domingo, 29 de marzo de 2015

El calor aprieta las tuercas

Iris germanica
El ambiente fresco dejado por las lluvias que todavía terminaron este pasado miércoles ha durado más bien poco. No era algo extraño, pues lo habitual es que por estas fechas las temperaturas ya den su primera escalada seria. Por tanto, la suposición que lancé hace unos días acerca de que no había que confiar en que la humedad retenida por las macetas y contenedores fuese a durar ha sido certera, y casi que yo mismo he fallado al calcular algunas cosas. El jueves no hizo falta regar nada, pero alargando la siguiente visita hasta hoy domingo, algunas plantas estaban ya empezando a pedir agua de manera patente. El viento de poniente ha ayudado bastante a volver a situar las temperaturas por encima de los 20ºC, patrón que seguirá repitiéndose al parecer hasta que termine el mes dentro de dos días, tiempo suficiente para que agote las reservas de agua dejadas por la lluvia y vuelva con la rutina de traer agua de fuera. Todavía habrá más, pues mañana se espera que las temperaturas se acerquen a los 30ºC.

Schizanthus x wisetonensis
La terraza sigue en su transición hacia las nuevas floraciones. Se abren especies distintas y muchas de ellas responden a ejemplares en circunstancias curiosas. Empezaríamos hablando de la planta que abre la entrada, el archiconocido lirio Iris germanica. Tengo plantas que me ofreció desinteresadamente una jardinera que tenía excedentes sólo a cambio de hacerme cargo de los gastos de envío. Esto fue nada menos que en agosto de 2012, fecha desde la que llevan plantados en el mismo contenedor este grupo de plantas que sólo he movido en dos ocasiones en la zona de más luz. Incomprensiblemente, no vi floraciones durante las dos primaveras que han transcurrido hasta la actual. Las plantas siempre han sido cuidadas de la misma manera y de hecho son de las menos exigentes de la terraza. Durante este otoño se apreció un crecimiento en ellas visiblemente superior al de años anteriores, y el resultado ha culminado en su primera floración en la terraza. De momento todos son morados -creo recordar que también los había en combinación blanco/morado- y me ha extrañado ver que en algunos de ellos el pedúnculo describe una curva rígida (nada que ver, por tanto, con un decaimiento por falta de agua, que no tienen) y las flores han quedado casi invertidas. Para la foto he tenido que sujetarlas rectas con la mano; ya me he encargado de ponerles un tutor para ver si consiguen corregir. Además de estos ejemplares tengo otros tres que me regalaron en el mismo intercambio que los Allium triquetrum y que planté muy tarde (se pasaron en seco guardados de julio a enero) pero están brotando perfectamente.

Narcissus 'Canaliculatus'
Otra iridácea también ha sorprendido con su espontaneidad. En la maceta en la que combiné a los Ipheion, Pseudomuscari y otras pequeñas bulbosas, apareció una roseta de hojas con el clásico aspecto de muchos miembros de la familia, lanceoladas y agrupadas formando un abanico. Durante tiempo las sospechas se mantuvieron apuntando a una especie concreta, y más desde que apareció la espiga de flores mucho antes de que se abrieran. Al final, lo esperado: se trata de un Freesia híbrida. Que es una planta muy popular está claro, pero cómo ha conseguido viajar este ejemplar tras los años es lo que me sorprende. Únicamente he comprado una vez Freesia de este tipo, en primavera de 2012. En aquel entonces sólo floreció de manera precaria un ejemplar de flores moradas y blancas; uno similar, o puede que el mismo, repitió tímidamente en diciembre de ese mismo año, que trasplanté al recién construido contenedor para bulbos por urgencia y acabó secándose. Pocos meses después, en primavera de 2013, florecía un ejemplar rosado, y hasta ahí el último. El ejemplar actual tiene flores rojas y posiblemente haya estado creciendo todos los años sin que me percatase, y ha decidido florecer ahora, a la cuarta primavera en casa. Además de ser bonita, tiene un perfume maravilloso. Tanto es así que quizá me plantee volver a probar con un paquete nuevo y juntar muchas más: si encuentro ejemplares en buen estado en LIDL podría plantarlos ya mismo.

Freesia híbrida
El tema de los aromas de los bulbos es muy interesante. Antes no tenía costumbre de investigarlo y sólo me llamaba la atención el de flores muy evidentes como las azucenas o los jacintos, cuyo olor se nota a distancia. Sin embargo, acercando la nariz uno puedo encontrar matices estupendos. Me da la sensación, eso sí, de que la mayoría de flores de ese tipo -amarilidáceas, iridáceas, asparagáceas y liliáceas- poseen unos cuantos olores "base" por familia y a partir de ahí, encontramos variaciones. Por ejemplo, el olor de los narcisos, como el 'Canaliculatus', sin duda delicioso, es muy similar al de las azucenas marinas Pancratium, algunos Allium o Nothoscordum; plantas tan lejanas dentro de su misma familia como son el jacinto y el muguete huelen prácticamente igual. Los Muscari tienen un aroma patente cuando se juntan muchos, y los Allium triquetrum, que empiezan a emitir decenas de flores estos días, parece que son totalmente inodoros.

Ismelia carinata
Al sol se van abriendo también especies conocidas como preludio a la siguiente tanda de floraciones que va produciéndose de manera espaciada. Vuelven los crisantemos tricolor (Ismelia carinata), que aunque llevan desde hace semanas abriendo tímidamente sus flores , no han empezado a ser frecuentes hasta ahora, prácticamente con una diferencia de un mes respecto al año pasado. Las semillas caían con tal facilidad una vez quedaban totalmente secas que no es de extrañar que apareciesen plantas por doquier: no he sembrado ni una de manera voluntaria y hay montones de ellas por toda la terraza.

Lysimachia arvensis
Florece también el segundo ejemplar de Schizanthus x wisetonensis. Esta vez, aunque el color de base es similar -blanco-rosado- el bello dibujo interno no ha aparecido "descolorido" como en el ejemplar de la maceta. En este, ubicado en el contenedor y de mayor tamaño, el interior se compone de una mancha amarilla con marcas rojas con un difuminado rojizo encima. Noto que este ejemplar se ha dado más prisa en florecer, puesto que el otro estuvo semanas con los botones florales a la vista y en este he encontrado varias flores abiertas que hace tres días no lo estaban. Cuando la planta esté más cargada, su impacto visual será estupendo.

Allium triquetrum
Siguiendo con la costumbre de este de dejar a las espontáneas crecer, hoy he descubierto que, casi sin darme cuenta, las frecuentes Lysimachia arvensis (nombre actual de Anagallis arvensis), las pimpinelas escarlata o murajes, habían llegado también a la maceta de los Lupinus succulentus. Esta resistente planta, que crece en la terraza en macetas en desuso con tierra arcillosa a la que apenas le cae agua, decora ahora con sus diminutas flores de color naranja rojizo la parte baja de la leguminosa, la cual sigue verde pero está terminando de florecer y dando algún fruto. Sería divertido que apareciese también la versión azul de esta pimpinela, aunque me temo que los ejemplares que crecen por la terraza provienen siempre de semillas de una misma línea de plantas de flores rojizas que se autosiembra cada año.

Terminado pues este periodo lluvioso, el tiempo sigue su curso y habrá que volver a concienciarse de la vuelta a la rutina de riegos. No debe dejarse nada a su suerte, pues abril está a la vuelta de la esquina y la terraza va encaminada a llenarse todavía más de hojas y flores de todos los colores, algo que siempre conlleva un esfuerzo detrás, pero cuyo resultado merece la pena.

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