jueves, 20 de junio de 2013

¿Siguen a prueba los lupinos?

Grupo de lupinos
Hace ya medio año que hice una entrada hablando sobre los lupinos y mi experiencia con ellos, explicando cómo estas plantas se hicieron un hueco en mi terraza por un método que resultó ser válido pero efímero -no sobrevivieron tras el verano- y cómo estaba probando con un sistema diferente: por semillas. La entrada ha tenido bastantes visitas durante algún tiempo y supongo que se debe a que hago mención a que los primeros que tuve pertenecían a una colección que venden en LIDL; de hecho, la mayoría de entradas hablando sobre las plantas de esta colección han estado siempre en el top de entradas más vistas, imagino que debido a que hay poca información en español sobre ellas y el blog sale en las primeras búsquedas. Reconozco que yo hacía lo mismo, y me alegra que el blog sea útil en ese sentido. No obstante, me gusta puntualizar siempre que esto ha sido bajo unas condiciones determinadas, que quizá en otras regiones las plantas no necesiten tantas atenciones especiales.

Finalmente, este año no volví a comprar los esquejes de raíz de LIDL porque mis lupinos semilleros han funcionado bien, no hay más que verlos en la foto y comparar cómo eran hace seis meses. Han alcanzado prácticamente la misma talla que sus antecesores en la terraza sacados de esqueje, pero el motivo por el que no había vuelto a hablar de ellos es simplemente que todavía no han florecido. Las plantas están sanas y no dejan de crecer, siempre hay hojas en la base a punto de emerger. No sé si al proceder de semillas la floración no vendrá condicionada por las estaciones y aún serán capaces de florecer en verano u otoño, o bien habrá que esperar al año que viene.

Estos lupinos están ahora en la parte de la terraza que recibe menos sol, para evitar al menos que el calor lo pasen recibiendo la incidencia directa de los rayos solares. A mediodía ya han dejado de tener al sol encima y pueden tener una pequeña tregua hasta el día siguiente. Cuando esto ocurre, las hojas extienden sus folíolos en posición normal: cuando hace más calor algunos se pliegan hacia arriba, como se ve en la foto. De manera paralela, y siguiendo con las pruebas, sembré otros lupinos allá por marzo que no sólo tienen medio año de vida menos que los grandes, sino que los mantengo a pleno sol para ver cómo les va. De momento, han crecido hasta ponerse casi a la par con los más viejos. No suele fallar: las siembras de primavera dan plantas con un desarrollo más rápido por el simple hecho de tener más horas de luz y calor.

Los lupinos prefieren temperaturas suaves y no demandan demasiada agua, pero claro, eso hay que saber llevarlo aquí, donde poco riego se traduciría en plantas secas en pocos días. Los riego a cada visita y de momento no han dado problemas, incluso resistieron sin mayor problema unos días de poniente que pillaron por sorpresa en mayo apenas un par de días después de unas lluvias y que afectaron e incluso mataron a alguna planta (los linos).

Sin más, ahora queda ver cómo sobrellevan el verano estas plantas, que "se han criado" aquí y de momento van bien, pero el calor no ha hecho más que empezar. Si todo sale bien, en otoño quizá todavía siembre unos cuantos más en algún otro punto, donde puedan combinar con otras plantas de su tamaño.

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