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Freesia laxa |
El tiempo ha dado esta temporada 2014-2015 un respiro, al menos de momento, respecto a años anteriores. Con un invierno menos cálido -aunque igualmente suave- y un inicio de primavera bastante templado, la terraza está funcionando de manera progresiva y casi diríamos acumulativa, esto es, que las plantas que comienzan a florecer, salvo aquellas con una estacionalidad muy marcada, suelen permanecer en marcha conforme se van sumando el resto, con lo que la cantidad de flores que coinciden es cada vez es mayor.
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Anémona 'St. Brigid' |
Sorprenden mucho, por ejemplo, los
alhelíes: todos florecieron a la vez pero, sin embargo, los de flores simples se han convertido desde hace semanas en silicuas verdes a la espera de secarse y dar semilla, mientras que los de flores dobles siguen frescos, todos ellos desde hace más de un mes, todavía perfumando el aire cercano a ellos. En esta pared, la que en su día ocupó el contenedor de los bulbos, el mosaico de colores que dejan ver las flores que la pueblan es importante, aunque finalmente han sido precisamente los bulbos los únicos que han disfrutado del éxito más limitado, cuando no han fracasado directamente. Atrás queda ya la floración de los crocus y la de los narcisos, siendo ahora la
Freesia laxa la más exitosa, la cual no se cansa de emitir sus llamativas flores rojas. A su alrededor encuentra todavía multitud de herbáceas en flor: las caléndulas,
Dimorphotheca sinuata,
borrajas, los mencionados alhelíes, las
Ismelia carinata y alguna florecilla tímida de
nomeolvides china; a ello hay que sumar el montón de amapolas
Papaver dubium y sobre todo, las
Dorotheanthus bellidiformis que no terminan nunca de sacar nuevas flores, aunque estas últimas han resultado ser el nuevo descubrimiento para las abejas, que las visitan asiduamente.
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Ismelia carinata |
Las
anémonas tampoco paran. Cuando ya parece que vayan a menos, siempre aparece un ejemplar que no se había visto antes, como la
'St. Brigid' de grandes flores color lila, muy similar a la que tengo en una maceta. Ésta, por su parte, hace ya tiempo que se quedó sin hojas y la maceta habría que dejarla totalmente abandonada, pues aún se lleva algún chorro de agua sin querer cuando paso la regadera por las pequeñas macetas de esa balda. Los
ranúnculos al final no han ido tan mal como en principio parecía y han dado un montón de flores naranja que se asemejan a pequeñas amapolas, aunque ya han empezado a decaer todos y pronto se perderá su presencia.
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Rehmannia elata |
Entre las vivaces la impresión es buena, pues muchos ejemplares de los adquiridos en LIDL hace algo más de un mes están crecidos e incluso muestran una inminente floración a la vista, aunque el ritmo no es el mismo para todas las especies. La primera perenne en animarse a florecer en primavera es una especie que lleva en la terraza desde diciembre de 2013: la
Ajuga reptans 'Atropurpurea'. Se trata de una habitual en jardinería que me llamaba la atención por sus hojas broncíneas y sus columnas de flores moradas, y tan pronto como la vi en un vivero me la llevé. En su día el ejemplar venía con una espiga de flores muy baja a la que no le presté demasiada atención confiando en que quizá comenzaría a florecer de manera ininterrumpida desde ese invierno, pero nada más lejos. Mantener la planta durante 2014 fue todo un reto dado que cuando el riego es demasiado seguido, las hojas palidecen, se ablandan y acaban secándose. Estas idas y venidas fueron continuas y la roseta principal de la planta llegó a desaparecer del todo, salvándose gracias a otro punto de crecimiento al que había llegado por medio de estolones. A su vez tenía otra especie emparentada de hábitos similares, la
Prunella grandiflora, que acabé perdiendo y que quizá todavía conservaría si la hubiera tratado igual. A la
Ajuga reptans prácticamente no la riego, parece odiar el agua: mientras la tierra siga oscura por la humedad, hay que evitar a toda costa echar un chorro. Las flores son labiadas y casi planas, con un bonito diseño morado venoso.
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Ajuga reptans 'Atropurpurea' |
Pero la
Ajuga no es la única perenne que reflorece. Desde hace semanas, la
Rehmannia elata, la dedalera china, comenzó a emitir un tallo desde donde aparecerían las flores. Pensaba que no le iría muy bien dado que la primera flor salió tocando las hojas, pero con el tiempo el tallo ha ido creciendo y la aparición de sus espectaculares flores se ha ido normalizando. Ahora parece ser que crece otro tallo desde otra roseta, aparecida desde la misma planta que, al igual que la especie anterior, se reproduce de manera vegetativa.
Las plantas perennes tienen la palabra para este segundo cuarto de primavera. Las sensaciones son buenas dado que tanto bulbosas africanas y americanas, azucenas y herbáceas muestran un crecimiento satisfactorio. Todavía quedan especies de bulbos de plantación otoñal que parece que tarden más en decidirse, pero algunos van encaminados a una floración casi segura.
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