jueves, 12 de marzo de 2015

Días estupendos

Layia platyglossa
Estamos viviendo los que posiblemente sean los días más radiantes que se pueden esperar. No hace frío, pero sí hay un ambiente fresco; no hace calor, pero el sol calienta sólo a las horas que tiene que calentar. Sumado a que los vientos exagerados han cesado y que la terraza está llenísima de flores y todavía queda mucho por recorrer, estos días reúnen las que probablemente sean las mejores condiciones que podemos encontrar durante el año. Parece ser que, según las previsiones, durante la semana que viene cabría esperar otra bajada de temperaturas y quizá alguna gota, que no estaría nada mal. Que no tenga prisa por llegar el calor, que ya habrá tiempo.

Linum grandiflorum
En la terraza ya casi se pueden contar todos los colores básicos: rojo-magenta, amarillo, azul, distintos morados y violetas, rosa, naranja y, cómo no, el verde. Se podría decir que una de las partes más importantes del trabajo de otoño, la de la siembra de semillas, ya ha demostrado haber sido un gran éxito. Todavía quedan muchas plantas semilleras por mostrar distintas fases de desarrollo, pero más de la mitad, especialmente las anuales (la mayoría) ya han comenzado a manifestarse floreciendo. Las que de momento cuentan como fracaso hasta que se demuestre lo contrario son aquellas que quedaron por debajo de plantas más grandes y que ya no soy capaz de encontrar bajo la maraña de tallos y hojas. Por ejemplo, en todo ese barullo hay varias Layia platyglossa, una bella asterácea americana muy similar a (y estrechamente relacionada con) las Gaillardia: sólo el ejemplar que coloqué en la parte frontal ha podido ganar altura y aparece cargado de flores estos días.

Cerinthe major
Si nos vamos al archivo del blog de marzo de 2014, vemos que muchas especies se han puesto en marcha prácticamente al mismo tiempo a pesar de las ligeras diferencias meteorológicas de ambos ciclos otoño-invierno. Si bien hay especies que vienen con algo más de retraso, como las Ismelia carinata que aún comienzan a abrir algún capítulo ahora y el año pasado lo hicieron desde febrero, algunas van algo más adelantadas, como las Anemone coronaria, que ya han salido de varios colores y formas y lucen estupendas a pleno sol, más compactas. También está comenzando a florecer alguna Cerinthe major 'Purpurascens', especie muy sencilla y rápida que si se siembra en otoño, es de las primeras en florecer desde antes de la llegada de la primavera. El año pasado la planta era nueva en la terraza y me gustó mucho, así que pensé en sembrarla en mayor número ayudado además por las semillas nuevas que fui obteniendo. Tanto fue así que algunas incluso se sembraron solas, germinando con la facilidad de las herbáceas más aventajadas. Además, lo habitual es que de sus núculas (el tipo de fruto/semilla que dan las boragináceas) aparezcan dos plantas "gemelas". En algunos puntos donde las sembré fue así y hay dos plantas que crecen pegadas.

Narcissus 'Carlton'
Los linos también se ponen de acuerdo para florecer. El año pasado el lino común florecía desde finales de enero, eso sí, y este año sólo la primera flor ha esperado hasta esta segunda semana de marzo. Por su parte, los linos rojos, que los planté junto a las cosmos, también comienzan a desplegar sus grandes flores magenta. Mucho más pequeños que los del año pasado, es la primera vez que los planto en maceta y de momento han adquirido un porte más ordenado, con tallos inclinados de no más de 20 cm. de longitud, nada que ver con las marañas que formaban en el contenedor que acababan desparramadas contra las demás plantas a poco que soplara el viento. La maceta, eso sí, ha quedado bastante vacía, porque los Cosmos sulphureus no parece que se animen a crecer más y las Cosmos bipinnatus de momento están algo desproporcionadas, con ejemplares que dan capítulos del tamaño de este lino o ejemplares grandes como margaritones, como el rosado de la foto.

Cosmos bipinnatus
Los bulbos también presentan un buen avance en algunos puntos. En el rincón de semisombra es donde más flores están dando, lógico por otra parte teniendo en cuenta que es donde más especies y ejemplares juntos hay, la mayoría de ellos de especies de floración temprana. Los Ipheion ya llenan su maceta, maceta que casi dominan en exclusiva, pues todavía estoy esperando ver un Pseudomuscari azureum que valga la pena, puesto que son diminutos y las flores se abren en una secuencia poco vistosa, quedándose muy secas las de abajo cuando las de en medio están abriéndose. Al final va a resultar que el ejemplar que fotografié hace casi un mes pensando que sería el peor desarrollado de todos va a ser el único que haya podido ver con claridad.

Capuchina anaranjada
A pleno sol los bulbos no están teniendo tanto éxito -excepto los crocus-, y no entiendo la razón. Vale que los narcisos e iris los planté muy tarde y haya podido suponerles un hándicap, pero hay varias macetas que contienen las mismas especies que hay en el rincón trasero y su ritmo es muy distinto. Pase que los Muscari armeniacum allí hayan comenzado a florecer más tarde, pero no entiendo cómo es posible que los Narcissus 'Tête-à-tête', que en un lado florecen, allí apenas estén emergiendo de tierra. Los primeros éxitos son escasos, y todos corresponden de momento a unos pocos narcisos de un mix de ejemplares de copa grande entre los cuales se ha abierto del todo un 'Carlton' (o al menos, algo muy parecido) y parece que los otros dos que tienen flores a punto de abrirse son iguales. Son más pequeños de lo que creía, que como siempre digo no representa problema alguno y más cuando son plantas en maceta. Eso sí, el lugar donde están se ve algo desangelado, pues son los únicos ejemplares con flores y casi hasta con hojas.

Anemone coronaria 'De Caen'
Por otra parte tenemos los bulbos de plantación primaveral. Los primeros los recibí en febrero y llevan semanas plantados, con algunos que ya están incluso brotando. Terminé esta semana con el contenedor de madera y tela para las bulbosas africanas y ya están instaladas en su emplazamiento definitivo. Las especies reunidas son sencillas, algunas veteranas de una o más temporadas en la terraza, aunque suelen tener en común que nunca florecen o lo hacen mal. Hasta hoy, los únicos bulbos plantados en primavera que he conseguido ver florecer son los gladiolos, las Zephyranthes carinata y las Tigridia pavonia. Hace dos temporadas fallaron algunos por falta de atención y hace una, ni siquiera volví a intentarlo con ellos. Las vivaces, en cambio, casi siempre suelen dar buen resultado el mismo año de traerlas. Toca redimirse este año.

Ipheion uniflorum
El siguiente reto pendiente en la terraza es reorganizar las baldas que contienen las plantas. El hecho de que tenga a las plantas elevadas responde sobre todo a una necesidad práctica, puesto que facilita la tarea a la hora de regar y además, de paso, resulta menos incómodo a la hora de observarlas y hacer fotos. No obstante, todavía hay muchas macetas que han tenido que ser dejadas en el suelo por falta de sitio en un lugar elevado. Esto no cuenta para las macetas muy grandes, las cuales se igualan en altura por su talla. Este año algunas estarán puestas a modo de "isla" en rincones despejados de la zona de sol de la terraza. Eso sí, hay que organizarse pronto porque ya estoy en marcha con las semillas, que hace un mes que quería haber comenzado, y algunas van a necesitar macetas más o menos espaciosas a pleno sol. No descarto apartar algunas de esas macetas de bulbos que tan mal han ido, aunque lo idóneo sería esperar a que pierdan las hojas, cosa para la que todavía pueden faltar meses.

Anemone coronaria 'St. Brigid'
Vienen ahora los animados días de las Fallas, que en Cullera llevan ya desde el pasado fin de semana dando trabajo y hoy jueves han comenzado a plantarse los monumentos, varios de ellos cerca de casa. Eso sí, lo que a mí me viene bien para la terraza, esas posibles lluvias de la semana que viene, a ellos les puede estropear un poco la fiesta. Esperaremos pues a ver qué nos traen los cielos. Mientras, sigue la diversión de adivinar qué flores irán abriéndose, como en las capuchinas, donde ha aparecido otro color más, un anaranjado mezclado con rojo que no corresponde con el naranja vivo que conocía del año pasado el cual, eso sí, ya he visto en un capullo a medio abrir de otro ejemplar. Los insectos van multiplicándose pero algunos me lo ponen demasiado difícil, como esas abejas oscuras con pelusa gris que han llegado a estar hoy varias horas recorriendo todas y cada una de las zonas florecidas de la terraza sin detenerse ni una vez. Sospecho que pueden ser machos buscando hembras en las flores, algo muy típico de la primavera que estará aquí al viernes de la semana que viene.

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