jueves, 5 de junio de 2014

Junio de todos los colores

Tigridia pavonia
Junio lleva ya corriendo una semana. El tiempo continúa la progresión de finales de mayo, sin cambios bruscos aunque con el lógico aumento de temperaturas. Durante estos días hemos tenido un breve golpe de calor, ayer miércoles, con un viento del sudeste que puso los termómetros en hasta 33ºC en nuestro entorno cercano, si bien en Cullera la acción del mar lo suavizó un poco. El mismo día, horas después, el viento cambiaba a noreste y las temperaturas caían 10ºC en poco tiempo. Hoy el cielo ha estado nublado toda la mañana, pero de llover ni hablamos. Nos tenemos que conformar con que al menos tape el sol, que ya quema al subir a la terraza.

Commelina tuberosa
Durante la semana he ido viendo plantas que empezaban a mostrar indicios de floración y que no han demorado mucho en desplegar sus encantos. Ya van quedando menos novedades que ver, incluso faltan por florecer pocas de las especies que repiten temporada en la terraza, pero todavía hay especies con hojas verdes y buen crecimiento que quizá florezcan en pleno verano. Por supuesto, siguen quedando flores de esas especies que no paran durante meses, como los antirrinos, acianos o las Oenothera speciosa del contenedor; la composición de las Monarda, Delphinium, Ratibida, Rehmannia y demás; los distintos Oxalis y aguileñas; incluso, aunque más discretas que este invierno, siguen floreciendo las margaritas Osteospermum, Felicia y Argyranthemum. Hasta las Gaillardia siguen dando flores cuando prácticamente ya no queda planta, si bien empiezan a aparecer ya ejemplares resembrados en varias macetas.

Viola cornuta
La primera en sorprenderme nada más abrir la puerta de la terraza ha sido una Tigridia pavonia de flor amarilla. Esta iridácea de origen mexicano-centroamericano y conocida como flor de tigre -oceloxochitl para los aztecas- es apreciada precisamente por sus grandes y coloridas flores que, como curiosidad, se abren y marchitan durante el transcurso de un sólo día. Yo la he encontrado en su punto álgido y la he disfrutado durante el rato que he estado regando. Es una flor grande, de unos 10-12 cm. extendida; una de las flores más grandes que he tenido en la terraza, superada sólo por las de los Lilium e Hippeastrum. El interior tiene un bello diseño moteado que combina manchas rojas con una base amarillenta y blanca. Esto es inherente a la flor y aparece aunque los pétalos tengan otro color diferente al de esta amarilla. La posición de la flor me ha parecido algo extraña dado que forma un cuenco totalmente horizontal, con lo cual si se diese el caso de que lloviera, acabaría llena de agua. Seguramente este aspecto tiene alguna función concreta, pero la desconozco. La planta que portaba esta flor tiene unos 60-70 cm. de altura.

Porte de la Tigridia
En el otro extremo, tanto de la terraza como de tamaño, aunque de coloración similar, florece una pequeña Viola cornuta. Me ha parecido tan pequeña -unos 2,5 cm. de alto- que no sé si es lo normal en la especie, lo cual sería estupendo, o simplemente se debe a que me han salido una vez más plantas enanizadas. No obstante, dichas plantas llevaban sembradas desde otoño y se han tomado su tiempo para comenzar a florecer, aunque no tanto como sus parientes los pensamientos, que llevaban más meses creciendo cuando florecieron. Lo que me resulta curioso de esta planta es lo diferente que llega a ser si comparamos la forma original -que como en muchas ocasiones, siempre encuentro más atractiva- con este tipo de ejemplares cultivados que, a grandes rasgos, parecen una versión en miniatura de la clásica Viola x wittrockiana antes mencionada. En unas semanas estaré sembrando más de estas para colocar algunas en el contenedor para la temporada próxima.

Eryngium planum
Florece también, tras un largo periplo en la terraza que comenzó en marzo de 2013, un Eryngium planum. Si no la he cambiado de maceta ya era porque temía que, al molestarla, volviese a tomarse su tiempo en adaptarse. Las plantas llegaron como raíces en febrero del año pasado -eran tres, quedan dos- y las puse en una maceta grande con el sustrato que tenía disponible en aquel entonces, bastante pobre. Fue un suplicio mantenerlo siempre húmedo y las plantas durante el año pasado sufrieron bastante, no recuperándose hasta las lluvias que hubo a finales de agosto y viviendo una etapa más llevadera durante el invierno. Pero fue llegar el calor otra vez, esta primavera, y comienzan de nuevo los problemas: la tierra se seca mucho y la planta responde quedándose lacia. Empezó a aparecer un tallo con flores y en uno de esos días entre riegos, los pedúnculos que se doblaron empezaron a secarse, así que una gran parte de las cabezuelas de flores no terminaron de desarrollarse. Al final opté por la drástica medida de taponar el drenaje de la maceta y regar en abundancia a cada visita, manteniéndose ahora algo más vívida. La floración consiste en un tallo cargado de inflorescencias agrupadas en cabezuelas que adquieren un tono morado y que están haciendo las delicias de unas pequeñas avispas estos días. Puede que este invierno me arriesgue y le cambie el sustrato añadiendo más compost y perlita, para evitar estos problemas.

Sidalcea 'Party Girl'
Entre las perennes llegadas este año, comienzan su floración las Commelina tuberosa. Esta especie tiene un crecimiento distinto al de sus parientes, generalmente rastreras como las Tradescantia y otras Commelina como la C. benghalensis que también cultivo. Brota desde tubérculos estrechos y largos y su porte es más similar al de una bulbosa, con roseta de hojas en la base y tallos erectos desde los que se abren las flores. Éstas aparecen sobre una espata a modo de vaina, varias por tallo, y tienen el intenso colorido azul propio de muchas especies del género. Sus flores son muy similares a las de su pariente mencionada aunque con el pétalo inferior más grande. Duran sólo un día, pero tan pronto como se marchitan ya hay otras listas para reemplazarlas. Aún han comenzado a florecer ahora, con lo que espero que en unas semanas los tallos se hayan hecho más grandes y numerosos y la planta ofrezca un buen montón de sus radiantes flores azules cada día.

Salvia farinacea desde arriba
Las flores en espigas siguen dominando la terraza a estas alturas. Ya han aparecido por aquí plantas como la Sidalcea 'Party Girl', una malva de tamaño contenido con pequeñas columnas de flores efímeras, y la Salvia farinacea, con sus gruesas inflorescencias azuladas -que no azul puro, color que sí aparece en algunas especies de este amplio género. Lo simpático es que primero comenzó a florecer la planta del año pasado y unos días después se le ha unido una planta nueva, cultivada en casa a partir de una semilla recolectada de la planta más vieja. Es, por tanto, una salvia excelente para repartirla por la terraza a poco que haga crecer unas cuantas en semilleros. Hay más especies del género en la terraza, pero de momento ninguna parece mostrar signos de floración. La idea este año es recolectar más semillas y al menos poner unas cuantas en el contenedor de las anuales al año que viene.

Vista superior de la Tigridia
Vendrán los días de calor intenso muy pronto y la terraza, sin dejar de mostrarse viva y colorida, comenzará a mostrar signos de decadencia. Ahora comienza un periodo importante, que requiere de una buena vigilancia, evitarles el sol intenso a plantas delicadas y no dejar que falte el agua. Es época también para que los temibles hongos hagan aparición, más peligrosos si cabe si son de los que aparecen en las raíces y no se detectan hasta que es demasiado tarde. Y comenzará otra vez en periodo de impaciencia a la espera de que vuelva a suavizarse todo con el otoño, aunque para eso aún queda tiempo y esta vez, más que nada, lo más esperado será la vuelta de una temporada de lluvias que el año pasado se olvidó de llegar. Mientras tanto, paciencia, planificación y, por qué no, ir haciendo algún experimento con semillas.

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