nuestras manos en forma de mezclas de colores que se convierten en una auténtica lotería a la hora de adivinar el color que tendrán sus flores. He cultivado, y lo sigo haciendo, numerosos ejemplos de esto: Dorotheanthus bellidiformis, Anthirrinum majus, Zinnia elegans, Papaver nudicaule, Schizanthus x wisetonensis o las más recientes Nemesia strumosa. Se trata de plantas de las que es prácticamente imposible encontrar una coloración que coincida con el de la planta silvestre auténtica, y eso cuando no llevan también genes de otra especie cercana, como en el caso de la Papaver nudicaule "doméstica", la cual no es realmente una muestra pura de esta especie. Hay otros casos en los que prefiero el original antes que la mezcla de colores, como la Centaurea cyanus, de la que sólo un año planté semillas de colores variados al azar pero no encontré que aportasen la misma belleza que el espléndido color azul original.

Amarillo-violeta
Linaria maroccana es uno de esos ejemplos. No he sido siquiera capaz de encontrar información sobre la planta silvestre, su aspecto, su distribución... tan sólo lo que su nombre sugiere, esto es, que procede de Marruecos o al menos es una de sus zonas de origen. Es, de algún modo, como la versión estilizada de su pariente Anthirrinum majus, aunque todavía no sé si igual de prolífica autosembrándose, como sí ha demostrado su todavía más cercana congénere la Linaria reticulata, la cual este año florece a montones sin haber sembrado intencionadamente ni una sola.

Del mismo modo que ocurre con los antirrinos, el único rasgo común que comparten las L. maroccana multicolores es la mancha amarilla del interior de la corola, que puede estar más o menos extendida, pero nunca ausente. El resto de colores se mueven en la línea del blanco, violeta, magenta y amarillo, con mayor o menor profusión de unos u otros (el magenta puede ser casi rojo o un rosado muy pálido). En mi caso, debido a que sólo tengo cuatro ejemplares, la variación no ha sido muy acusada aunque lo interesante es que no hay dos iguales. El más distante es de un pálido color amarillento con la espuela de color violeta, tono que también asciende por la corola en forma de finísimas nervaduras. Es, no obstante, el ejemplar que peor lo ha tenido ya que no ha sido capaz de crecer bien entre plantas más altas. Es probable que creciese más tarde y por ello no haya podido adaptarse, ya que el primer ejemplar en florecer. también más grande, sobrepasó sin problema al resto de sus vecinas.

Blanco-rosado
Originalmente, los primeros intentos de siembra de Linaria maroccana se remontan a otoño de 2014. Partí de muy poco material: una pequeña cantidad de semillas que me regalaron con otra compra, a pesar de que en varias mezclas de flores que también adquirí aparecía esta especie en la lista; al ser tan pequeñas es prácticamente imposible separarlas o diferenciarlas de otras semillas de similar talla y en el hipotético caso de querer conseguir alguna planta habría que sembrar al azar un buen número de semillas lo más similares posibles. Este método me ha funcionado en ocasiones, pero siempre en las que las semillas eran de un tamaño y forma distinguible a simple vista y, aún así, a veces hay equivocaciones.

 En 2014 sólo llegó a germinar una, que fue tan mal que tras unos pocos meses sin crecer bien se acabó secando. Repetí la prueba en 2015 y conseguí mantener a un par de ejemplares que trasladé del semillero al contenedor una vez tuve controlado el problema con los caracoles, esto es, con el armazón de malla mosquitera que impedía su entrada ya colocado. Las dos plantas crecieron sin problemas aunque, cuando comenzó a florecer la primera, de la segunda ya no encontraba rastro. Hay actualmente una segunda planta que florece en una posición cercana -la de la tercera foto de esta entrada- y desconozco si es el ejemplar en cuestión que ha crecido inclinado hacia el fondo o simplemente una planta distinta.

Rosado y cambiante
Esa es la otra parte de la historia. Hay en total cuatro plantas de la especie en el contenedor habiendo plantado sólo dos. Las otras dos, o incluso tres si el ejemplar mencionado fuese realmente otro distinto, seguramente deben haber germinado a posteriori tras reutilizar en los trasplantes la vermiculita usada con el fin de ofrecer un sustrato superficial húmedo a las plántulas recién trasplantadas, entre la cual posiblemente estuvo la que contuvo en su momento semilleros de Linaria maroccana. Cierto es que en los recipientes donde acumulaba la vermiculita usada, la cual había estado semanas sin cambios y el semillero dado por fallido, de vez en cuando aún aparecían semillas germinadas ya sin posibilidad de identificar.

El ejemplar que encabeza la entrada ha crecido enredado entre una Schizanthus x wisetonensis y visto de lejos da la impresión de que sus flores son las de aquélla. El ejemplar de la cuarta foto es, aunque no lo parezca, el mismo de la primera planta de la especie aparecida en el blog el mes pasado, que al principio tenía flores de lóbulos blancos con ligeros toques sonrosados y espuela rosada: a partir de marzo, todas las flores, incluso las últimas de la misma espiga que comenzó a florecer en febrero, se volvieron de un tono rosado homogéneo. La planta, por cierto, visitada frecuentemente por las abejas Anthophora, está bastante llena de cápsulas de las que espero obtener una cantidad de semillas decente que permita crear un reservorio para futuras siembras.

Aún escribiendo las primeras páginas de su historia en la terraza, no sería raro que la Linaria maroccana, al igual que sus parientes en su día, haya encontrado el punto de partida para que la especie, con poca o nada de ayuda, se establezca a base de resiembras. Sus pequeñas semillas y la facilidad con la que ha demostrado crecer cuando tiene las condiciones adecuadas son buenos ingredientes para que pase a formar parte de las plantas anuales que se encargan solas de reaparecer temporada tras temporada.

2 comentarios :

  1. Hola, aquí tienes la versión silvestre http://www.florasilvestre.es/mediterranea/Antirrhinaceae/Linaria_maroccana.htm

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    1. Hola Carles, perdón por tardar años en contestar, pero el blog lleva parado desde 2017 y sólo dejé una entrada suelta en 2020, y desde entonces los comentarios se quedan "pendientes de moderación" dado que por aquellas fechas me entraba mucho spam. Me he dado cuenta hoy de que tenía unos cuantos sin aprobar.

      Conozco esa web, que por otra parte debo decir que es genial. No obstante, fíjate que dice que la identificación como L. maroccana de la planta que aparece en la página es dudosa y el ejemplar que sale allí tiene mucha pilosidad, cosa que no tienen las plantas cultivadas, aunque desconozco si es algo que se ha ido perdiendo por la selección artificial.

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