lunes, 2 de marzo de 2015

Marzo, termómetros arriba

Narcissus 'Tête-à-tête'
Los días soleados y cálidos han ido sucediéndose desde finales de febrero, con alguna que otra irrupción de viento que modifica un poco estos valores. Entre ayer domingo y hoy, los dos primeros días de marzo, el poniente que sopla moderado nos ha dejado unas temperaturas de récord: 27ºC en Cullera y algo más en otras localidades valencianas, algo que al parecer será puntual puesto que a media semana vuelve a soplar el gregal y las temperaturas bajan hasta lo propio del invierno, quizá 10ºC por debajo o más, aunque especialmente interesaría que lloviese, ya que este incremento repentino ha pillado un poco por sorpresa a las plantas y hoy ha habido que regar como si estuviesen todas apuradas por la sed, habiéndolas regado el sábado por la tarde. Destacar un dato más. y es que en el desfasado febrero de 2014, esos 27ºC los vimos ya el día 14 del mes: ahí es nada.

Dianthus 'Rainbow Loveliness'
Con esta mejora desde mediados del mes pasado, la sucesión de flores en la terraza es un no parar. Al final parece que las anuales ganan a las bulbosas, puesto que hay una gran variedad de especies en flor mientras que de las plantas de bulbo continúan proliferando tan sólo los crocus -tommasinianus, chrysanthus y ahora vernus- y comienzan ya a aparecer en gran número los primeros narcisos, los de simpáticas trompetas amarillos de la variedad 'Tête-à-tête' en el que posiblemente sea su año más exitoso y temprano, ya que van algo más de 10 flores todas ellas en sombra o semisombra, donde no han tenido problema para estirarse y crecer, aunque las hojas de algunos de sus vecinos todavía llegan a sobrepasarlos. Tienen un aspecto inmejorable, aunque como terminen muy pronto no van a coincidir con casi ninguno de sus compañeros, ya que apenas aparece por allí algún Muscari armeniacum a punto de florecer, pero no las demás flores que mezclé con la intención de combinar colores.

Lupinus succulentus
Además de las únicas vivaces que hay en flor, las Anemone coronaria 'De Caen', todo lo demás prácticamente pertenece a las distintas anuales que se sembraron en octubre-diciembre. En estos tres días han aparecido tanto viejas conocidas como novedades. Por ejemplo, vuelven y con mejor resultado que el año pasado los alhelíes de Mahón, Malcolmia maritima, con sus gradientes de rosa; no muy lejos tienen a la clavellina Dianthus 'Rainbow Loveliness', un llamativo híbrido de pétalos desflecados. Las semillas de esta planta las tengo desde verano de 2013 y llegué a sembrar en el contenedor, pero fueron otros tantos de los afectados de aquella nefasta temporada. De hecho, este año había varios plantados y sólo este de las fotos, que ha permanecido grande y asomando todo el tiempo, ha conseguido sobrepasar la maraña de hojas y florecer. Repiqué algunos más, pero posiblemente no hayan conseguido prosperar al verse sobrepasados por sus vecinas. Las flores tienen un diámetro superior a las de la clavellina china, aunque la planta es muy similar en porte. Esperaré a ver más flores abiertas para verificar si tienen un aroma significativo; de momento, el olor que predomina en el contenedor es el de las hojas de los eneldos.

Malcolmia maritima
También hay perennes en flor, como la Geum coccineum, la Iberis sempervirens y la Leucanthemum x superbum, que se dispone a sacar su segundo capítulo aunque ya va pidiendo una ampliación de maceta. Destacan entre esos colores otras anuales que hay plantadas en macetas sueltas, algunas sin invitación previa, como las Dorotheanthus bellidiformis. A estas las dejé por todas partes donde aparecieron dado que la siembra que hice en una maceta dedicada a ellas no funcionó. Así son las cosas: de las plantas anteriores ni me preocupé en recoger las semillas y cuando uno intenta preparar una maceta a conciencia, no funciona. En algunos sitios están un poco apretadas, especialmente en la caja-maceta de los crocus. donde sus hojas carnosas dificultan un poco el paso de los brotes de los bulbos. Al año que viene, aunque me dé pena, las tendré que eliminar de estos sitios tan pronto como sean reconocibles, o extraerlas, y dejarlas en macetas donde no molesten como de hecho ya sucede en la maceta donde precisamente las sembré el año pasado, y que ahora comparten con multitud de especies.

Tropaeolum majus
Todo lo contrario a lo mencionado se podría aplicar a las capuchinas (Tropaeolum majus), a las cuales dediqué una maceta y empiezan a mostrar resultados. El año pasado tuve bastantes plantas, pero no llevan muy bien el hecho de estar en macetas demasiado pequeñas y a las plantas les cuesta estar presentables -quizá por lo rápido que consumen el agua-, además de mantenerse de una talla reducida. Aparte, no sé si era ya porque estábamos en fechas de mayor insolación, pero las flores aparecían con pequeñas manchas. Las primeras en abrirse este año tienen un aspecto inmaculado y un tamaño notable. Las planté en una maceta bastante espaciosa de las que llevan una cadena para colgar, aunque no me atreví a colgarlas puesto que pesa bastante y hay que dejar espacio alrededor. Veré si se me ocurre algo en cuanto las plantas se llenen más de flores y el calor se vuelva persistente.

Dorotheanthus bellidiformis
Hay que destacar otra anual que ha supuesto una grata sorpresa: el Lupinus succulentus. Conocidos son ya los fracasos con los lupinos en este blog: los Lupinus 'Russell' crecen y mueren antes de florecer, aunque este año ni eso; los Lupinus angustifolius desarrollan flores cleistógamas y no lucen en absoluto, además de exigir un sustrato ácido para sobrevivir; los Lupinus hartwegii, que introduje en el contenedor pensando que no darían problemas, se ponen amarillos y se arrugan a partir del tercer par de hojas más o menos, muriendo después como si les hubiera echado veneno. Esto ocurre estando rodeados de plantas sanas, con lo cual ni es cosa del sustrato ni un exceso de agua. Pienso incluso que puedan estar afectados por alguna enfermedad hereditaria: quiero probar una vez más, ahora en primavera, en una maceta con turba rubia sólo para descartar si se trata del sustrato, puesto que los angustifolius morían del mismo modo si los plantaba en sustrato universal. El protagonista de hoy, Lupinus succulentus, es una especie californiana que tumba todos los problemas que dan sus parientes. Crece en un sustrato tosco, con poca turba y bastante arena, al sol y sin más riego que el necesario para humedecer la tierra. Sus primeras flores empezaron a abrirse, para mi sorpresa, en pleno febrero. Es una especie anual que germina y crece en otoño igual de fácil que los demás, pero tolera mejor cualquier sustrato.

Anemone coronaria 'De Caen'
Con el aumento de temperaturas también es presumible que las primeras oleadas de insectos polinizadores comiencen a visitar la terraza. Hoy ya he llegado un poco tarde pero he encontrado a varios himenópteros y ninguna mosca; la que más interesaba, una avispa del género Vespula, ha huido para no volver nada más me he acercado a ella. La avispa papelera, en cambio, mostraba una confianza inusual, enfrascada en su investigación de la espiga de flores del Lupinus succulentus que la ha tenido allí todo el rato que he estado e incluso aparece en la foto de la planta si nos fijamos. Una mariposa Pieris rapae ha pasado sobrevolando a cierta altura pero no ha descendido. Además de los insectos, las arañas empiezan a dejarse ver con asiduidad. Ya se ve alguna de las distintas especies de saltadoras, u otras habitantes de las plantas como la Pisaura mirabilis.

Pisaura mirabilis
Con una primavera que todavía está a una veintena de días de llegar, la terraza parece que anda un poco escasa de sitio no por ocupación, sino por un reparto hecho sobre la marcha. Durante estos días en los que todavía faltan cosas por crecer voy mirando cuál sería la manera más equilibrada de distribuir las baldas de las macetas, ya que dejar algunas por el suelo no queda demasiado estético a menos que sean macetas muy grandes. Además queda pendiente la construcción de un contenedor para bulbosas africanas que debería estar hecho esta semana, cosa que no creo que sea complicada ya que se trata de unir unas pocas maderas y forrarlo con tela por dentro.

Con marzo ya estrenado, podemos ir diciendo adiós al invierno. Quedan unos pocos bulbos y vivaces por plantar y ya empiezo a poner los semilleros para las nuevas plantas que se pretende que florezcan de cara al verano o un poco antes. Por supuesto, todo ello dependerá también de lo dicho en el párrafo anterior: distribuir bien el espacio, porque caber caben. Un pequeño esfuerzo al que hay que sumar las subidas y bajadas de garrafas, porque la cosa ya se empieza a poner seria: en los dos días que recoge esta entrada he usado algo más de 90 litros. La palma se la lleva el contenedor, que al estar este año más lleno que nunca, demanda una cantidad de agua notable.

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