sábado, 18 de junio de 2016

Exprimiendo la primavera

Mentha pulegium
La primavera llegará a su fin en breve. Como es habitual para estos días, las temperaturas comienzan a escalar, pero lamentablemente las lluvias que suelen tener presencia, aunque breve, durante estos días centrales o finales del mes de junio siguen sin querer aparecer a pesar de los distintos episodios de paso de nubes que sí han dejado caer alguna gota, pero en el sentido más estricto de la palabra: unas pocas gotas que quedan marcadas en el suelo y nada más. Tristemente, con el calor veraniego recién estrenado ya tenemos que lamentar tres incendios, dos de ellos de considerables dimensiones, en la provincia de Valencia: uno en Bolbaite, otro en Carcaixent y otro en Terrateig. El de Carcaixent, el que me queda más cerca, formó una enorme columna de humo que pude recoger en vídeo los días 16 y 17. Hoy parece ser que han quedado bajo control aunque las pérdidas son enormes. Una situación de impotencia que recuerda a los terribles incendios de Cortes de Pallás y Andilla ocurridos también un mes de junio, el de 2012.

El tiempo moderado sigue permitiendo una buena cantidad de floraciones en la terraza, algunas de especies que han esperado hasta entrado este mes para abrir sus primeras flores. A pesar de la ausencia de lluvias, humedad no falta debido al continuo régimen de brisas marítimas que se presentan todos los días a desde primeras horas de la tarde, sin que de momento hayamos vivido algún episodio de vientos que soplen desde el interior de la península o del continente africano, los que suelen arrastrar la humedad ambiental y provocar aumentos notables de temperatura. Con todo, ha sido una semana muy cálida con una máxima de 31ºC alcanzados el miércoles 15, la más alta de lo que va de año, y varios días más por encima de los 27ºC, con mínimas que ya empiezan a superar los 20ºC.

Cota tinctoria
Las Cota tinctoria se encuentran al máximo de su floración. Sus vecinas las Glebionis segetum comienzan ya a formar las primeras semillas, pero aún así todavía cuentan con gran cantidad de flores que son algo más atractivas para los polinizadores, abejas y alguna avispa, que sus parientes. Quizá cuando las Cota sean las únicas margaritas amarillas presentes, los insectos den continuidad a sus visitas aprovechando que conocen la ruta y que su polen también les resulta atractivo. No obstante, después de un primer intento fallido temporadas atrás, no podría estar más contento con el buen resultado de estas asteráceas amarillas. Para próximas ocasiones estudiaré combinarlas con otras especies de distintos colores y familias que florezcan a la vez, a fin de crear un conjunto más llamativo.

Commelina tuberosa
El vistoso color celeste de las Commelina tuberosa ha tenido una historia complicada en la terraza, y es por ello un espectáculo digno de ver. Es la tercera vez que adquiero tubérculos de esta planta y este año de momento parece ser el que mejor está funcionando. La primera vez la planta floreció, pero los tubérculos se pudrieron después de haberlos sacado de la tierra tras su etapa vegetativa para comprobar su estado: la maceta, que dejé en el suelo, se volvió a empapar con el agua de lluvia y pasó días en este estado. Al año siguiente repetí y en esta ocasión ni siquiera brotaron las plantas. Actualmente combiné los tubérculos con unas Liatris spicata llenando bastante una maceta, lo que permite que las plantas respondan bastante bien a los riegos sin que la maceta permanezca muy húmeda entre riegos. Las Liatris todavía no han florecido, pero las Commelina llevan ya unos días haciéndolo. Por si fuera poco, la floración en sí es bastante prolongada, con una misma planta emitiendo flores durante semanas, pero las flores duran apenas unas horas, desde que ven aparecer el sol en la terraza hasta aproximadamente unas dos o tres horas después. Sus parientes las Commelina benghalensis, en cambio, conservan las flores hasta primeras horas de la tarde.

Symphyotrichum novi-belgii
Un Symphyotrichum novi-belgii se apunta a esta recta final de la primavera. Normalmente estos ásters se caracterizan por florecer a principios de otoño, como lo hace el otro ejemplar que tengo. Sin embargo, existen tantísimas variedades -cientos- algunas de ellas híbridas, que no es de extrañar que el periodo de floración sea variable. A menudo solía ver a la venta algunas de estas margaritas en flor entre mayo y julio, con lo que se sugiere que algunas variedades no esperan a que termine el verano. Sin embargo, este ejemplar fue adquirido en flor en septiembre del año pasado. Apenas unos días después de dejarlo en la terraza, aún con la pequeña maceta original, un día de viento seco de poniente resecó su sustrato y se llevó por delante toda la parte aérea de la planta. Apenas unos días después, cuando ya estaba decidido a vaciar la maceta y tirar los restos de planta, observé que en la base de los tallos había crecimiento nuevo. La planta se recuperó poco a poco y actualmente no hay más que ver su buen estado. Este invierno, sin embargo, a ambos ejemplares les proporcionaré sustrato nuevo para buscar una mejoría -el más veterano jamás ha vuelto a florecer como en su primer año- y en el caso de este más reciente, ampliaré su maceta.

Amberboa moschata
Por tercera temporada consecutiva consigo ver florecer, a pequeña escala nuevamente, a las Amberboa moschata. Todavía sigo utilizando las mismas semillas adquiridas en 2013 y dudo que puedan durar mucho más. En esta ocasión se ha hecho patente que eran una mezcla de colores y ambos ejemplares son blancos, en lugar de rosados como en los dos años anteriores. Creo que he malinterpretado el funcionamiento de esta planta y es, en realidad, una de esas anuales que necesitan algo más de tiempo para desarrollarse y florecer, como las Monarda citriodora o las Glebionis segetum. El primer año florecieron temprano en primavera y dí por hecho que eran anuales rápidas como, por ejemplo, las Centaurea cyanus. Claro, que también aquel mismo otoño de siembra, en apenas dos meses había caléndulas, espuelas y nomeolvides chinas floreciendo, anuales que habitualmente -excepto la caléndula- no florecen hasta al menos finales de invierno. Por tanto, parece buena idea mantener aparte a estas Amberboa a fin de que logren un desarrollo pleno para una floración tardía. Ni que decir tiene que en los dos últimos intentos de colocarlas junto a otras plantas fracasaron cuando aquéllas las sobrepasaron.

Mentha pulegium
Cerca del verano florece también la Mentha pulegium. La menta poleo es una de tantas mentas fáciles de encontrar en los viveros y por ello, dada su condición de planta atractiva para insectos -como prácticamente todas las lamiáceas no tropicales- me pareció buena idea añadirla a la colección. Un dato curioso es que perdió su aspecto "de vivero", esto es, con muchas hojas verdes y anchas, tan pronto como la pilló una subida repentina de temperaturas que le secó la tierra más de la cuenta. Sin que ello le supusiera ningún problema, la planta continuó creciendo con hojas de un tono más grisáceo, pequeñas y con los bordes curvados, con los tallos tendidos en lugar de derechos. No le ha ido nada mal, pues la floración está siendo bastante abundante. Dados sus requisitos, e imitando la ubicación que suele preferir en estado natural -riberas y claros de bosque, con buen grado de humedad- la mantengo a semisombra. Por el momento he visto alguna abeja Megachile acercándose a probarla.

Leucanthemum x superbum
No es la primera vez que florece un margaritón Leucanthemum x superbum en la terraza. Sin embargo, la primera planta que tuve de esta variedad, adquirida en febrero de 2015 y con una buena floración durante aquella primavera, no llegó a sobrevivir al final del verano pasado. En esta ocasión, los diversos ejemplares que tengo los obtuve de semilla: en una de tantas mezclas que tengo venían por montones, tanto de este híbrido como de la especie L. vulgare, la cual todavía queda como asignatura pendiente, pues siempre que he intentado cultivarlas tienen un crecimiento lentísimo y no llegan siquiera a alcanzar un tamaño apreciable aunque, sorprendentemente, a veces siguen ahí cuando ya se han secado el resto de anuales. En esta ocasión, los margaritones híbridos tienen un aspecto más grácil, no habiendo crecido mucho más allá de la talla que ya habían adquirido para la primavera. Los capítulos, eso sí, son de gran diámetro igualmente. Están floreciendo bastante más tarde que otras compuestas similares que han pasado este año por la terraza. Todavía acaban de comenzar, con lo que casi con seguridad pasarán a ser unas de las protagonistas del inminente verano.

Lobelia erinus
Tras no haber conseguido obtener ninguna el año pasado, y no fue por falta de intentos, la pequeña Lobelia erinus 'Crystal Palace' vuelve a la terraza. Aparecieron algunos ejemplares en una maceta donde esparcí vermiculita usada como cobertura superficial, de la cual seguramente germinaron semillas dadas por perdidas de esta especie. Algunas las pasé al contenedor, donde consiguieron crecer pero llegaron demasiado tarde al momento de floración dada su baja talla -aunque la planta puede adaptarse y sobresalir a unos 20 cm. Sin embargo, este ejemplar a semisombra ha comenzado a florecer en este tramo final de la primavera y parece no tener fin. Decenas de sus pequeñas flores azuladas, que nunca, jamás consigo hacerles una foto en la que aparezcan con su color verdadero sino de un tono lila muy claro -cosas de la profundidad de color de los sensores- apuntan desde su posición hacia el lado este de la terraza. Siendo una de las primeras anuales que cultivé, hace ya cuatro años, es una de esas especies que nunca me canso de ver y siempre quiero más. Faltaría, eso sí, encontrarles alguna vez unas compañeras de la misma talla que sean capaces de constituir con ellas un conjunto de ricos colores.

Oxalis debilis var. corymbosa blanco
No parece estar siendo un año muy exitoso para los Oxalis. Esta primavera, aparte de los infalibles articulata, los típicos vaivenes de los triangularis y los anuales corniculata, ninguno más se ha decidido a florecer. Ni siquiera los debilis var. corymbosa de color rosado, que se los supone de los más sencillos. En cambio, sus compañeros de flores blancas están abriendo algunas estos días, aunque tampoco parecen ir encarados a tener una abundante floración. Es de suponer que pronto florecerán también los depressa, que se encuentran ya con hojas. No obstante, la buena noticia es que todas las especies han estado creciendo prácticamente a la vez, con lo que de momento la colección de plantas de este género parece gozar de buena salud. No estaría mal, eso sí, empezar a pensar en añadir algo de sustrato nuevo a varios de ellos, aprovechando para revisar macetas, a fin de que en la próxima temporada consigan acumular más nutrientes y repetir éxitos.

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