domingo, 27 de abril de 2014

Elementos en contra

Amberboa moschata
Este 2014 está siendo un año bastante duro. La terraza tiene más flores que nunca, pero la sensación de que todo pende de un delicado hilo es permanente. No llueve, aparece el temible viento de poniente y además los gorriones, que este invierno dejaron de ser un problema antes de hora, aparecen de nuevo y protagonizan su etapa más destructiva desde que tengo plantas en la terraza. Plantas que llevan a la intemperie desde que medían apenas 5 cm. y nunca fueron molestadas, ahora, ya grandes, aparecen incluso con el ápice cortado, quedando arruinadas. La zona más expuesta de la terraza está llena de hojas cortadas por los pájaros. Si la situación no cambia, entre eso y el calor, muchas plantas que todavía no han florecido podrían morir en poco tiempo.

Margarita de Swan River
Regar se está volviendo complicado también. Muchas veces sólo puedo regar a media mañana y este es el peor momento del día, ya que hace tanto calor que cuando termino de regar las últimas macetas, la superficie de las primeras vuelve a estar seca. El mejor momento es el atardecer, pero claro, a esas horas entre que la brisa marina no deja de soplar y que la mayoría de flores empiezan a plegarse (en el caso de las fototrópicas), no hay manera de ver nada. En resumen, que mayo podría complicarse más de la cuenta si todo sigue como parece que va a seguir y la "etapa en blanco" de la temporada podría alargarse meses este año. No en vano estamos padeciendo la peor sequía de los últimos 150 años: la última vez que llovió copiosamente en Cullera fue a finales de agosto y, atención: cayó más agua aquella semana lluviosa que en todos los días siguientes transcurridos hasta hoy.

Espuela de caballero
Estos días florecen aquellas plantas que han tenido tiempo suficiente para desarrollarse y están fuera de peligro. Serán las encargadas de producir semillas suficientes como para regenerar el stock inicial y probar suerte de cara a la próxima temporada. Una de ellas, y de las más esperadas, es la Amberboa moschata. Se trata de una compuesta de la que hay relativamente poca información en internet aunque parece una planta fácil de encontrar. Al parecer es originaria del Cáucaso, Turquía e Irán y tiene como sinónimos los nombres Centaurea imperialis Centaurea moschata. Aunque el porte es similar a Centaurea cyanus, lo cierto es que tiene un toque distintivo y parece tratarse de una especie relacionada pero distinta a este género, como ocurre con especies locales como Rhaponticum o Cheirolophus. Sembré en varias ocasiones, incluso en macetas para tenerlas más controladas, y la única que llegó a adulta fue esta. Ha tardado bastante en florecer, tanto en lo que respecta a su vida (lleva desde septiembre sembrada) como en el tiempo transcurrido desde que apareció la cabezuela hasta que se ha abierto. Para colmo, la flor se abrió el martes y el jueves la fotografié tal cual aparece en la entrada; el viernes estaba más bonita, pero el viento no me dejó hacer nada. Para el sábado, con el agresivo poniente seco, ya había comenzado a secarse. Habrá que esperar a que florezca de nuevo para volver a disfrutar de ella.

Antirrinos rojos
Florecen también los guisantes de olor, que este año a pesar de pasar también por el parón invernal, se han vuelto más vigorosos durante la primavera. De momento el primer ejemplar, de flores rosa claro, va bastante bien y es de los más floríferos que he tenido hasta ahora. El segundo, más joven, florece de color rosa oscuro. La mayoría de las trepadoras obtenidas de semillas que tengo están bajo estricta vigilancia dado que casi todas están todavía en sus primeras etapas de vida y necesitarán este calor para crecer, pero la falta de agua en esta fase puede ser fatal.

Lavatera trimestris
Una Lavatera trimestris me ha sorprendido en el contenedor, pues llevaba todo este tiempo pensando que sería una Malope trifida. Lejos de convertirse en la típica mata ramificada que suele ser, la planta ha tenido un crecimiento pobre, con un solo tallo y pocas hojas, pero la floración ha sido espectacular, con una flor grande e inmaculada que a día de hoy ya se ha marchitado. Tampoco sé si es uno de los ejemplares del cultivar 'Silver Cup' que vende LIDL -el que tuve el año pasado- o una de tantas semillas que saqué de la mezcla que tengo del ALDI del año pasado. La única diferencia que observo, aparte del porte, es que esta planta tiene flores de un rosa más intenso.

Las margaritas de Swan River continúan floreciendo cada día más, y entre ellas ha aparecido un ejemplar con una combinación distinta a las vistas hasta ahora: disco floral negro (en realidad, un púrpura muy oscuro) y lígulas de un blanco inmaculado, posiblemente la combinación que más me ha gustado hasta ahora junto con las moradas de centro también oscuro. A pesar de lo castigadas por el tiempo que se encuentran, siguen formando una masa compacta cargadísima de flores. A falta de que llegue el verano, siguen pareciendo unas plantas que toleran bastante bien el calor y la sequedad ambiental.

Amberboa moschata
Entre las arañuelas han comenzado a aparecer flores de pétalos múltiples, con lo cual el ejemplar de cinco pétalos visto durante la semana pasada ha sido una excepción, del cual habrá que guardar cuidadosamente sus semillas. Dudé incluso sobre si se trataba de otra especie, pues los pétalos parecen más redondos, pero la más parecida es Nigella arvensis y sus cápsulas de semillas no son globosas como las de este ejemplar sino similares a las de una aguileña: se queda en damascena pues.

Un pariente suyo, la espuela de caballero, está en pleno esplendor. No se trata ya de aquel ejemplar que florece desde noviembre, que parece encarar definitivamente su etapa final, sino de un ejemplar con un tallo más alto y estrecho que aparece en la zona que hubiera estado llena, de no tener tan mala suerte, de flores de porte similar y de todos los colores. El ejemplar nuevo tiene el mismo color y aspecto que el viejo, con lo cual es un digno sucesor.

Arañuela doble blanca
El grupo de antirrinos "veteranos" parece que empieza a ir debilitándose, pues aunque han florecido a toda máquina desde enero, las hojas cada vez amarillean más. No obstante, van necesitando ya una poda de todos los tallos con cápsulas de semillas y esperar a que florezcan de nuevo. Tengo ya tantas semillas de estas plantas que no sé dónde meterlas, y casi las guardo más para evitar que se expandan por todas las macetas -ya he arrancado varias plantas de diversos puntos- que para conservarlas.

Prácticamente ya no queda ningún bulbo de floración primaveral no ya con flores, sino con hojas, salvo unos Muscari armeniacum que se salvaron de la catástrofe gracias a que crecieron en una maceta. Los de floración estival deberían relevarles, y de momento van creciendo bien y no les falta el agua, aunque no todos tienen un aspecto óptimo. Quizá sea el caso que más me impacienta, pues todavía tengo que seguir regando en un contenedor prácticamente pelado en el que antes de decidir desmantelarlo, todavía planté una gran cantidad de bulbos primaverales en una esquina que reservé para tal fin.

Guisante de olor rosado
Lo mismo que se ha dicho para las bulbosas se puede aplicar a las anémonas y ranúnculos. El año pasado, con el fresco y húmedo mes de abril que tuvimos, vivieron su mejor momento. Actualmente, las Anemone blanda hace ya días que dejaron de producir flores y sus hojas se han estropeado; las anémonas 'De Caen' que quedan en flor son "polizontes" que aparecieron en otras macetas y sólo sacan ya flores defectuosas; la 'St. Brigid' ha funcionado bien siendo la que más exposición solar recibe, pero ya comienza a decaer; los ranúnculos dejaron de florecer casi de los últimos, pero tampoco duraron mucho sin estropearse. Al año que viene podría probar a poner todas estas plantas al sol: la 'St. Brigid' se ha desarrollado estupendamente, al fin y al cabo, y generalmente estas plantas pueden comenzar a florecer en febrero, cuando todavía no hace calor. Las resguardé porque el año pasado, en marzo, ya comenzaban a sufrir los efectos de la deshidratación entre riegos. Vigilaré esto y probaré al año que viene con todas excepto las A. blanda, que van muy bien en semisombra; el objetivo es conseguir plantas más compactas que no se doblen hacia los lados.

Con días que la cantidad de agua que empleo en riego ya supera los cincuenta litros cada 48 horas, habrá que armarse de mucha, muchísima paciencia para disfrutar de los meses que quedan para salir de cuentas, esto es, hasta septiembre, y desear con fuerza que las lluvias vuelvan con la normalidad de todos los otoños.

No hay comentarios :

Publicar un comentario