sábado, 2 de abril de 2016

Las últimas de las primeras

Narcissus triandrus 'Thalia'
A pesar de que este año todo parecía ir bastante bien con la mayoría de bulbos plantados en otoño, con el tiempo necesario para aclimatarse y crecer, bien regados pero no en exceso, con abono de liberación lenta mezclado en el sustrato y, finalmente, con un crecimiento que parecía indicar que la gran mayoría culminaría su ciclo con la floración, al final parece ser que con la llegada del mes de abril todo esté llegando a su fin. O, al menos, en lo que a floraciones se refiere, pues las hojas de la mayoría de especies sieguen estando en bastante buen estado. Aunque todavía es pronto y puede que en una o dos semanas esté retractándome de esta impresión, lo cierto es que durante el mes de marzo han habido espacios tan grandes entre floraciones que parece que las bulbosas hayan cerrado ya su primer capítulo.

Hyacinthoides hispanica
Los narcisos parecen haber tenido en los Narcissus triandrus 'Thalia' a sus últimos representantes de la terraza. Los ejemplares anteriores -'Carlton', 'Fortune' y 'Tête-à-tête'- dejaron de florecer hace semanas. Además, una criatura que no he podido identificar se encargó de acelerar el declive de los narcisos comiéndose sus flores -y sólamente las suyas, respetando cualquier planta, incluso otros bulbos en flor- y también ha estado arruinando a los recién llegados 'Thalia'. Este cultivar, al igual que la especie original, produce flores de inmaculado color blanco, tamaño mediano y grandes copas. Las flores son varias por cada pedúnculo, pero debido a lo anteriormente señalado, no he podido ver ni dos juntas a la vez dado que apenas duran enteras dos días hasta que las muerden. Un dato curioso de la planta es que, contrariamente a la mayoría de narcisos, sus flores no tienen un agradable perfume: poseen un olor similar a orín de pequeño mamífero, en este caso más desagradable que otras flores de olor similar como Phacelia viscida o Ibicella lutea.

A lo largo del mes han ido abriéndose varias umbelas de flores de Allium neapolitanum, de las cuales todavía quedan algunas. Este ajo, cuyo primer intento con él fue un fracaso y no esperaba que fuese tan sencillo, lo llevo cultivando desde el año pasado y se ha mantenido y multiplicado entre temporadas con bastante éxito. Además está visto que no separé bien los bulbos que fui sacando de la tierra, pues han aparecido en macetas donde no esperaba verlos. No es tan invasivo como su pariente el Allium triquetrum, por lo que en principio no me preocupa que haya varios repartidos en diversos puntos.

Narciso 'Thalia'
Florecen este año también los jacintos de bosque o campanillas inglesas Hyacinthoides non-scripta. A pesar de haber sobrevivido con más o menos éxito desde el año pasado, tampoco parece que hayan mejorado mucho. Al igual que entonces, sólo han florecido dos y de manera bastante escueta, prácticamente perdiéndose entre las hojas de las demás plantas. Quizá debería considerar sacarlas de la combinación de bulbos donde se encuentran y tratar de cultivarlas en una maceta específica hasta que los bulbos crezcan y se dividan a buen ritmo. Al igual que sus parientes sureños los Hyacinthoides hispanica no tienen perfume alguno, y debido a su pequeño tamaño ni siquiera sé si las abejas, que gustan de ellos, han sabido encontrarlos.

Así pues, parece que el tiempo de los bulbos que aprovechan el tirón de finales de invierno va tocando a su fin. Han quedado sin florecer, entre otros, narcisos e iris que no sé si lo harán en las semanas venideras; es de presumir, basándonos en lo visto el año pasado, que los Hyacinthoides hispanica y los Ornithogalum umbellatum aún podrían florecer durante los próximos días. Más adelante, considerándolo ya como una época distinta, ya habrá tiempo para los Lilium y algunas iridáceas más propias de los meses centrales del año.

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