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Leptosiphon androsaceus 'French Hybrids' |
Abril sigue con sus bondades permitiendo disfrutar de un panorama florífero magnífico. En estos últimos días todavía ha vuelto a llover, aunque muy poco -el sábado 0,3 mm y ayer miércoles 0,5- pero la borrasca que atravesó la península ha dejado días nublados y suaves. Hoy al despejarse el cielo ya se ha notado un aumento de temperatura, lógico por otra parte para estas fechas, y se han alcanzado 20ºC con un sol que ya picaba si se permanecía bajo él un instante. El miércoles fui a regar las plantas y lo acabé desestimando dado que la lluvia, caída a media tarde, dejó el equivalente a un riego suficiente para aguantar hasta el día siguiente, en el que iba a volver a visitar la terraza de todos modos. Para mañana soplará el poniente y con él las temperaturas subirán, pero nuevamente parece que será algo puntual.
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Ajuga reptans 'Atropurpurea' |
La entrada de hoy va dedicada a las flores pequeñas. Son ellas las que, en gran número, forman los mosaicos de colores más ricos una vez coinciden todas juntas. Las hay de todas las condiciones: solitarias y agrupadas, anuales y perennes, actinomorfas y zigomorfas. En esta ocasión, lo más llamativo es la gran combinación de flores de pequeña talla que se ha conseguido en el contenedor, especialmente en su frontal, cuya riqueza ya se viene mostrando desde hace algo más de un mes.
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Limnanthes douglasii |
Posiblemente, si el día de más calor de este 2015, el 31 de marzo, hubiera decidido ir a regar por si acaso, hubiera mantenido todavía ahora un buen montón de
Nemophila en flor, las cuales siguen floreciendo de manera muy discreta a medida que la parte inferior de los tallos se deteriora. Hay unas pocas
Nemophila menziesii azules todavía abriendo flores, así como las blancas -cuya presencia posiblemente sea sólo una casualidad y su vuelta no esté asegurada- aunque su mejor momento ya pasó: ni que decir tiene que todavía más lejos quedan los días de esplendor de las oscuras
'Penny Black', de las cuales apenas veo una planta abriendo flores a estas alturas. Con las
Nemophila maculata la cosa no fue tan bien ya que, al parecer, sólo conseguí que saliese una planta. Al año que viene habrá que asegurarse bien de que el número de ejemplares está equilibrado.
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Vaccaria hispanica |
No ha ocurrido lo mismo con las
Malcolmia maritima, las cuales fueron de las primeras anuales de flor pequeña en florecer pero siempre tienen una última palabra que decir y continúan apareciendo flores por todas partes (lila, rosa o blancas), a la vez que ya se observan plantas con las largas silicuas que contienen semillas. Algunas de estas flores se codean con las diminutas
Leptosiphon androsaceus 'French Hybrids', que de momento han salido todas color crema, amarillo y rojo, aunque encontré unas flores medio escondidas en las que la base del pétalo tenía una mancha de color amarillo sólido, posiblemente un ejemplar distinto. La intención era combinarlas con las
Nemophila también, aunque llegan un poco tarde. La maceta que tenía de reserva con esta especie ha sido arrasada, en el estricto sentido de la palabra, por los gorriones: todos los tallos segados desde la base. No entiendo la fijación de estas aves por algunas plantas en concreto: un caso similar ocurrió el año pasado con un
Linum perenne, que pelaron a ras justo cuando iba a florecer.
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Anethum graveolens |
Esta sincronización descuadrada también se ha dado con la
Limnanthes douglasii. El año pasado también fue la última en florecer, pero es rápida y en pocos días pasa a cargar con un montón de flores. Eso sí, han quedado un poco entremezcladas con la mata de tallos y hojas, que para estos días está ya enorme, y no consiguen sobresalir demasiado. Se conforman saliendo por debajo de las
Convolvulus tricolor y poco más. La planta, además de dar unas flores bonitas, tiene una efectividad tremenda a la hora de dar semillas. El año pasado recogí un buen puñado de la única planta que tuve, y de ahí salieron las actuales. Curiosamente, y aunque no tengan relación alguna, las semillas se disponen de manera parecida a las
borrajas: cuatro por flor agrupadas en cruz que, si nos descuidamos, acabarán cayendo. El año pasado cuando toda la planta estuvo seca, la bajé al patio y la puse sobre una bandeja para recoger las semillas cómodamente.
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Malcolmia y Leptosiphon |
Aunque tengan casi 140 cm. de alto y las umbelas sean grandes como platos medianos, los
eneldos también son poseedores de flores diminutas. Plantarlos en el contenedor fue un acierto y es de las pocas veces que puedo decir eso de una planta tan grande, ya que acaban ocupando un área respetable, pero el mayor crecimiento se da en vertical. Los eneldos, gracias a sus hojas extremadamente finas, plumosas, dejan pasar bien la luz incluso con la planta muy crecida. Para la próxima temporada el plan seguirá igual aunque con ligeras modificaciones: simplemente, dejar una única planta en el rincón derecho, el que recibe sol todo el invierno. La planta del lado de sombra invernal ha crecido más -incluso tiene otra al lado que durante sus primeras semanas parecía que se marchitaría- pero también se ha inclinado más hacia delante, además de tener un follaje débil que se quiebra con facilidad. Las plantas altas como la
Phacelia tanacetifolia y alguna más que pueda encontrar irán pues en compañía de estas umbelíferas en la esquina que, por otra parte, siempre suele quedar más vacía.
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Nemophila menziesii blanca |
Hay flores de pequeño tamaño que han llegado a la terraza sin ser invitadas, y parece que será complicado quitarlas de allí. Ya se han secado las
Stellaria media y seguro que hay semillas por todas partes; también están las
Medicago minima, las cuales estoy intentando arrancar sistemáticamente junto a sus parientes las
Melilotus, que llevan años apareciendo por más que arranque las matas. La "novedad" de este año son las
Spergularia bocconei, una cariofilácea de hojas y tallos totalmente lineares que durante el otoño no supe identificar. Llevan ya un tiempo abriendo sus pequeñísimas flores rosadas de cinco pétalos en distintas macetas, la mayoría de bulbos, a las cuales cortaré el riego cuando deje de ver hojas,
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Spergularia bocconei |
Otra especie que está teniendo su protagonismo estos días es la también cariofilácea Vaccaria hispanica. Es una planta sencilla de cultivar pero a veces caprichosa, y no han salido ni todas las que esperaba ni donde esperaba. Hay un ejemplar en el contenedor que se ha descolgado apoyado contra un borde, donde todavía consigue hacer grupo con las
Malcolmia,
Collinsia y
Rhodanthe que tiene cerca, pero es sin duda una planta que iría mejor en la zona media, ya que alcanza bastante altura y es bastante estrecha hasta que empieza a ramificarse y florecer en la parte superior. El otro ejemplar creció sin más, quizá de una semilla perdida, en una pequeña maceta con crocus. Dan un buen montón de semillas al secarse, cosa que, aunque estén en su máximo esplendor, no suele tardar más allá de mediados de mayo.
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Vaccaria y Collinsia |
Pero no todas las plantas de florecillas pequeñas son anuales. Están las
Erodium x variabile,
Iberis sempervirens 'Tahoe' y la
Geum coccineum, perennes todas ellas, a las que se suma la
Ajuga reptans 'Atropurpurea'. De todas las mencionadas, esta es la única que ha comenzado a florecer ahora, ya que las demás o bien no paran o tienen descansos cortos -tendencia típica de la
Erodium- y todavía no sé si tiene una época fija o florece de manera ininterrumpida. Por lo pronto, las dos únicas inflorescencias que ha sacado ya van deteriorándose y no hay más a la vista, aunque la planta está lanzando tallos reptantes que sobrepasan el borde de la maceta.
En las flores, como se puede ver, el tamaño es lo de menos siempre y cuando sus formas y colores tengan la voz cantante. Con las vivaces y los bulbos de primavera-verano vendrán, esperemos, las flores de tamaños grandes que se encargarán de dar color a la segunda mitad de la primavera. Por el momento están desarrollándose bastante bien
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