Los últimos bulbos a la sombra

Allium neapolitanum

La sucesión de flores de los bulbos que crecen en otoño-invierno y florecen en primavera ya va tocando a su fin. Han dado su mejor resultado en la zona de sombra, donde narcisos, muscaris, jacintos y ajos han ido abriendo sus flores progresivamente y todavía ahora se dejan ver, aunque eso sí, reducidas a muy pocas especies. En la zona de sol, la combinación de narcisos e iris, plantados demasiado tarde, no ha funcionado todo lo bien que se esperaba, con lo que habrá que revisarla en verano y renovarla si fuera necesario; tampoco han funcionado demasiado bien las macetas combinadas que sí se plantaron en el momento adecuado, siendo los crocus los únicos que florecieron relativamente bien allí.

En el rincón trasero, la maceta donde se encontraban los Ipheion se ha quedado sólo con un montón de hojas aún verdes entre las que aún se aprecian Pseudomuscari azureum a medio florecer. Son, junto a una Freesia híbrida y un Iris reticulata, las únicas plantas que han dado flores allí: en la maceta había otras especies más que aparentemente han brotado, pero no florecido. Con ello, me puedo fiar de dejar la maceta tal cual sin desenterrar nada y esperar al otoño que viene a que rebroten, aunque ahora siguen necesitando riego y también algo de abono.

Hyacinthoides hispanica

En los contenedores de bulbos de sombra ahora sólo destacan las marañas de hojas largas con un montón de pedúnculos de Allium triquetrum que se empiezan a doblar. Entre ellos o a su alrededor aparecen las últimas flores de bulbosas, de momento, acompañadas de varias anuales que se colaron allí como un par de linos rojos que han puesto una nota de color involuntaria pero agradable. Entre los ajos comienza a destacar uno nuevo: el Allium neapolitanum. Se trata de otra especie mediterránea amante de la sombra con flores blancas muy vivas, perfumadas y agrupadas en umbelas. Me están floreciendo todos simultáneamente, tanto los que compré identificados como los de una mezcla de bulbos variados que están abriendo sus flores a pleno sol. Me sorprende que, con lo bien que han ido estos, las otras dos especies (Allium moly y A. oreophilum) hayan vuelto a fracasar, pues no veo siquiera más hojas que indiquen que hay otros ajos brotados. Las de Allium neapolitanum se reconocen enseguida por ser largas, finas y con el borde ciliado.

Allium neapolitanum

Otra especie que va floreciendo estos días es el jacinto de bosque Hyacinthoides hispanica. Hace unos días florecía su pariente H. non-scripta, pero tengo dudas sobre si las plantas que han ido floreciendo después en esa maceta donde los aislé pertenecen a la misma especie. A los H. hispanica los repartí en dos macetas y han florecido en la que está ubicada en el mismo punto que el año pasado, mientras que los otros, mezclados con tuberosas, perennes y algunas anuales, tienen hojas muy largas pero no florecen. Esta planta también parece llamar la atención de las abejas, que de repente visitan el rincón y de paso han empezado a recolectar polen de los Allium triquetrum.

Una especie más que he encontrado en flor regularmente pero no consigue salir adelante es la Chionodoxa forbesii 'Rosea'. Han empezado tarde, pero las flores parecen acabar devoradas al poco de abrirse, posiblemente por los caracoles. Sólo ayer conseguí ver dos flores totalmente abiertas pero algo liadas entre las hojas circundantes. Como se veían al menos tres plantas con flores pensé que vería alguna más abierta y las podría fotografiar tranquilamente. Todas han acabado mordidas. Al menos queda el consuelo de saber que las plantas funcionan y al año que viene deberían estar ahí otra vez.

Dentro de lo que cabe, la primera tanda de bulbos de esta temporada no ha ido mal, y todavía no ha terminado. Para el otoño que viene habrá que preparar de nuevo la lista de descartes definitivos, reposiciones y alguna que otra novedad para buscar el éxito una vez más con estas plantas que, aunque florecen una sola vez durante unos pocos días, la espera vale la pena.