domingo, 29 de junio de 2014

Dos nuevas margaritas amarillas

Dimorphotheca sinuata
Ya van quedando menos especies nuevas que ver florecer en lo que resta de temporada, la cual podríamos considerar finalizada al término del verano si tenemos en cuenta que es con la llegada del otoño cuando la mayoría de plantas se siembran -en el caso de las anuales y demás herbáceas- o se entierran -en el caso de bulbos o rizomas- y la mayoría de plantas anuales ya han muerto, mientras que las perennes y vivaces se van recuperando del verano para reponer energías o aprovechar el buen tiempo para volver a florecer. En el caso de las plantas de hoy tenemos una de cada, ambas compuestas, las cuales llegaron a casa mediada la temporada, una en forma de raíces y la otra de semillas, y ha dado la casualidad que han florecido al mismo tiempo.

La Heliopsis helianthoides var. scabra es una pariente muy cercana de la zinnia, aunque quizá nos recuerde más a un girasol, los cuales, al fin y al cabo, pertenecen a la misma tribu taxonómica: de hecho, uno de los nombres vernáculos en su Norteamérica de origen es "falso girasol". En cambio, encontramos en sus hojas opuestas mayor parecido con las populares zinnias. Los capítulos son de tipo semidoble, aunque no tan recargados como en las zinnias de tipo flor de dalia. Sin embargo, existen multitud de cultivares y esto es muy variable. La altura, como casi siempre me ocurre, ha resultado ser menor a lo esperado, pues pueden superar el metro y a mí se me han quedado en unos 20-25 cm.

Esta especie la obtuve de aquella colección de plantas vivaces de LIDL. Recuerdo que hace varios años, en 2011, la vi entre dicha colección y no me llamó demasiado la atención. Pensaba que la memoria me había traicionado porque varios años después la especie no venía junto al resto de plantas en esa oferta; el motivo lo desconozco, pero el caso es que este año la encontré de nuevo y mi afición por esta familia de plantas me incitó a probar. Siempre se agradece una planta de este tipo que sea perenne, aunque desconozco si será de las que mantienen hojas todo el año o perderá la parte aérea en invierno. Sus cuidados no me han dado demasiados problemas, si bien durante un tiempo parecían tener dificultades con el crecimiento, pero mejoraron apartándolas temporalmente a una zona con menos sol. Actualmente, aunque han comenzado a florecer, su aspecto empieza a lucir de nuevo estropeado. Espero que se deba simplemente al verano y posteriormente puedan mejorar; el hecho de que hayan llegado a la floración se puede considerar un logro.

Heliopsis helianthoides var. scabra
La segunda especie es originaria del veldt sudafricano: la Dimorphotheca sinuata. Esta la obtuve de semilla, procedente de una mezcla de flores también del mismo supermercado mencionado anteriormente. Las semillas se distinguen con facilidad por su aspecto de aquenio cónico de color claro (similar en cierto modo a los de Callistephus chinensis) rodeado por un ala redonda que parece ser un envoltorio. Nada que revelar en especial sobre su siembra, simplemente germiné en casa una semilla en un envase hermético con papel de cocina humedecido y la pasé a tierra cuando asomó la raíz, y en estos dos meses ha llegado al tamaño de floración sin más dificultad.

Se trata de una planta bastante parecida a Osteospermum, cuyas plantas todavía se conocen como Dimorphotheca aunque la realidad es que este género se reserva para las especies anuales y aquél para las perennes. La planta crece postrada, y tanto ir y venir con el viento y la humedad han hecho que al final parezca una especie rastrera o colgante, pues las flores van a ir abriéndose suspendidas en un lateral de la maceta. Las hojas muestran el porqué de su nombre, con los bordes ondulados, sinuosos; las flores recuerdan bastante a las de Osteospermum aunque quizá por su colorido encontremos reminiscencias con Gazania. Ciertamente, con esta última no tendrían nada que ver pues su parentesco está más cercano a las caléndulas, mientras que las gazanias son parientes de las achicorias y dientes de león. A mí me ha salido un ejemplar de flores amarillas, pero también pueden ser anaranjadas, color crema o blancas. Todas tienen en común una banda irisada de color oscuro que rodea el disco central.

El color amarillo es bastante frecuente en las compuestas, aunque he ido descuidándolo puesto que casi todas las especies que me llaman la atención son azuladas, rojas o anaranjadas; es cierto que ahora mismo tengo también una Dahlia Mignon amarilla, pero el color fue cosa del azar; también una nueva Bidens ferulifolia, que ha surgido sin sembrarla -después de las dificultades que dieron las sembradas intencionadamente- y que vuelve a aparecer enanizada como la anterior que tuve. No entiendo cómo es que no consiguen alcanzar la talla del ejemplar original, que llenaba del todo una maceta de unos 15 cm. de anchura.

En un futuro espero que sean más las especies de margaritas amarillas en la terraza, pues dispongo de momento de semillas de dos especies más con este color. También me gustaría expandir estas Dimorphotheca, ya que parecen buenas plantas para una composición de plantas floríferas con algo más de mata, si bien quizá pruebe a poner alguna en el contenedor. Por lo que veo en la maceta donde la tengo, la planta no es demasiado grande y si hubiera crecido en vertical sobre su posición formaría una pequeña mata no más densa que la de una Tagetes, por ejemplo. Será uno de tantos "experimentos" de cara a la potencialmente emocionante próxima temporada.

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