miércoles, 16 de marzo de 2016

Una quincena de marzo

Nicotiana alata
Ha transcurrido medio mes de este marzo encargado de cerrar uno de los inviernos más irregulares de los últimos años y la situación se revierte cuando quedan los días contados para la llegada de la primavera. Las temperaturas están ahora manteniéndose frescas, más incluso que durante febrero -mínimas inferiores a 10ºC han habido las mismas en esta quincena que en todo el mes pasado- y las máximas sólo se han disparado en dos ocasiones por encima de los 20ºC, a diferencia de los dias centrales de febrero que tuvimos, más propios del mes de abril. Siempre es beneficioso que durante la época en la que la floración comienza su periodo de máximo apogeo las temperaturas sean soportables. ¿Y la lluvia? También esta quincena está resultando ser la más lluviosa de lo que va de año, aunque lo triste es que se pueda decir esto con apenas 10 mm. acumulados durante tres días (7, 9 y ayer, 14). Es, sin embargo, lo mismo que había llovido desde diciembre hasta febrero. Así de peliaguda es la situación.

Linaria 'Grenada Sol'
Hemos visto durante estas semanas la floración de muchos bulbos, la de las Linaria maroccana, la de plantas sudafricanas que no siempre siguen el mismo ritmo que el resto de especies y, en general, un buen número de especies que quedaron recogidas en un vídeo realizado con varias tomas grabadas entre el 3 y el 5 de marzo y que cualquiera diría que corresponde a mediados de abril. Con el pistoletazo de salida dado hace más de un mes, la cantidad de especies que se suman a la carera de la floración cada semana es notable. Y aunque pueda parecer mucho, todavía queda una cantidad apreciable, especialmente de anuales, que o bien están mostrando los primeros indicios de su futura floración o, por el contrario, ni siquiera dan pistas de ella todavía. En general, usar como guía el calendario del año pasado no parece estar sirviendo de mucho, pues hay plantas más adelantadas y otras que apuntan a que se retrasarán un poco más de la cuenta; por supuesto, también las hay que están floreciendo en los mismos días en que lo hacen año tras año.

Phacelia viscida
A finales de febrero comenzaron a florecer con normalidad las Cosmos bipinnatus. Y digo "con normalidad" porque no hay año en que éstas y sus parientes Cosmos sulphureus no comiencen con flores ridículamente pequeñas o deformes, como si la planta no pudiera ir bien desde el principio. En muchas ocasiones las plantas ni siquiera mejoran, acaban muriendo con un aspecto raquítico. El ejemplar de flores blancas de la foto apenas ha florecido durante un par de semanas y no parece que esté formando nuevos capítulos. Junto a él parece que se estrenará durante la segunda quincena del mes un ejemplar de flores rosadas. Quizá debería mirar por sembrarlas a partir de ahora en macetas muy grandes, aunque sea acompañando a otras plantas, donde quizá se desarrollen mejor. Un buen grupo de cosmos con sus grandes flores sobre frágiles tallos es un espectáculo estupendo, pero que prácticamente no ha sido visto en la terraza desde otoño de 2012.

Cosmos bipinnatus blanca
También los últimos días de febrero se sumó a las linarias una nueva especie, la de menor tamaño de todas ellas: se trata de Linaria nevadensis (o aeruginea ssp. nevadensis) en su cultivar 'Grenada Sol'. Es una especie endémica de la andaluza Sierra Nevada, aunque el cultivar seleccionado pierde un poco sus características al repetirse el patrón de plantas relacionadas como Linaria maroccana o Anthirrinum majus: las flores son de colores llamativos y variados. En mi caso, el único ejemplar conseguido tiene flores moradas, que al principio eran más claras, lila, aunque lo achaco a una posible clorosis que sufrió durante su desarrollo, que fue muy rápido entre enero y marzo, y que conseguí corregir un poco con quelato de hierro. Las semillas de esta planta venían en una mezcla de unas pocas especies y sembré unas cuantas presuntas linarias al azar, estando entre las opciones esta especie o bien su pariente Linaria maroccana 'Confetti'. Las flores son tan grandes como las de su mencionada congénere y gustan por igual a las abejas, aunque los pétalos a los pocos días de abrir las flores aparecen llenos de marcas. La planta es muy pequeña -unos 10 cm. de alto- y al parecer, perenne. El tiempo lo dirá.

Cerinthe major
Las atractivas boragináceas -e hidrofiláceas- son algunas de las más frecuentes protagonistas estos días. Al éxito que están suponiendo las Cerinthe major, visitadas por las abejas a diario y que espero se traduzca en una buena producción de semillas, se suman varias especies nuevas. La primera en florecer de todas ellas ha sido toda una sorpresa, puesto que ha dado el estirón en apenas un mes y no contaba con que quedase ninguna. Se trata de Phacelia viscida, tercera especie del género que cultivo y con un aspecto cuanto menos espectacular. Las plantas germinaban con facilidad en otoño, pero a las pocas semanas de trasplantadas (en el contenedor de las anuales y en una maceta) los caracoles las descubrieron y debieron encontrarlas deliciosas, porque no dejaron ni una. O al menos, eso creía: meses después, una planta de aspecto similar a Phacelia grandiflora asomaba en una de las macetas donde planté mezcladas anuales que no entraron en el contenedor. Sus flores azules confirmaron la identidad. Aproximándonos, descubrimos que éstas tienen un aspecto muy parecido a la mencionada grandiflora, del tamaño de las de Nemophila menziesii y con el intenso color azul de una borraja. Gustan a las abejas, aunque al haber crecido en un punto aún sin flores parece faltarle algo de "efecto llamada".

Tropinota en una Layia
Los insectos, por cierto, aprovechan esos momentos en que no haya nubes ni amenaza de lluvia para venir a llevarse un poco de comida. Parece no importarles mucho el aroma que a nosotros nos llama la atención, pues las perfumadas flores de Nicotiana alata, que este año florece un mes antes y las flores no se cierran durante el día, casi nunca reciben visitas. No obstante, hemos llegado al punto en el que un día soleado hace que casi todas las flores de gran tamaño con posibles cargas de néctar y polen bien a la vista sean revisadas por diversas especies de insectos. Actualmente el número de especies de abeja es el más nutrido -habrá una futura entrada acerca de ello-, con las moscas, en especial los sírfidos, aún en cifras bajas tanto en cantidad como en variedad. Lo mismo las avispas, habiéndose presentado hasta ahora las papeleras Polistes y las alfareras Eumenes. Las mariposas, escasas como siempre, aunque hoy una fugaz macaón se ha dejado ver por la terraza sin apenas detenerse. En cuanto a escarabajos, el habitual Tropinota squalida descubrió las recién florecidas Layia platyglossa y se pasó más de la cuenta investigando, arrancando algunos flósculos de un capítulo, pero nada más. No es lo mismo que está ocurriendo por desgracia con los narcisos, que siguen siendo atacados por un enemigo no identificado que agujerea o mutila sus flores y que, por suerte, no está afectando a otras bulbosas.

En plena semana de Fallas, y con una segunda quincena que parece que comenzará con la misma inestabilidad atmosférica que estamos viviendo ahora, habrá que esperar que el tiempo colabore un poco y deje caer unas pocas lluvias para afrontar la primavera que, aunque parezca que lleve mes y medio en marcha, todavía comienza dentro de cuatro días.

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