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Helenium autumnale, predominantemente roja |
Que una planta elija pleno verano para ponerse a florecer y que además resista bien esas condiciones es algo muy a tener en cuenta. Si además es bonita y hasta útil, entonces su valor se multiplica. Hablamos de
Helenium autumnale, una asterácea de llamativas cabezuelas abultadas que en plena mitad de este mes de julio ha estallado en floración.
Esta especie es originaria del sur de los Estados Unidos y bastante conocida en jardinería, existiendo diversos cultivares. Mis ejemplares llevan sólo tres meses en la terraza, pero por lo observado hasta ahora se trata de unas vivaces con una capacidad de desarrollo y vigor notables, pues han crecido a un ritmo vertiginoso y han alcanzado la floración plena en este breve periodo de tiempo.
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Amarillo y rojo |
Hacía tiempo que le había echado el ojo a esta especie, aunque en las tiendas de semillas. Por un motivo u otro, quizá la impaciencia de tener que esperar un tiempo indefinido para verlas en flor tras sembrarlas, nunca di el paso de adquirirlas. En abril, la cadena de supermercados ALDI, que el año pasado cerró sus tiendas en Sueca y Cullera y sólo me deja cerca las de Alzira y Algemesí, trajo una colección de plantas perennes con diversas especies interesantes, entre las que también se encontraba la
Lychnis alpina que ya apareció en el blog meses atrás. La verdad es que faltó poco para no conseguir ninguna de estas plantas, pues no hubiera esperado que trajesen plantas interesantes en plena primavera después de que dejasen de traer la colección de vivaces, muy similar a esta, que traían todos los otoños; ni siquiera estaba al tanto de las ofertas y me enteré porque me avisaron otros compañeros aficionados a las plantas. En resumen, que justo cuando dejo de tener a mano estas tiendas traen cosas interesantes y poco faltó para no llegar a tiempo, pues en la primera tienda ya no quedaba ni una planta.
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De dos tonos |
Las
Helenium, que en aquel momento desconocía si había uno o varios ejemplares, venían como las demás plantas en su maceta de 8 cm. de diámetro, lo que da una idea de su pequeño tamaño, aunque en su caso concreto las raíces estaban ya apretadísimas en tan pequeño recipiente. Tan pronto como las pasé a una maceta mayor el crecimiento se fue haciendo patente, llegando pronto a tener un tamaño acorde con el del tiesto. Para cuando se han abierto las flores, las plantas miden algo más de medio metro de alto. No las he movido del sitio desde que llegaron a casa, la pared al lado de la puerta de la terraza en la que el sol da durante buena parte de la mañana, aunque es el primer sitio de esta parte delantera en quedar a la sombra cuando el edificio de atrás hace de parasol.
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Grupo de plantas |
Como siempre hago al traer una planta nueva, lo primero que miré fueron sus cuidados por si había alguna característica a tener en cuenta. Por su procedencia y aspecto hubiera dado por hecho que las
Helenium son de esas compuestas resistentes al calor y los suelos secos, como las
Rudbeckia,
Ratibida,
Echinacea o
Gaillardia. No es del todo así: el calor y el sol no es problema para ellas, pero el agua no debe escatimarse. Prefiere un suelo con humedad y durante los días más cálidos que ha habido mientras desarrollaba las flores no era raro ver las hojas caídas, que se recuperaban pronto nada más recibir su correspondiente riego.
En cuanto a su valor, tan pronto como se han juntado varias de sus cabezuelas, con discos florales casi esféricos y lígulas rectas que forman un disco alrededor de ellas, las abejas
Megachile han aumentado sus visitas a la terraza notablemente. Desde finales de junio y tras la desaparición de las compuestas de flores amarillas, su presencia había pasado de ser regular a testimonial, multiplicándose exponencialmente con la floración de las
Helenium. De esto hablaré en otra entrada; mientras tanto, queda el disfrutar de esta efectiva y llamativa compuesta que se ha ganado un puesto de honor en la terraza en su todavía breve estancia.
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