lunes, 10 de junio de 2013

Compuestas en la terraza (III)

Gaillardia aristata
Las asteráceas siguen con su hegemonía en la azotea. Son ahora mismo la familia predominante en flores abiertas al sol o a punto de hacerlo, y todavía protagonizan la mayoría de macetas que a estas alturas aún se encuentran con pequeñas plantas semilleras en desarrollo.

Empezaremos hablando de la Gaillardia aristata, gallardía o "Blanket Flower" en su Estados Unidos natal. Se trata de una compuesta de cuidados sencillos, perenne, que ofrece unos capítulos de gran tamaño y radiante colorido. Tengo tres plantas, que saqué de semillas en enero. Al mismo tiempo también sembré la Ratibida columnifera pulcherrima, pero fracasó varias veces y sólo ahora he conseguido sacar una planta adelante, con un aspecto algo feo, que quizá no florezca ya este año. Volviendo a la Gaillardia, decir que mide unos 40 cm. de altura, con porte recto, es de color verde claro y está cubierta de pilosidad que quizá es lo que impide que no esté atacada por los pulgones como otras plantas de la terraza. Sus hojas son lobuladas en la parte baja y algo más lanceoladas en la parte superior.

Felicia amelloides
El aspecto de los capítulos se encuentra a medio camino entre el de los acianos y el de cualquier margarita o girasol. Son redondos y poseen pétalos alrededor que en realidad son tubos como trompetas, como en el aciano, en lugar de planos como los de un girasol. Sin embargo, lo más seguro es que esas flores sean estériles ya que la planta florece en profusión en la parte central, con flores tubulares como es habitual en la familia. Conforme pasa el tiempo, las flores van abriendose del contorno hacia adentro, la estructura central se va abombando y la corola va retrotrayéndose hacia el tallo. Finalmente, cuando ya se han abierto todas las flores y comienza la maduración de los los frutos, sólo queda una esfera parda en el extremo del tallo, sin pétalos. Éstos son de un color amarillo y rojo, con mayor o menor profusión (una de mis plantas es más roja que el resto), espectaculares como llamaradas de fuego.

Zinnia elegans
Las zinnias, otra especie americana, este año parecen tener un poco menos de protagonismo que el pasado. Sólo dos ejemplares grandes y unos cuatro de 'Liliput' aparecen en el contenedor-jardinera. Aparte, en un contenedor de unos 40x40 cm. sembré nuevas plantas "en cuadrícula" aunque no todas han salido, quedando relegadas casi todas a un lado. El año pasado ya hice una siembra tardía y se dio bastante bien a pesar de hacer más calor -aunque hoy por la mañana ya era agobiante- y además este año dispongo de semillas de dos fuentes distintas, con lo cual espero que salga algo más aparte de las ya típicas flores rosa. De hecho, este año no estoy seguro si las plantas que han salido son de la misma mezcla, pues las del año pasado alcanzaban algo más de altura y, aunque las flores dobles no llegaban a convertirse en esferas de pétalos, sí sacaban varias filas de éstos. Las de este año tienen sólo dos filas y así se quedan durante semanas (por cierto, duran bastante abiertas sin deteriorarse).

Centaurea depressa
Los ásters africanos (Felicia amelloides) comienzan a tomar el ritmo de nuevo y ya empiezan a aparecer flores de vez en cuando a pleno sol. Como comentaba en la entrada anterior, no le hice fotos cuando la traje a casa y he tardado todo un mes en conseguir que estuviera presentable: con la Bidens ferulifolia de la entrada anterior, si no lo hubiera hecho, estaría arrepintiéndome, pues la planta ha perdido casi todas las flores y está dando montones de semillas, y parece que tardará en recuperar su cobertura de pétalos amarillos. Entre medias, me parece que la pasaré a una maceta mayor sin romper su cepellón de tierra ya que resulta algo incómoda de regar al ocupar toda la maceta y tener el sustrato muy compactado, algo típico de las plantas de vivero que puede darnos un disgusto si descuidamos la duración entre riegos.

Jacobaea maritima
Los acianos siguen imponiendo su dominio. El de la especie Centaurea depressa, tan pronto como tuvo abierto su primer capítulo empezó a sacar uno detrás de otro. El viento y el peso me han obligado a ponerle un pequeño apoyo para que no se vuelque. Por su parte, entre las Centaurea cyanus han empezado a aparecer flores que aparentemente vendrán de aquel nuevo aporte de semillas variadas, pues han surgido los primeros capítulos que no son del habitual color azul: el fin de semana empezaron a aparecer algunos con pétalos blancos y el centro violeta típico, y hoy he visto uno enteramente blanco, hasta con las flores tubulares negras del centro totalmente descoloridas. Este original ejemplar seguramente sea hipocrómico, esto es, con los pigmentos en muy baja concentración. El aspecto de la planta es indistinguible del de sus compañeras típicas.

Centaurea cyanus hipocrómica
Lleva floreciendo un tiempo también la cineraria marítima (Jacobaea maritima, antes Senecio cineraria), proveniente de un esqueje que hice en marzo de 2012. La planta creció inclinada y le ha quedado un aspecto un poco antiestético, pero esto quizá quede disimulado en un futuro cuando llene -aunque este invierno va directa a una maceta mayor, pues sufre bastante entre riego y riego. Los capítulos aparecen floreciendo primero sin pétalos y esto me extrañó, pero en cuestión de semanas las flores tubulares del centro se han multiplicado y los pétalos amarillos cuelgan alrededor del involucro.

Entre las especies a puntito de florecer, destaco a tres. En primer lugar, Coreopsis tinctoria, de la que hoy ya he encontrado un capítulo en flor totalmente rojo granate: falta ver si las plantas serán mezcla de colores o todas así, pues me gustaría que apareciera alguna del color original, con pétalos amarillos en el exterior y rojos en el interior y centro oscuro, que aportaría una combinación muy interesante al predominio azul de los acianos; hay varias plantas dispersas por todo el contenedor. También en el contenedor asomaba ya sus pétalos hoy una caléndula (Calendula officinalis) con su llamativo color naranja. Parece de flor simple, ya que se apreciaba el centro. Las prefiero a las dobles, siempre resulta bonita una flor tipo margarita de este vivo y poco usual color. Por último, sigue escalando hacia la floración la Echinacea purpurea, que con un aspecto impecable ya iguala o supera en altura a la mayoría de sus vecinas las azucenas. Espero con ansias ver sus flores.

Coreopsis tinctoria roja
Quedan más compuestas que todavía están creciendo. Además de las zinnias y la Ratibida, tengo creciendo aparte un crisantemo tricolor (Glebionis carinata) de la mezcla de semillas que compré en marzo, y que también sembré en el contenedor pero a lo visto no salió adelante ninguno. Este ejemplar salió después de varios intentos y de momento es bastante pequeño pero muy ramificado. De la misma manera, tengo una Cosmos sulphureus germinada hace sólo una semana que ya comienza a mostrar su primer par de hojas verdaderas. Por lo que veo en fotos, las hojas divididas de esta cosmos son más anchas que las de su pariente Cosmos bipinattus, más similares a las tagetes. Bajo esta premisa, en las continuas revisiones que hago en el contenedor-jardinera no he sido capaz de encontrar ninguna planta que se le parezca (alguna tagetes, pero a ésas ya me las conozco), así que primaba sacar al menos un ejemplar por separado para verlo florecer y obtener algunas semillas extra. Veremos si lo consigo, hace mucho calor y puede pasar de todo, aunque en esta misma tesitura las bipinnatus crecieron el año pasado y florecieron en otoño.

Centaurea cyanus blanca
Asimismo, sembré girasoles nuevos y hubo algún que otro fracaso, si bien ya hay un ejemplar que despunta entre los demás, con unos 10 cm. de alto y varios pares de hojas. Parece crecer agusto a pleno sol. Esta vez sólo usé pipas de los botes de mezcla de semillas, veremos qué sale de ahí, pero lo ideal sería que fuesen unos girasoles menos "típicos" que la otra vez.

Las margaritas, de las que sospecho definitivamente que serán Mauranthemum paludosum de jardinería (las Leucanthemum vulgare tienen tallos y capítulos mayores y los de las mías apenas llegan a 3 cm. de diámetro), aquellas que costaron 0,60€, que se secó una y compré otra, parece que tienen todavía mucho que decir. A lo visto sus semillas son muy efectivas ya que, para empezar, cuando corté la planta seca había plántulas a ras de suelo, que no aparté del sol y seguí cuidando. Bien, pues a día de hoy tienen bastantes hojas y están a punto de florecer. En el rincón de la terraza donde estuvieron al principio también aparece una planta creciendo en la maceta de los ranúnculos, que seguramente "saltó" de alguna flor madura. La planta nueva está algo reseca y no sé si sobrevivirá, pero es que viendo lo bien que se reproducen ellas mismas creo que no hubiera hecho falta ni reponerla.

Pues hasta aquí esta nueva singladura entre las asteráceas de mi terraza. Con un calor bastante duro ya instalado estos días y pocas probabilidades de lluvia en el horizonte, las compuestas, como el resto de plantas, van a pedirme atención más a menudo y no podré descuidarme más de tres días. No vendría mal una lluvia a mediados de junio que diese un último empujón pre-veraniego, pero me temo que eso puede ser difícil, aunque quién sabe, viendo cómo se está dando este 2013.

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